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Una ruta de montaña en Galicia entre lagunas de origen glaciar

Caminar por el macizo de Trevinca tiene premio: conocer dos de las lagunas glaciares más bonitas de la Península
Lagoa de Ocelo (Fuente: Turismo de Galicia)
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Cuesta imaginar un paisaje natural más bello y virgen que Pena Trevinca donde, a lo largo de la historia, apenas ha intervenido la mano del hombre. El imponente macizo se alza grandioso al este de la provincia de ourense, en un espacio protegido que se extiende a lo largo de 25.000 hectáreas, y presume de ser el punto más alto de Galicia a 2.127 metros de altitud. Aunque comparte espacio con el Parque Natural Lago de Sanabria en la vecina Zamora, es en la zona gallega donde encontramos la cuenca de los ríos Sil, Bibei y Xarés, que en pleno invierno llegan a congelarse y en época de deshielo ofrecen su cara más amable. 

Pena Trevinca es, además, el primer destino Starlight de turismo astronómico en Galicia, con uno de los cielos más limpios de contaminación lumínica del mundo. Para potenciar este reconocimiento (sólo concedido a una quincena más de lugares en todo el planeta) se ha construido en A Veiga el Centro Astronómico de Trevinca, con salas de exposiciones, simuladores de realidad virtual y planetario, que cada vez está más cerca de inaugurarse. 

Aquí, en Trevinca, se forman bellos lagos naturales y otros elementos de origen glaciar que merece la pena conocer. Para hacerlo, es necesario “sufrir” antes, y también disfrutar de lo lindo, alguna de las varias rutas de montaña que rodean el pico; la que lo asciende durante 25 kilómetros permite contemplar a nuestros pies el valle glaciar del Tera y los cercanos picos de Peña Negra y Peña Surbia. 

Otro sendero recomendable y más asequible es el PR-G 200 Ruta das lagoas glaciares da Serpe e do Ocelo. Acompáñanos en su recorrido. 

Ruta das lagoas glaciares da Serpe e do Ocelo

Senderistas en Trevinca (Fuente: Turismo de Galicia)

Está catalogada como ruta de pequeño recorrido, pero los 14 kilómetros que hay que caminar para culminarla no son poca cosa. Estamos hablando de Pena Trevinca, de paisajes abruptos y alta montaña, pero todo es posible con preparación física, el debido avituallamiento y un equipamiento adecuado. 

La PR-G 200 Ruta das lagoas glaciares da Serpe e do Ocelo tiene trazado circular, con un recorrido de ascensos y descensos que se inicia junto a la iglesia de Santa María Madalena en A Ponte en A Veiga y enseguida pasa por el Centro de Visitantes. Muy cerca de este punto el camino nos obliga a elegir entre dos bifurcaciones: la que asciende hacia el Monte Fial y la primera de las lagunas glaciares, la Lagoa da Serpe; o bien la de la derecha, que lleva hasta la Lagoa de Ocelo.

Paisajes de Pena Trevinca (Fuente: Turismo de Galicia)

Lo habitual es seguir la segunda posibilidad para comenzar con una subida mucho más suave e ir en aumento hasta los 1.510 metros de altitud de Ocelo. Una vez vista la bonita Lagoa de Ocelo, donde a veces se pueden ver caballos salvajes paciendo en libertad, el camino se vuelve más estrecho y va rodeando la ladera del Monte Fial hasta llegar a uno de los enclaves más llamativos de la ruta: la Lagoa da Serpe

Esta peculiar laguna es fascinante en muchos y muy diversos aspectos. No sólo por ser un espectáculo visual de primer nivel, si no por la forma en que se originó y por las leyendas que la rodean. La Lagoa da Serpe es glaciar, se formó en el Cuaternario y es casi una excepción en Europa, ya que a en lugar de surgir de un valle glaciar con lengua de hielo, se creó a partir de una especie de “casquete” en la cima de la montaña. Una vez ese casquete se iba derritiendo, el hielo se deslizaba por la ladera de la montaña, formando en su camino varias lenguas de hielo que dieron lugar a la laguna.

Lagoa da Serpe con nieve (Fuente: Turismo de Galicia)

La flora que la rodea tampoco suele ser habitual en estas zonas de montaña, destacando la Xanzá, a la que se atribuyen propiedades medicinales y la Drosera rotundifolia, una planta carnívora. Ranas patilongas e ibéricas, en peligro de extinción y algunos tipos de mariposas endémicas de la Península, completan la fauna que rodea a la Lagoa da Serpe. 

Con respecto a la leyenda, esta cuenta que en la laguna se encuentra una joven princesa convertida en serpiente por un maleficio, aguardando a que algún valiente caballero la rescate y le devuelva su forma humana. 

Para admirar la laguna en toda su plenitud no podía faltar un buen mirador; una vez amortizado el esfuerzo y con las vistas de la Lagoa da Serpe a recaudo en el disco duro de la retina, se sigue camino hasta la cumbre del Monte Fial, a 1.841 metros de altitud y donde según temporada es posible caminar sobre nieve. Es otro excelente observatorio desde el que contemplar casi al completo la Serra de Trevinca y los valles de los ríos Bibei y Xares. 

Ya sólo queda acometer el descenso, la parte del camino donde más sufren las rodillas del senderista, afrontando los caminos de Pena Ferro y As Calellas. 

Otras rutas que llevan a glaciares

Ruta Val do Glaciar de Prada (Fuente: Turismo de Galicia)

Además de esta, hay otras rutas en Galicia que conducen a formaciones de origen glaciar, entre las que destaca la PR-G 138 Ruta Val do Glaciar de Prada, en Manzaneda, que también se puede hacer en bicicleta de montaña. La distancia es similar a la ruta anterior, aunque con menos dificultad, que se estima como media para este recorrido. 

Partiendo de San Miguel de Bidueira, templo barroco del s. XVIII, se sigue el curso del río Requeixo, pasando por aldeas abandonadas y refugios de montaña para el ganado. El principal reclamo de esta senda es observar el Circo Glaciar de Prada, de entre 50 mil y 10 mil años de antigüedad, encajado entre las montañas de O Invernadeiro y Serra de Queixa.

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/

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