
Dani García.
El chef Dani García confiesa cuánto dinero gana: "No me puedo quejar"
Según ha confesado en entrevistas, el chef malagueño empezó la década facturando 25 millones de euros, con previsiones de llegar a los 100.
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Desde las cocinas de Andalucía hasta los salones más exclusivos de Madrid, Dubái o Nueva York, el chef Dani García ha trazado una trayectoria meteórica que hoy no solo se mide en estrellas Michelin -parece que esas dejaron de importarle tanto a García, cuando renunció a ellas-, sino también en cifras económicas que reflejan su éxito
Con tres estrellas Michelin en su haber —dos en el sofisticado Smoked Room de Madrid y una más en su homónimo en Dubái—, y más de 20 restaurantes repartidos por el mundo, Dani García es hoy una de las figuras más influyentes de la gastronomía contemporánea.
Su propuesta, que combina la raíz andaluza con técnicas de vanguardia, ha elevado la cocina del sur de España a un escenario global. Pero este éxito no ha sido fruto del azar. Como él mismo recalca, “los restaurantes existen si ganan dinero. Si no, dejan de existir”.
A diferencia de otros chefs que rehúyen hablar de sus ingresos, García lo aborda sin complejos. “Nadie quiere hablar, pero todo el mundo depende de él [del dinero]. Esto es una cosa que en cocina nunca jamás entendí”, explica con honestidad.
“No me puedo quejar, la verdad. A día de hoy tengo mucho más de lo que nunca hubiera soñado”, confiesa el chef malagueño en una reciente entrevista con la revista Esquire. Lejos de los tabúes, García se atreve a hablar de lo que pocos en su sector comentan abiertamente: el dinero.
Y es que sus palabras no son una simple pose mediática. El chef asegura que su situación económica le ha permitido cumplir sueños personales y familiares. “Mi madre quería una casa en el centro de Marbella y ya la tiene”, cuenta con orgullo. También destaca cómo el fruto de su trabajo le permite dar lo mejor a sus hijas. “La mayor estudió en Londres. La pequeña también y ahora se va a Boston porque puedo pagarlo, y además de una manera holgada”, afirma.
Pero más allá del lujo, García pone el foco en algo que considera aún más valioso: el tiempo. “Aparte de para comprar tiempo y libertad, el dinero también está para estas cosas y para la familia”, señala.
Dani García no solo representa la figura del chef de éxito, sino la de un empresario gastronómico que ha sabido transformar su talento en un emporio con identidad propia. Su capacidad para crear conceptos innovadores, adaptarse al mercado internacional y mantener una identidad culinaria única lo han convertido en un referente no solo en los fogones, sino también en el ámbito empresarial.
En tiempos donde muchos artistas de la cocina se ven obligados a cerrar locales o buscar otras fuentes de ingreso, García se planta como un ejemplo de que es posible alcanzar el equilibrio entre la creatividad y la rentabilidad. Y lo hace con la franqueza de quien ha cocinado su propio destino sin recetas prefabricadas.
“No me puedo quejar”, dice. Y no, no puede. Ni debe. Porque su éxito es, en gran medida, el reflejo del sabor del trabajo bien hecho.