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Ryanair deja fuera de un vuelo, en Santiago, a un deportista gallego al no tener plazas libres

El afectado es un joven pontevedrés que viajaba a Sevilla para concentrarse con la Selección Española de Balonmano. A pesar de que tenía el billete, la compañía lo dejó en tierra
Aeropuerto de Santiago de Compostela.
Aeropuerto de Santiago de Compostela.

El pasado lunes el pontevedrés Manuel Lorenzo tenía que subirse al vuelo de Ryanair, que salía de Santiago de Compostela a las 07:55 horas con destino Sevilla. La sorpresa fue cuando al llegar al aeropuerto de Santiago se encontró con que su vuelo "se había perdido".

"La noche anterior intentamos hacer el check in online y nos salió un aviso de que se habían agotado las plazas pero que se podía hacer en el mostrador al día siguiente", explica la hermana del joven, Alba Lorenzo. "A las 06:00 horas llegamos al aeropuerto y en el mostrador nos dijeron que ya se había cerrado el check in porque el avión estaba completo", señala Lorenzo.

Desde Ryanair le explicaron que no había plazas disponibles ya que su política de venta de billetes vende un 3% más de plazas de las que hay disponibles. "Asumí que lo reubicarían en otro vuelo, pero no", sigue explicando Alba Lorenzo, "nos dijeron que ese vuelo estaba perdido".

Desde la aerolínea les explicaron que "el dinero estaba perdido", así que si querían volar tendrían que comprar el billete para el siguiente vuelo. Y eso fue lo que hicieron. "Mi hermano tiene 17 años, si llega a venir solo igual no tiene 150 euros para comprar otro billete", apunta su hermana.

El pontevedrés, jugador del Cisne Balonmano, viajaba a Sevilla para unirse a sus compañeros, los Hispanos juveniles -la selección nacional de balonmano-. De ahí, iban todos a Lepe y de ahí a Portugal, donde están disputando el Torneo 4 naciones. "La Federación le facilitó todo el viaje", señala Paula, quien explica que al no poder volar a primera hora, "mi hermano perdió todos los entrenamientos de ese día".

Reclamación

La hermana del chico afectado, abogada de profesión, presentó una hoja de reclamaciones, aunque no fue sencillo. "Fui al mostrador de información para solicitar las hojas de reclamaciones, las tenían allí pero me dijeron que tenía que presentarla online". Le dieron una hoja con los enlaces en los que debía presentar el documento: "Los enlaces estaban subrayados y no se distinguían las letras, lo hacen para disuadir a la gente de reclamar". Aún así, la pontevedresa consiguió presentar la reclamación a Ryanair, Aena y a Aesa y augura que el próximo paso será Consumo y presentar una demanda en el juzgado.

Manuel no fue el único afectado por el overbooking de la compañía, ya que según relata su hermana, en el vuelo posterior había otra persona en la misma situación. "A ella le dijeron que podía pagar el embarque pero que no le aseguraban que tuviese sitio".

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