Pescado y marisco

Lentejas con bacalao, una alternativa al potaje de cuaresma tradicional

Las lentejas van de maravilla también con el bacalao. Este potaje reconfortante es muy fácil de hacer, está lleno de sabor y es una gran opción para quien no le gustan los garbanzos.

13 abril, 2022 11:42

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No hay frio que se resista a un buen plato de legumbres. Ni Semana Santa sin su potaje de bacalao, aunque este año los garbanzos le ceden el protagonismo a las lentejas. Estas son tremendamente versátiles y con ellas podemos combinar prácticamente todo.

Sin embargo, es un hecho que no se consumen tanto como antaño, sobre todo en épocas veraniegas, quizá por el tedio que a priori pueda parecer cocinarlas, y es que, en general hay que tener en cuenta el remojo previo.

Pero la realidad es que estofar cualquier legumbre no requiere de mucho tiempo ni habilidad especial, sobre todo a día de hoy que la industria conservera tiene infinidad de opciones ya cocidas y que, gracias a la tecnología, contamos con la olla exprés. Congelan perfectamente, por lo que siempre es bueno hacer de más e ir disponiendo de ellas posteriormente con esfuerzo nulo.

La receta de hoy es con lentejas, una legumbre que no necesita obligatoriamente una previsión de remojo, y a las que solo hay que añadirles un sofrito básico, agua o caldo y el ingrediente principal. Las recetas tradicionales castellanas utilizan siempre algún tipo de carne del cerdo (como estas lentejas con morcilla y espinacas, las lentejas con chorizo y oreja de cerdo o estas lentejas con salchichas), pero hoy les vamos a dar una vuelta sustituyendo a los sacramentos de este animal por bacalao y rúcula, una combinación ganadora con la que vamos a rendir homenaje a los platos más marineros utilizando ese bacalao desalado tan popular en las cocinas de España que aporta muchísimo umami a cualquier plato.

En cuanto al tipo de lenteja, me gusta con la castellana o la pardina, pero si preferís una mordida más compacta podéis optar por una verdina o caviar. El bacalao podría sustituirse por cualquier otro pescado o incluso por unas gambas (igualmente sustituibles por langostinos o gambón) utilizadas frescas, para aprovechar el sabor de su piel y sus cabezas en el caldo. Igual que unas espinas de pescado.

Podríamos añadir, si queremos enriquecer aún más nuestro guiso, unas setas por ejemplo. Se pueden utilizar variadas y en función del gusto de cada uno. Funciona muy bien con níscalos, boletus, e incluso con el típico champiñón del que disponemos todo el año. Las utilizaremos mejor frescas en temporada, y secas o en conserva el resto del año. Pero si nos queremos hacer fácil la vida con la rúcula y el huevo duro quedaremos como marqueses. 

Tan solo una previsión con este plato, y es que una vez apagado el fuego las lentejas siguen absorbiendo algo de caldo, por lo que es mejor quedarse un poco largo de este y quizá triturar un poco con un par de cucharadas de lentejas para darle cuerpo, que quedarse corto y que nos queden secas.

Cómo hacer potaje de lentejas con bacalao

Lentejas con bacalao Clara Villalón

Ingredientes

  • Cebolla, 1 ud
  • Aceite, 2 cucharada
  • Dientes de ajo, 2 ud
  • Laurel, 1 hoja
  • Lentejas, 200 g
  • Migas de bacalao desaladas, 180 g
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Sal, c/s
  • Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada al final
  • Rúcula, 60 g
  • Huevos, 2 ud
  • Caldo de pescado, 2 litros aprox

Paso 1

Pochar la cebolla cortada en brunoise con el aceite de oliva y la sal. Tenemos que hacer que caramelice y coja un tono tostado y eso tardará al menos unos 20 minutos. ¡Con cuidado de que no se queme! 

Paso 2

Agregar los dientes de ajo pelado y la hoja de laurel. Incorporar también las lentejas y remover bien; entonces agregar el caldo de bacalao y dejar que rompa a hervir. Incorporar también pimienta negra molida y un poco de sal. Cuando rompa a hervir bajar el fuego al mínimo y tapar, dejar cocinar al menos durante 1 hora hasta que las lentejas estén bien tiernas. 

Paso 3

Cuando las lentejas ya estén en su punto, añadir el bacalao previamente desalado y también la rúcula, dejar cocinar durante un par de minutos hasta que todo se haya homogeneizado. 

Paso 4

Cocer los huevos duros durante 10 minutos. Dejar enfriar, pelar y trocear en cuartos.

Paso 5

Servir las lentejas con el huevo duro, un poco más de rúcula fresca y un chorretón de aceite de oliva virgen extra.