Ione Belarra e Irene Montero, en la fiesta de primavera de Podemos 2023, en Zaragoza.

Ione Belarra e Irene Montero, en la fiesta de primavera de Podemos 2023, en Zaragoza. EP

Política CRISIS EN LA IZQUIERDA

Podemos vaticina un "batacazo" a Yolanda Díaz: "¿Cuándo un comunista ha sacado votos moderados?"

Tras los mítines de Zaragoza, recuerdan que "la izquierda es combate". En el PSOE preocupa que la pinza con Sumar "debilite la base electoral". 

17 abril, 2023 02:51

Las encuestas lo dicen. Aunque unas señalan como mayor perdedor a Podemos y otras a Sumar, lo más probable es que no haya manera de reeditar el Gobierno de izquierdas. En gran parte, porque el PSOE cae más de 20 escaños. Pero, sobre todo, porque a la izquierda de Pedro Sánchez nadie recoge los frutos. Fuentes cercanas a la dirección del partido fundado por Pablo Iglesias vaticinan un "batacazo" de Yolanda Díaz y tienen claro el porqué: "¿Desde cuándo un comunista ha sacado votos moderados?".

En el análisis coinciden algunos dirigentes del PSOE consultados por este diario: "Con el presidente asumiendo los mensajes más radicales que antes protagonizaba Iglesias, ¿quién encarna el centrismo, Yolanda Díaz? Estamos dejando huérfano al votante más a la izquierda". Esta ala socialista rechazan tanta implicación de Moncloa en la campaña de la líder de Sumar, eso que en Podemos califican de "pinza para machacarnos".

Se acabe produciendo o no la reintegración "hoy Unidas Podemos ya no existe", se reconoce en la dirección morada—, las opciones de repetir en Moncloa siguen siendo mínimas: en esto quienes coinciden son analistas del PSOE con otros del PP. "Sánchez no es creíble hablando de 'señores con puros', e impulsando a Díaz", añaden desde Génova, "está demostrando que ya no aspira a ganar a Feijóo, sino a quedar segundo y Sumar".

[Feijóo sugiere que Yolanda Díaz trata de camuflar su carné del PCE llamando 'espacio' a Sumar]

Desde su ascenso al cargo, el estilo de la vicepresidenta segunda ha sido más el de "cuidar la coalición", como dice ella, que "cuidar sus políticas", según lamentan en Podemos. Aunque, en realidad, parte de eso es lo que se buscaba cuando la retirada de Iglesias, una cara más amable. Así que, como admiten algunas fuentes de los morados, en el pecado llevan la penitencia

Pero "las batallas dentro del Gobierno ya no se ganan", insisten desde el entorno de Ione Belarra. "Y la imagen no da votos", argumenta parte del equipo. Según explican, la valoración de Díaz —siempre, la más valorada del Ejecutivo, y habitualmente, de entre todos los políticos— se debe a que ha logrado "caerle bien" a las derechas, "que nunca la votarán".

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, el pasado martes durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, el pasado martes durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. EP

Es decir, que la estrategia de la política gallega está equivocada. Y que debería sacar del bolso su carnet del PCE. "Menos transversalidad, y más políticas concretas", resume una portavoz ministerial morada.

Desde Podemos, por ejemplo, se esperaba con expectación —y poca esperanza— alguna manifestación este domingo sobre las negociaciones entre PSOE y PP para reformar la ley del sólo sí es sí. Preguntada por este asunto el pasado martes, tras el Consejo de Ministros, Díaz se limitó a decir que ella es "disciplinada" y votará lo que diga su grupo parlamentario. Pero la información de EL ESPAÑOL indignó a su compañera, la ministra de Igualdad, Irene Montero

De momento, la fiesta de primavera de 2023 ha sido la más triste desde la fundación del partido. Y eso que Podemos sigue en el Gobierno, con su secretaria general, Ione Belarra, y su líder espiritual, Irene Montero.

Este año, en Zaragoza, los discursos no han sido mirando al futuro, sino a este presente en el que, además de atrapadas, creen que la estrategia de Díaz es "suicida"... mítines tratando de encorajinar a los asistentes para reivindicar la marca morada frente al 'mundo rosa' de Díaz.

Podemos es "marxista"

No hace ni dos años desde que fue la señalada por Iglesias para "sumar" el día que él se retiró, reconociendo que él ya sólo "restaba". Pero ha dado tiempo a que la "expectación" se convirtiera en "desconfianza" y, finalmente, en "enfrentamiento".

Y no porque ella haya cambiado de táctica o de discurso. Sino porque las líderes de Podemos han ido comprobando que esa "moderación" no encaja con el espíritu de fondo de Podemos, la "combatividad" a la que atribuyen la reanimación del "espacio" a la izquierda del PSOE desde 2015.

Pablo Iglesias, junto a Lilith Verstrynge, secretaria de Organización, en la fiesta de primavera de Podemos en Zaragoza.

Pablo Iglesias, junto a Lilith Verstrynge, secretaria de Organización, en la fiesta de primavera de Podemos en Zaragoza. Efe

Es decir —aunque modernizada y rejuvenecida—, la izquierda radical de siempre, lo que fue el PCE (donde milita Díaz), luego IU (donde militaba) y después, Podemos: "marxista" en el sentido primigenio del término. A la victoria por la confrontación; buenos y malos; arriba y abajo; los poderosos y la gente...

Fuentes del PSOE advierten de que machacar a Podemos para propiciar una socia más "amable" para Sánchez tras las generales, será contraproducente. "Estaríamos debilitando la base electoral que necesitamos para poder repetir".

[Podcast — Del 'pacto de los botellines' a la encrucijada de Sumar]

Hay quien señala —desde dentro del propio Consejo de Ministros— que, en realidad, Iglesias ya da por perdida esa opción y que, en el fondo, lo que está es preparando la vuelta a las calles.

Y recuerdan que propiciar un "descalabro" de los morados el 28-M sólo le dará más razones al ex vicepresidente para que "juegue a lo suyo", y no a favor de las izquierdas: "No sería la primera vez, ya evitó dos investiduras de Pedro Sánchez en 2016 y en 2019, porque no le convenía a él".

Aunque eso no concuerda con el deseo real de Belarra y Montero —y de ahí su enfado—, sí es cierto que hace ya mucho que en Podemos se acabó aquello de la "transversalidad". Concretamente, desde el pacto de los botellines con la Izquierda Unida de Alberto Garzón. Aquel acuerdo que hizo saltar a Íñigo Errejón... y ahora se juntan los dos en la otra orilla, para Sumar.

"Podemos siempre fue generoso con las confluencias", explica una fuente cercana a Belarra. "IU, Compromís, los Comunes... todos garantizaban de inicio más representación yendo con nosotros. Y ahora se van, para hacer lo mismo con Yolanda Díaz, cuya táctica es ir apretando la pinza y machacarnos". Y concluye recordando las andaluzas, "aquel batacazo".