En España una de las cocinas internacionales más amadas es la mexicana. A quién no le encanta comerse unos tacos al pastor o unos tacos de pollo fáciles, acompañados con un buen pico de gallo y regados con una michelada. Dentro de la enorme variedad de platos típicos mexicanos destacan las quesadillas, y aunque ya aprendimos a hacerlas de pollo y verduras hoy vamos con la tinga de pollo, una de las más famosas.

Ingredientes

  • Pechugas de pollo, 400 g
  • Cebolla, 1 ud
  • Chalota, 1 ud
  • Ajo, 1 ud
  • Tomate en conserva, 500 g
  • Salsa chipotle, 4 cucharadas
  • Queso de oveja para fundir, 150 g
  • Tortitas mexicanas, 12 uds
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, c/s
  • Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
  • Caldo de pollo, 100 ml

Ay, México lindo. País donde se vive la fiesta todos los días; se baila, se canta, se brinda por la vida y en las calles abunda esa comida callejera que todo mexicano lleva en la sangre. Lugar en el que descubrir los sabores más profundos y mágicos del mundo por su increíble biodiversidad y su variedad de culturas indígenas, salsas y moles que jamás se podrán encontrar en ningún otro lugar del globo terráqueo.

Todo eso se suma para hacer una de las mejores comidas del mundo. Tamales, memelas, huaraches, tacos o quesadillas, y mucho más. México es rico; tiene el mejor producto, una excelsa calidad y un sinfín de comida, bebida y platillos emblemáticos llenos de sabor, aroma y sazón.

México es chingón. México es comida; es la pureza pura de las antiguas cocinas de fuego lento, asados y horas y horas de cocción bajo tierra. México, con esos mercados abarrotados de chiles y especias, es la mejor representación de lo que puede ser “comida callejera”.

Y precisamente, estas raíces humildes, desordenadas y “vulgares” son el origen etimológico de nuestra receta de hoy: la humilde y muy fácil de hacer tinga de pollo. Dentro del nombre de quesadillas mexicanas tenemos que contar con una tortilla y queso y, a partir de ahí, el infinito.

La tinga es una receta fácil y rápida elaborada con carne deshebrada en una salsa a partir de tomate, cebolla, ajo y chile chipotle casi siempre, que le da ese punto ahumado característico. Generalmente se consume en taco, tostada (una tortilla frita y crujiente) o quesadilla (que no deja de ser un taco con queso) acompañado de aguacate y queso fresco, pero lo genial que tienen los platos humildes de México es que son muy versátiles y se pueden adaptar perfectamente al gusto de cada uno (los hay de cerdo, al pastor, veganos…).

Aunque la tinga de pollo es la más popular, existen tingas de pescado, de carne de ternera, de longaniza, e incluso, en algunas casas, se mezclan todas estas carnes a la vez. Es cierto que en España no tenemos mucha costumbre de comer en la calle y no muchos de los restaurantes mexicanos que hay en nuestro país son fieles a los sabores y recetas originales. Pero los mejores restaurantes mexicanos sí que ofrecen una experiencia auténtica.

Si le preguntas a un mexicano, seguramente te va a decir que lo más importante a la hora de hacer una quesadilla o un taco es la tortilla; y si es de maíz, mejor. Para los mexicanos, el maíz es la herencia de la Madre Tierra que les ha dado comida y cobijo durante toda su existencia. Viene a ser algo celestial que se hace a mano y debe acompañar muchos platos aunque si no queréis realizar la tarea os recomiendo mucho las que vende la marca Maíz Maya, tanto las tradicionales como de maíz azul, te llevan directamente a las de Ciudad de México.

Dentro de ella un equilibrio perfecto entre dulce, salada y picante. Da igual si no te gusta, un auténtico taco tiene que enchilarte. Para probar unos muy buenos tacos Mawey Taco Bar es pura esencia mexicana con cierta influencia mediterránea, La Tomata con toda su autenticidad y Tepic, es un restaurante fiel a su origen donde se toman la cocina maya muy en serio.

Cómo hacer quesadillas mexicanas

Y ahora que tenemos un concepto general sobre la cocina mexicana, sus orígenes y los elementos más importantes a los que hay que prestar atención, vamos con la preparación de la receta de quesadillas fácil paso a paso.

Paso 1

Cocer el pollo durante 30 minutos con un trozo de apio, de zanahoria, de nabo y una cebolla. Se puede utilizar cualquier verdura que se nos haya quedado en el fondo de la nevera y no sepamos muy bien qué hacer con ella. El caldo resultante de esta cocción nos servirá para el resto de la receta y también para beberlo como consomé.

Paso 2

Cuando todavía esté caliente, para que sea más fácil, mechar el pollo (deshilacharlo) con ayuda de un tenedor o, si se prefiere, hacerlo directamente con las manos. 

Paso 3

Pelar y cortar un diente de ajo, una cebolla y una chalota. Picar muy, muy pequeñito para que, a la hora de cocinarlo, suelte mejor todos sus aromas.

Paso 4

En una cazuela, con un chorro de aceite y sal, sofreír la verdura a fuego medio-bajo durante unos 10 minutos. No queremos que se vuelva muy transparente, sino que se cocine poco a poco, pero adquiriendo ese color doradito que tan buen sabor le da.

Paso 5

Cuando esté cocinado, agregar los tomates en conserva y dejar que reduzca toda su agua a fuego medio y con cuidado de que no se pegue. Rectificar de sal y pimienta.

Paso 6

Cuando haya evaporado todo el agua, añadir las cucharadas de salsa chipotle. Mezclar todo bien e incorporar el pollo y un poco de su caldo.

Paso 7

Integrar todo bien y dejar cocinar 15 minutos más a fuego suave removiendo constantemente hasta que se quede una mezcla homogénea y sin líquido (esto es importante para que luego las quesadillas no sea ablanden)

Paso 8

En una sartén caliente, pero con el fuego casi al mínimo, colocar una tortilla de maíz y, sobre ella, un poco de queso. Tapar y esperar 20 segundos.

Paso 9

Cuando el queso esté blandito, poner una cucharada buena de tinga de pollo y colocar la otra tortilla encima. Tapar 20 segundos y dar la vuelta. Volver a tapar 1 minuto y estará listo para poder disfrutarlo con unos buenos amigos y una buena chela mexicana.