Montaje con una imagen de Kike y un mecánico.

Montaje con una imagen de Kike y un mecánico. Freepik

Motor

Kike, mecánico, sobre la falta de trabajadores: "Es difícil encontrar buenos empleados, la juventud no quiere trabajar"

El dueño del taller fue crítico con la situación actual de los trabajadores y los jóvenes.

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Al igual que otros sectores como la albañilería o la carpintería, la mecánica vive una situación complicada donde no parecen encontrar un relevo generacional.

Son oficios con una gran escasez de profesionales y que complica implementar nuevos trabajadores.

Justo el caso de Kike, un mecánico que contó en redes sociales (@Adrian G. Martin) cómo no podía encontrar jóvenes para trabajar debido a su falta de interés en estos sectores.

Faltan mecánicos en España

En la actualidad, cada vez son menos los jóvenes que muestran interés por dedicarse a la mecánica. "Es difícil encontrar nuevos empleados porque la juventud no va, no va ni de trabajar ni de estudiar", aseguraba Kike.

Muchos consideran que es un trabajo duro, sucio o poco valorado socialmente, mientras que se sienten atraídos por profesiones percibidas como más modernas, tecnológicas o con mejores ingresos.

"Encima en este mundo en el que tienes que prepararte, aquí no sirve decir que quieres trabajar, sirve saber trabajar", apuntaba el mecánico. "Ten en cuenta que dejando un tornillo suelto de un coche puedes matar a una persona".

Por ello, ante la pregunta de por qué los jóvenes no quieren ser mecánicos, Kike no tuvo duda: "Creo que no quieren trabajar en nada, personalmente. Si que es verdad que vivimos en un mundo en el que las redes sociales han trastocado un poquito lo que es la perspectiva de los jóvenes en el trabajo".

"Todos se creen que pueden ser influencers o encontrar cosas online y realmente encontrar mano de obra para los oficios clásicos como carpintería o electricista, se está complicando bastante", reflexionaba el profesional.

De hecho, Kike señaló cómo creía que hacía falta "un replanteamiento de la formación profesional" y cambiar el modelo de educación de los jóvenes con su proyecto de vida.

"Por ejemplo, yo tengo dos hijos y están trabajando en la hostelería pero no porque quieran sino porque están ganando muchísimo dinero", indicaba el mecánico. "Buscan trabajo para ganar dinero, no tienen vocación. Yo lo mío es vocación pero los chavales no tienen vocación".

Asimismo, Kike no dudaba en cargar contra las redes sociales y cómo la gente se quejaba de estas profesiones: "He trabajado hasta las 12 de la noche, he trabajado hasta domingos y tengo que pagar autónomos, es que forma parte del juego. Respeto a gente que se queja pero a mí nunca se me ocurriría ponerle pegas a algo que me permite vivir".

"Doy gracias a que tengo dos empresas que funcionan, unos trabajadores maravillosos y, como es natural, tengo que pagar todo eso porque vivimos en un mundo de economía rotativa", afirmaba el mecánico. "Yo pago, tú pagas, uno cobra y el otro cobra. Esto tiene sacrificios. Te hacen de verdad darte cuenta de lo que has vivido".

En ese sentido, Kike se mostraba satisfecho con su profesión y su puesto de trabajo.

"Es un lujo vivir de lo que te gusta hacer", contaba. "Creo que los que tenemos un taller somos privilegiados porque es nuestra vocación y creo que es así como hay que verlo, como una recompensa y no un problema".