Mario Vargas Llosa saluda a Juan Carlos I, tras pronunciar su discurso de ingreso en la Academia Francesa.

Mario Vargas Llosa saluda a Juan Carlos I, tras pronunciar su discurso de ingreso en la Academia Francesa. Sarah Meyssonnier REUTERS

España

La ceremonia de Vargas Llosa en París, trampolín para que Juan Carlos I vuelva a España

El Nobel de Literatura considera que la contribución del Emérito a la llegada de la democracia pesa más que los pecados que ya ha purgado con dos años y medio de exilio.

10 febrero, 2023 03:21

Juan Carlos I cree que ha llegado el momento de regresar a casa, una vez ha saldado sus cuentas pendientes con Hacienda y con la Fiscalía Anticorrupción. Al menos esa es la esperanza que manifestó ayer jueves, tras asistir en París a la ceremonia de ingreso de Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa.

El Nobel de Literatura cursó personalmente la invitación para que pudiera asistir al solemne acto celebrado en París el Rey emérito, al que le une una estrecha amistad, junto a la infanta Cristina.

Y tras pronunciar su discurso de ingreso, en el que ha hecho un canto a la libertad y ha rendido homenaje a la resistencia del pueblo de Ucrania, el escritor ha dedicado unas palabras de apoyo al Monarca ante los periodistas: "Yo creo que tendría que haber un poco más de comprensión y de agradecimiento con un rey del que depende en gran parte la libertad de la que gozamos hoy en España".

[El rey Juan Carlos confiesa en París que "seguramente" viajará pronto a España]

Pero todavía está por ver si Juan Carlos I, cuya salud se encuentra visiblemente deteriorada, está más cerca de poner fin a su exilio en Emiratos Árabes, tras abandonar España en agosto de 2020 en medio del escándalo por la millonaria fortuna que ocultaba en varios paraísos fiscales.

Desde entonces sólo ha pisado suelo español en una ocasión, el pasado mes de mayo. Se alojó en Sanxenso (Pontevedra), en la vivienda del empresario Pedro Campos, se animó a navegar y despertó a su paso muestras espontáneas de cariño.

El momento más emotivo de su visita fue su escapada para asistir a un partido de baloncesto de su nieto, Pablo Urdangarin, en el pabellón municipal de Pontevedra.

Pero la presencia del Emérito provocó una visible incomodidad del Gobierno. En los días posteriores, varios ministros repitieron la misma consigna: Si quiere regresar a España, Juan Carlos I debe "una explicación" a los españoles sobre los escándalos que ha protagonizado.

[Vargas Llosa, en la Academia Francesa: "La novela salvará la democracia o morirá con ella"]

Dos de los principales socios del Gobierno, ERC y Bildu, aprovecharon para desempolvar una inicia parlamentaria que pide derogar el delito de injurias a la Corona y los ultrajes a España.

Juan Carlos I no tiene en estos momentos ninguna causa judicial abierta en nuestro país. La Fiscalía del Tribunal Supremo archivó el pasado mes de marzo las diligencias que había abierto al Emérito, tras constatar que una parte de los hechos investigados presuntamente delictivos han prescrito, mientras que otros ocurrieron cuando estaba cubierto por la inviolabilidad constitucional, como Jefe del Estado.

Juan Carlos I evitó la imputación por delito fiscal al regularizar su situación con la Agencia Tributaria. Por otro lado, la Fiscalía Anticorrupción no ha logrado acreditar el presunto cobro de una comisión millonaria por la adjudicación del contrato del AVE a la Meca.

La última cuenta pendiente del Emérito con la Justicia se situaba en Londres, donde la que fue su novia durante varios años, Corinna Larsen, le acusaba de acoso, seguimiento ilegal y difamación.

[Reino Unido reconoce la inmunidad de Juan Carlos en la demanda de Corinna pero sólo hasta 2014]

La causa perdió fuelle cuando Corinna decidió retirar la acusación contra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y su exdirector, Félix Sanz Roldán. El pasado mes de diciembre, la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales reconoció la inmunidad de Juan Carlos I hasta su abdicación, en 2014. De este modo, sólo podría ser juzgado por los hechos posteriores a esta fecha.

Coincidiendo con la celebración del juicio, Corinna difundió un pódcast en varias entregas, en los que aireaba los episodios más escabrosos de su relación con el Emérito.

Las grabaciones fueron realizadas, como ha informado PORTFOLIO/EL ESPAÑOL, a través de una larga entrevista con los periodistas Tom Wright y Bradley Hope, exreporteros del The Wall Street Journal que ahora dirigen el Project Brazen, una productora de investigación periodística.

La relación entre Juan Carlos I y Corinna salió a la luz en 2012, cuando el entonces monarca sufrió un aparatoso accidente durante su infausta cacería de elefantes en Botswana. Aunque la relación entre ambos era un secreto a gritos entre algunas autoridades del Estado, que hasta entonces no había trascendido a la prensa.

[La noche en la que a Juan Carlos I se le cayeron encima un elefante, Corinna y la Corona]

El socialista José Bono desveló en noviembre de 2021 que, durante su etapa como ministro de Defensa, vetó la presencia de Corinna en un viaje oficial de Juan Carlos I porque no consideraba apropiado que la aristócrata germana subiera al avión del Ejército del Aire en su calidad de "amiga del Rey".

En su exilio de Abudabi, Juan Carlos I ha recibido frecuentes visitas de sus hijas, las infantas Elena y Cristina. También se ha reencontrado con amigos como el periodista de la Cadena Cope Carlos Herrera.

Ahora, la ceremonia de ingreso en la Academia Francesa de Mario Vargas Llosa, quien ha exhibido públicamente en París su estrecha amistad con Juan Carlos I, puede acercar al Emérito de nuevo a España.

El Nobel de Literatura considera que la contribución del Monarca a la llegada de la democracia pesa más que los pecados que ya ha purgado con dos años y medio de exilio.