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La Flor del Jamón en A Coruña: Amabilidad, buen producto y grandes precios

En 1999, el matrimonio formado por José Manuel Cambón y María Lina Angeriz se hizo con las riendas de este establecimiento que está a punto de cumplir 60 años de historia en la ciudad, siguiendo con los valores de cercanía y calidad de sus fundadores
La Flor del Jamón en A Coruña.
Quincemil
La Flor del Jamón en A Coruña.
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La Flor del Jamón es uno de los locales con más historia de A Coruña. Fundado en 1962 y trasladado a su local actual en los años 70, este establecimiento es un templo del embutido en el que se puede degustar jamón, queso o chorizo de la mejor calidad.

Sus propietarios actuales son José Manuel Cambón y María Lina Angeriz que emprendieron esta aventura en 1999: "Charo y Manolo dejaron este local por jubilación. Nosotros éramos clientes, veníamos desde A Laracha, donde nuestra familia tenía un local de hostelería y decidimos probar suerte", cuenta José Manuel.

José Manuel Cambón de La Flor del Jamón (Foto: Quincemil)

Durante dos años, la pareja vino desde Paiosaco todos los días a trabajar, entrando a las 8:00 horas y saliendo pasada la medianoche: "Los inicios no fuera fáciles, la gente de la ciudad era distinta distinta a la de aldea o de pueblo, pero poco a poco nos fuimos adaptando".

Aunque María Lina había trabajado en la hostelería, el matrimonio tuvo que aprenderlo todo para afrontar este reto: "Yo era vendedor y no tenía ni idea. La familia tenía negocios de hostelería, pero el tema de trabajar con el jamón y aprender a deshuesarlo llevó su tiempo. Charo y Manolo me enseñaron el oficio, a darle su toque a cada producto, a afilar las máquinas o encontrar el grosor adecuado en el corte".

Jamones en la Flor del Jamón (Foto: Quincemil)

Este matrimonio aprendió todo de los antiguos propietarios y siguió su legado: "Decidimos seguir exactamente igual que ellos. Hay gente que echó años sin venir porque ya no vivía en A Coruña y cuando volvió se sorprendió al verlo exactamente igual. Era gente muy buena y muy amble, con buen producto y buen precio".

Bocadillo de jamón de La Flor del Jamón (Foto: Quincemil)

La amabilidad sigue siendo una seña de identidad de La Flor del Jamón. José Manuel y María hacen sentir a cualquier cliente como en casa gracias a su cercanía. El buen producto se puede percibir a simple vista, como los quesos que lucen en el escaparate, o los jamones que cuelgan del techo. El precio es tan asequible, que desde un euro se puede comer en este establecimiento.

Un complemento al supermercado

Algo muy tradicional en la Flor del Jamón es visitar el establecimiento para comprar embutidos: "Hay gente que viene todos los días cuando va al supermercado, hace la compra y viene después por los embutidos. Nosotros hacemos una labor de charcutería, pero aquí no tenemos muchos productos, solo tenemos lo mejor de cada marca y a buen precio, para que no suba mucho el precio en comparación al supermercado".

Escaparate de la Flor del Jamón con sus quesos y croquetas (Foto: Quincemil)

Mucha gente suele ir a las 12:00 horas y otra prefiere ir por la tarde después de trabajar para hacer la compra del día siguiente. En La Flor del Jamón también se puede comprar su pan, perfecto para bocadillos: "Nos lo hace una panadería para nosotros, trabajamos con una bolla finita con poca miga, porque si tiene mucha miga, no le coges el sabor al embutido".

Comidas o cenas para todos los bolsillos

Además de la comida que se puede comprar para llevar como el embutido o sus croquetas (que hay que freír en casa), La Flor del Jamón tiene doce mesas para disfrutar del producto en su local. Un plato de embutidos variados se pueden degustar acompañados de una bebida o un café por poco más de cinco o seis euros. Además de los bocadillos, en este establecimiento se pueden degustar deliciosos chicharrones o jamón asado, que lo hacen los viernes.

Plato de embutidos variados en la Flor del Jamón (Foto: Quincemil)

A causa de la pandemia, el ritmo de consumo ha bajado como en todos los locales de hostelería. Antes, en un buen día sacaban 15 jamones diarios, ahora esta cifra se ha reducido a la mitad. El jamón que más trabajan es de Salamanca o Granada, ya que los anteriores dueños no tenían ibérico, por su precio y la dificultad de venta. Hace unos ocho años José Manuel decidió apostar por esta variedad, y el primero que deshuesó tardó 15 días en acabarlo. Poco a poco gracias a los precios competitivos la gente se fue aficionando al ibérico, que se ha ido consumiendo más.

El producto procede de distintas partes de España, como la ya mencionada Salamanca, clave en el embutido nacional. Llevan tanto tiempo trabajando con los mismo proveedores, que José Manuel comenta entre risas: "cuando el vendedor viene los lunes es casi somo si viniera un hijo".

Buen producto, cercanía y buenos precios. Tres valores con los que nació la Flor del Jamón y que ahora, casi 60 años después, el matrimonio formado por José Manuel Cambón y María Lina Angeriz continúa aplicando cada día para honrar de la mejor manera este legado.

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