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La espectacular ruta entre cascadas y naturaleza para hacer este otoño en Galicia

Descubrir los paisajes fluviales del interior de la Costa da Morte es posible gracias a este itinerario que atraviesa cinco de las cascadas más mágicas y bonitas de Mazaricos
Fervenza de Gosolfre, Mazaricos.
Concello de Mazaricos
Fervenza de Gosolfre, Mazaricos.
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El otoño conforma una de las estaciones más sorprendentes del año al tratarse de una época rica en contrastes y repleta de paisajes de una belleza especial. En esta temporada, la naturaleza va transformando poco a poco el entorno donde se encuentra, tiñendo la vegetación de tonalidades ocres y haciendo que los ríos y mares adquieran un semblante de lo más salvaje. Es por ello que recorrer alguna de las principales rutas de senderismo que terminan en cascada se presenta como uno de los mejores planes para hacer durante el otoño. De entre todas las opciones de la región, la Ruta das Fervenzas de Mazaricos es sin lugar a dudas una de las más completas y bonitas de todas cuantas existen en Galicia. 

Eso sí, la Ruta das Fervenzas de Mazaricos no es una ruta cualquiera, pues la realidad es que este trayecto en coche recorre cinco de las espectaculares cascadas que pueden encontrarse en este rincón de la provincia de A Coruña. Es importante señalar que el agua constituye uno de los elementos fundamentales del municipio coruñés, habiendo siendo durante décadas una parte importante dentro de la idiosincrasia y la historia de Mazaricos. Hablamos de un recorrido que se extiende a lo largo de unos 12 kilómetros de forma circular y que transcurre a orillas de los ríos do Couto, Rego Vao do Da casa, Rego Gosolfre y Sampaio. Es por ello que esta ruta supone un plan perfecto para el otoño y permite a sus visitantes descubrir de una forma única los paisajes fluviales del interior de la Costa da Morte, partiendo en primer lugar ―según el itinerario elaborado por el concello― del entorno de la Fervenza de Vioxo-Chacín y avanzando después hacia las cascadas de Santa Locaia, Gosolfre, Noveira y Firvado, respectivamente. 

Fervenza de Vioxo-Chacín

Fervenza de Vioxo-Chacín. Foto: Turismo de Galicia

La primera parada de la Ruta das Fervenzas de Mazaricos nos traslada hasta el entorno de Vioxo-Chacín, un extraordinario salto de agua que durante los meses de mayor caudal alcanza los 10 metros de altura. Este rincón en la parroquia de Santa Baia de Chacín conforma un lugar fascinante y repleto de magia, rodeado de una exuberante naturaleza e interesantes elementos etnográficos tales como antiguos molinos de agua. La senda en cuestión parte de las proximidades de las ruinas de la iglesia de Santa Baia de Chacín y al final de la misma es donde se encuentra esta pequeña catarata fruto de la orografía y las aguas provenientes del Rego do Casteliño, uno de los afluentes del Río Entíns. 

Fervenza de Santa Locaia o Leocaia

Fervenza de Santa Locaia o Leocadia, Mazaricos. Foto: Shutterstock

El itinerario por el interior de la Costa da Morte visita en su segunda escala la cascada de Santa Locaia (o Leocaia), la cual toma su nombre de un templo barroco situado a escasos metros del lugar. Este enclave enmarcado entre frondosos bosques y misteriosas aguas subterráneas es conocido por los vecinos de la zona como "O Pozo das Campanas", un paraje ―como tantos otros en Galicia― vinculado al mito y las leyendas. De hecho, según el relato popular, en tiempos remotos unos asaltantes llegaron hasta la capilla de Santa Locaia con la intención de sustraer la campana de la ermita, aunque nunca llegarían a lograrlo. Al parecer, tras la huida en la penumbra por este milenario robledal, los saqueadores trataron de cruzar el río Vao de Denonciña con la campana a cuestas, pero esta cayó al agua provocando el desprendimiento del terreno y la formación del mágico lugar sobre el que se asienta la Fervenza de Santa Locaia do Burato.  

Fervenza de Gosolfre

Fervenza de Gosolfre. Foto: Concello de Mazaricos

En el ecuador de esta ruta por los paraísos fluviales de Mazaricos , el acceso a la Fervenza de Gosolfre se presenta como uno de los tramos más complejos y difíciles, aunque también es uno de los más bonitos. Para alcanzar el salto de agua tendremos que avanzar a través de una senda corta (apenas 1,5 kilómetros) pero con una pronunciada pendiente envuelta por grandes arboledas y una frondosa vegetación. Es en este idílico entorno donde se encuentra la espectacular cascada de Gosolfre, la cual puede ser observada tanto desde la parte más alta del arroyo como en el punto exacto donde rompe dando lugar a una pequeña poza de agua. Cabe destacar que el trayecto hasta el salto de agua, los excursionistas también podrán observar los restos de una antigua central hidroeléctrica (A Fábrica da Luz).

Fervenza da Noveira

Fervenza de Noveira. Foto: Turismo de Galicia

La cuarta parada en este recorrido entre cascadas y naturaleza permite a sus visitantes descubrir el encanto especial de Noveira, un enclave donde el agua y las piedras se funden dando lugar a un paisaje de los más singular. Además, este es uno de los puntos de la senda donde más pozas naturales se forman, y  aunque a estas alturas del año las temperaturas y el tiempo no invitan del todo al baño, los reflejos de la naturaleza sobre el manto de agua en Noveira la convierten en uno de los escenarios más mágicos de esta ruta. Esta bonita cascada se encuentra situada a unos 220 metros de altitud y durante las épocas de mayor caudal, la pared de agua alcanza una caída libre de unos 10 metros

Fervenza de Firvado

Fervenza de Firvado. Foto: Wikiloc

El último punto dentro de la Ruta das Fervenzas de Mazaricos saca a la luz un enclave único donde la confluencia de varios ríos han creado un auténtico paraíso de pequeñas cascadas, rápidos y pozos. Lo cierto es que, a diferencia de otras cascadas mencionadas en este artículo, el entorno de la Fervenza de Firvado no destaca por alcanzar grandes alturas en sus saltos de agua. Su belleza recae en el conjunto paisajístico que conforma, rodeado de naturaleza autóctona y distintos elementos que contribuyen a crear ese escenario de cuento, entre ellos una tradicional pasarela de piedra, otro puente de madera e incluso un pequeño columpio con vistas al río. Además, del mismo modo que sucedía con la Fervenza de Locaia, la de Firvado también alberga en su razón de ser una historia de leyenda. O más concretamente el conocido como "Pozo Negro", un lugar donde, según cuenta el mito, el día de San Juan y antes de que salga el sol emerge de sus profundidades una enorme grade de oro

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