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Los mejores rincones paradisíacos para combatir el calor en Galicia

Playas fluviales, pozas naturales, calas paradisíacas e incluso parques acuáticos se posicionan como algunas de las mejores opciones para hacer frente a uno de los veranos más calurosos de la comunidad gallega
Pozas de Bugalleira, río Taxume.
Pozas de Bugalleira, río Taxume.
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Hace apenas unas semanas, la Agencia Española de Meteorología (AEMET) pronosticaba para Galicia un verano mucho más húmedo y cálido de lo normal, con  precipitaciones que serán más habituales en la mitad sur de la región y que en algunos de los casos incluso llegarán a presentar un carácter tormentoso. Por suerte para gallegos y visitantes, en la comunidad existen multitud de rincones y enclaves naturales que permitirán hacer frente a estas altas y sofocantes temperaturas. Playas fluviales o piscinas naturales, grandes arenales y pequeñas calas paradisíacas e incluso parques acuáticos, os proponemos un recorrido a través de los mejores planes y lugares de Galicia para disfrutar de la temporada estival y combatir al mismo tiempo el calor de los próximos meses.

El litoral más extenso de la Península

Playa de Rodas, en las Islas Cíes. Foto: Shutterstock

Galicia es conocida por ser la región de España con más kilómetros de litoral, un total de 1.498, siendo además el único tramo costero articulado por numerosas rías. La diversidad paisajística de esta tierra bañada por las agua del Atlántico y Cantábrico es uno de los rasgos más característicos de esta comunidad, repleta de grandes arenales y pequeñas calas paradisíacas en toda su extensión por las provincias de Lugo, A Coruña y Pontevedra. Una de las playas más extensas de Galicia se encuentra situado a escasa distancia del Monte Pindo y la Fervenza do Ézaro: se trata de el arenal de Carnota que suma una superficie de 7 kilómetros y más de 500 metros de ancho. En la cara opuesta, el municipio de Bueu es uno de los mejores rincones costeros para disfrutar de pequeños enclaves naturales,  tranquilos, de gran belleza y rodeados de vegetación autóctona. 

También hay numerosas opciones naturistas para aquellos que prefieren disfrutar de la temporada sin ropa y presumiendo bronceado libre de marcas, siendo las playas de Barra, en Cangas do Morrazo, o Melide, en las Islas Ons, algunas de las mejor valoradas. De hecho, algunas de las playas más bonitas de Galicia se esconden en las islas e islotes que recorren el litoral gallego de norte a sur, entre ellas las famosas Islas Cíes y Ons, o pequeños paraísos como la Isla de Tambo o el islote de Areoso. Lo cierto es que el arenal de Rodas (Cíes) ha vuelto a ser elegido como una de las mejores playas de España en un ranking realizado por la revista especializada en viajes Condé Nast Traveler. Además, cabe destacar que la mayoría de playas gallegas disponen de sus propios chiringuitos de temporada donde poder disfrutar de la mejor gastronomía, coctelería e incluso música en directo.  

En el interior gallego también hay playas

Playa del río Lérez. Foto: Concello de Pontevedra

Si bien Galicia destaca por su kilómetros de costa, las localidades del interior también albergan entre sus límites pequeños paraísos en forma de playas fluviales, algunos de ellos distinguidos incluso con el sello de Bandera Azul y la gran mayoría con todo tipo de servicios en su entorno o alrededores. Estos arenales del interior son una de las grandes alternativas que tienen turistas y foráneos para hacer frente a los veranos calurosos alejados de las zonas de costa, con multitud de opciones a la hora de acceder a servicios de ocio y esparcimiento como restaurantes, quioscos o alquiler de kayaks y flotadores entre otros.

La playa da Cova en la Ribeira Sacra lucense, el arenal dos Franceses en la localidad ourensana de A Veiga, A Calzada en Ponte Caldelas, la playa fluvial del río Lérez en Pontevedra o las playas de Tapia en Ames y del Lago de As Pontes en A Coruña son sólo algunos de los rincones más concurridos e idílicos de toda Galicia, aunque es cierto que existen muchos otros repartidos por toda la geografía gallega.  

Paseos fluviales y pozas naturales

Pozas de Bugalleira, río Taxume. Foto: Shutterstock

Al igual que las playas fluviales, otra gran alternativa para combatir el calor en Galicia pasa por las pozas o piscinas naturales, auténticos tesoros naturales que recorren el grueso de las cuatro provincias. En todo el territorio podemos encontrar numerosas pozas de agua dulce, otras bañadas por las aguas de grandes o pequeñas cascadas e incluso alguna que otra oceánica, como la del Faro de Corme, en Ponteceso, sólo accesible cuando la marea se encuentra baja. Pero sin lugar a dudas una de las más famosas y paradisíacas de toda Galicia se encuentra al suroeste de Ourense, las denominadas Pozas de Melón. Estas singulares pisicinas naturales se encuentran enmarcadas en un entorno natural privilegiado, rodeadas de bosques de riberas y naturaleza autóctona. Además, muy cerca de esta poza se encuentra la Fervenza de Tourón, dotada en todo su entorno con una serie de pasarelas de madera que permiten obtener la mejor panorámica del bello paisaje de la comarca del Ribeiro. 

La provincia de Pontevedra es una de las más destacadas en cuanto a grandes charcas y cascadas se refiere: las pozas del río Almofrei o la Poza da Moura, la Fervenza do Barosa o las pozas de Loureza y Mougás son los ejemplos más conocidos de esta riqueza natural de los montes gallegos. Y si bien es cierto que Pontevedra ostenta el récord de pozas naturales más conocidas, la provincia de A Coruña también suma a la lista gallega un buen número de piscinas fluviales convertidas en auténticos reclamos turísticos. La ya mencionada piscina natural do Faro de Corme, las pozas do Río Pedras en A Pobra do Caramiñal o las Caldeiras do Castro en Muxía son sólo algunas de las mejores piscinas naturales de A Coruña para refrercarse cuando llega el verano.  

Agua y diversión en los parques acuáticos de Galicia

Parque acuático flotante de Sanxenxo. Foto: Aquapark de Sanxenxo

Los parques acuáticos conforman una de las mejores opciones para todos aquellos que buscan combatir las altas temperaturas y salir al mismo tiempo de la rutina estival de los arenales. Si bien es cierto que en Galicia sólo existe un parque acuático localizado en la localidad coruñesa de Cerceda, en todo el territorio existen otras alternativas igual de divertidas y refrescantes como los parques flotantes. Pero antes de avanzar en esta singular opción, los gallegos también podemos considerar la visita a otros recintos situados en el norte de Portugal, como es caso del parque acuático de Amarante o el de Fafe. 

En el caso particular de los parques acuáticos flotantes, la localidad pontevedresa de Sanxenxo alberga en sus límites el más grande de la Península Ibérica. Este espacio se encuentra situado en la playa de Baltar y dispone de un circuito de hinchables que tiene una extensión de más de 1750 metros cuadrados con un aforo para unas 150 personas. Si embargo, y aunque se trata del de mayores dimensiones, no es el único parque flotante de Galicia: playa América en Nigrán (Playaland Aquapark) o un lago del río Oitavén en Fornelos de Montes (Fornelos Wake Club) también cuentan con sus particulares parques acuáticos sobre el agua. 

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