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Frederick Rodríguez, director de hotel coruñés: "El cliente tiene que dejar sus problemas atrás"

Nacido en Caracas y criado en la ciudad herculina, este veterano del mundo del hospedaje ha trabajado en países como México o Jamaica antes de asentarse en Lanzarote, donde está al mando de uno de los hoteles más importantes de la isla
Frederick Rodríguez, director de hotel.
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Frederick Rodríguez, director de hotel.
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Aunque nació en Caracas, se define como un CTV (coruñés de toda la vida). Frederick Rodríguez llegó a los seis años a la ciudad de A Coruña y a los siete ya era socio del Dépor. Ahora, este coruñés dirige uno de los hoteles más importantes de España tras una gran trayectoria en el mundo del hospedaje.

Frederick no tenía claro que quería hacer con su vida: pensó en ser mecánico, ingeniero o informático, pero finalmente encontró su vocación en el turismo. "Un profesor que tenía me cambió la vida. Un día me invitó a su casa y estaba su hija, que ya estudiaba en el Centro de Estudios Turísticos de Santiago de Compostela. Convenció a mis padres y empecé a estudiar allí", cuenta a Quincemil.

En el centro se formó en todas los estamentos del mundo hostelero, desde camarero a cocinero, pasando por dirección de hotel, algo a lo que acabaría dedicando su vida. "El índice de salir con trabajo en mi época era del 97%. Eso sí, tenías que ir en traje, afeitado y bien peinado. Si no lo hacías te ponían una falta y cuando tenías 120 te mandaban a casa", recuerda Frederick.

En aquella etapa se formó y aprendió la disciplina necesaria para trabajar en el ritmo frenético de un hotel. Las grandes compañías acudían al centro de hostelería buscando mano de obra "barata y bien formada", recuerda Frederick. Él fue seleccionado por Barceló y llegó a trabajar en México.

"Trabajar en un hotel es estar en una jaula de oro en la que eres el rey del mambo"

Frederick Rodríguez

En su primera etapa no se encontró a gusto con su trabajo y volvió a Galicia para pedir que le cambiaran de empresa. Allí ficho por Palladium Hotel Group, que nació de la mano del exministro popular Abel Matutes. En este nuevo periodo, Frederick encontró su sitio y trabajó en diferentes puestos de responsabilidad en México, Jamaica o Republicana Dominicana.

Finalmente, decidió volver a España porque echaba de menos su tierra y necesitaba cambiar de aires: "No era lugar para tener una familia. Trabajar en un hotel es estar en una jaula de oro en la que eres el rey del mambo. He vivido accidentes, suicidios y otras cosas muy duras".

Apoyó el inicio de un restaurante mítico de A Coruña

Frederick volvió a A Coruña con un proyecto junto a su hermana y cuñado. Ellos necesitaban apoyo económico para impulsar su restaurante, él los ayudó y de ahí nació 55 Pasos, uno de los restaurantes más valoradas de la ciudad que se ha convertido en todo un referente. Además aprovechó para disfrutar de un verano en su tierra: "Por estudios no pude y luego tenía que hacer las prácticas por ahí todos los veranos".

Aunque estaba a gusto en su vuelta a A Coruña, su mujer, que es colombiana, no terminaba de adaptarse al clima y decidieron iniciar en una nueva aventura en Canarias: "Me ofrecieron ir a una compañía trabajando en la central de lunes a viernes, librando el fin de semana y los festivos. Estuve ahí tres años, me ofrecieron dirigir un hotel y no podía aceptar".

Una nueva etapa en Lanzarote

Frederick estaba adaptado a un nueva vida, pero la cosa se truncaría cuando la empresa hizo varios despidos. Este coruñés se tuvo que volver a reinventar una vez más y ahí llegó su gran oportunidad, fichar por LIVVO Hotel Group en Lanzarote.

"Me enamoré de la isla, es una gran desconocida. Este es un proyecto maravilloso, la recepción es una réplica del volcán", cuenta Frederick. De su mano el hotel ha crecido en valoración en Tripadvisor y Google y ya es uno de los más prestigiosos de la lista.

"Lo más positivo de este trabajo es que la gente disfrute. Cuando el cliente pisa tú hotel, tiene que dejar sus problemas atrás. Yo dirijo personas, cuyo bienestar depende de mí. Si haces que ese equipo esté feliz, ellos harán felices al cliente", concluye Frederick.

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