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El castillo de Galicia en el que vive la tradición y que cada año asaltan los Irmandiños

Además de la exposición del Centro de Interpretación y el popular festejo del "Asalto ao Castelo", en el interior del recinto también tiene lugar una muestra de artesanía en vivo que promueve el patrimonio intangible y tradicional de la comarca
Castillo de Vimianzo, A Coruña.
Castillo de Vimianzo, A Coruña.
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Castillos, torres, fortalezas y hasta restos de antiguos recintos amurallados se erigen por todo el territorio gallego como símbolos de la riqueza y el poder que tuvieron en algún momento del pasado los lugares en los que se emplazan. La realidad es que estos gigantes de piedra conforman el testimonio vivo de la cultura medieval y el enorme patrimonio del que presume Galicia, muchos de ellos declarados por su valor como Bienes de Interés Cultural e incluso Patrimonio de la Humanidad. Una de las fortificaciones más antiguas y mejor conservadas de la región se encuentra en el municipio coruñés de Vimianzo, capital natural de la Terra de Soneira. En estos terrenos enclavados en mitad de la denominada Costa da Morte, la silueta del Castillo de Vimianzo se alza en el horizonte urbano de la localidad como un verdadero tesoro del siglo del feudalismo

También conocido como Torres de Martelo, esta emblemática fortaleza gallega situada en la entrada de la villa de Vimianzo hunde sus raíces entre finales del siglo XII y principios del XIII. Como curiosidad cabe decir que, según apuntan algunos de los documentos preservados, este antiguo bastión habría sido construido por orden de los Mariño de Lobeira, uno de los linajes más poderosos e importantes que existieron en la Galicia medieval. En el presente, el Castillo de Vimianzo se mantiene en pie como un auténtico reducto de la historia, pues más allá de la exposición permante del Centro de Interpretación da Costa da Morte, en el interior del recinto todavía se llevan a cabo un sinfín de actividades tradicionales ―como en el caso del Museo de Artesanía en Vivo― y cada verano también lugar entre sus muros una de las fiestas más populares de Galicia: el "Asalto ao Castelo", una espectacular recreación de época de las Revueltas Irmandiñas y la toma del castillo. 

En las entrañas del Castillo de Vimianzo

Castillo de Vimianzo, A Coruña. Foto: vimianzo.gal

La fortificación de origen medieval de Vimianzo se encuentra en un muy buen estado de conservación. Lo cierto es que entre sus muros todavía son visibles algunos elementos cuyo origen se remonta al siglo XIII, si bien es cierto que la mayor parte de la infraestructura preservada pertenece a los siglos XIV y XV. Uno de los momentos clave de su historia tuvo lugar en el año 1348, época en la que el rey Alfonso XI confiscó la fortaleza a los Mariño de Lobeira para más tarde hacer negocios con el arzobispo compostelano Juan García de Manrique. La titularidad de la propiedad fue cambiando de dueños a lo largo del tiempo (entre ellos al duque de Arjona) hasta que entre 1425 y 1429 llegó por primera vez a manos de la noble familia de los Moscoso de Altamira.  

Otro momento oscuro de su pasado tuvo lugar durante las revueltas Irmandiñas, cuando el castillo vimiancés fue asediado, tomado por las armas y destruido alrededor del año 1467. Cuando las rebeliones sociales llegaron a su fin, la fortaleza fue reconstruida a petición de Fonseca II, aunque no sería hasta el año 1472 cuando el emblemático castillo regresaría a las propiedades de los Moscoso por obra del Conde de Altamira. La última gran reforma que recibió el castillo tuvo lugar en el siglo XIX por Evaristo Martelo Paumán, Marqués de Almeiras. Con el tiempo, las titularidades se siguieron sucediendo hasta que en 1973 fue comprado por la Diputación de la Provincia de A Coruña y acondicionado para su visita

En la actualidad, el Castillo de Vimianzo presenta una planta poligonal irregular y adaptada al terreno, compuesto por tres torres defensivas rectangulares distribuidas alrededor de un extraordinario patio de armas. Sin dejar atrás tampoco la llamativa silueta de la torre da homenaxe y sus características almenas voladizas. De hecho, cabe decir que las almenas en punta de diamante que ahora sólo son visibles en la citada torre del homenaje y el paseo de uno de los muros, rodeaban en el pasado la totalidad de la fortaleza. El perímetro de este castillo gallego se encuentra rodeado por un profundo foso, conservando asimismo el camino de ronda y el portalón de entrada al patio de armas. Es en este punto, precisamente, donde se puede observar todavía el escudo con la cabeza de lobo de los Moscoso. 

Un espacio para la protección de la cultura y tradición gallega

Muestra de artesanía en vivo de 2022 en el Castillo de Vimianzo. Foto: vimianzo.gal

El presente del Castillo de Vimianzo se dibuja de la mano de la tradición y la cultura. Una de las curiosidades de este espacio fortificado es la muestra permanente de artesanía popular que tiene lugar entre sus muros. Un verdadero museo de artesanía a vista del público en el que trabajan diferentes artesanos y artesanas de la comarca ―en palillería, encaje, cestería, olería, trabajos en cuero, lino o plata e incluso maquetas―, como una forma de proteger y promover el patrimonio intangible que representan todos estos oficios centenarios. La singular oferta artesanal de esta exposición que tiene como escenario la fortaleza gallega se encuentra abierta durante todo el verano y los fines de semana del resto del año. Además, en esa misma línea de preservación de la cultura popular, en una de las torres del Castillo de Vimianzo también podremos encontrar un Centro de Interpretación da Costa da Morte. 

Al margen de estas exposiciones permanentes dentro del castillo, durante el primer fin de semana del mes de julio tiene lugar en la fortaleza de Vimianzo la famosa y multitudinaria fiesta del "Asalto ao Castelo". Un festejo en el que cada año se rememora un hecho trascendental en la historia de este castillo: la Revuelta Irmandiña que tuvo lugar en estas tierras allá por el siglo XV. A lo largo de estas jornadas de principios de julio, miles de personas se congregan en el interior y los alrededores de la fortaleza para escenificar el levantamiento de todo un pueblo contra los señores feudales y el consiguiente logro de poder por parte de los irmandiños en un acto simbólico de toma del castillo vimiancés. 

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