El Cabo Font en un montaje de El Español Gemini
Simón López, cocinero del ejército: "Tenemos solo 10,50 € para cubrir todas las comidas del día; hay que organizarse"
Un cocinero militar explica cómo se gestiona el presupuesto en las cocinas del ejército español para que los soldados reciban todas las comidas diarias.
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Simón López Font, más conocido en Instagram como Cabo Cook, es un cabo primero del Ejército de Tierra, especialista en alimentación y destinado en el regimiento de Transmisiones 21 en Valencia.
Se confiesa apasionado de la cocina, dice ser nieto de Emilio López, el cocinero al que se atribuye la invención de la fideuà a finales de los años 50 en la playa de Gandía, y haber recibido un amplio aprendizaje sobre gastronomía por parte de su familia.
Este amor por la cocina le ha valido para conseguir que sus superiores le dejen utilizar las cocinas de campaña para compartir todo ese saber culinario en Internet en plataformas como YouTube o Instagram.
Encargado de dar de comer a sus compañeros que, en ocasiones, pueden llegar a ser un centenar, Simón ha ido perfeccionando sus recetas y ha conseguido cocinar hasta paellas en las cocinas de gasóleo con las que debe apañarse durante las maniobras.
En uno de sus vídeos explica también cómo debe apañárselas con el presupuesto para que sus compañeros disfruten de platos nutritivos y sabrosos.
En dicha grabación, el Cabo Font explica cómo se gestiona el dinero destinado a la manutención en el Ejército de Tierra español. Según sus palabras, "10,50 euros por persona es el presupuesto que tenemos y es lo que recibe el servicio de alimentación".
Con esta cantidad, señala, "hay que dar de comer desayuno, comida y cena", lo que requiere una planificación casi milimétrica.
El militar aclara que "esto lo pagamos nosotros mismos", ya que el dinero procede de las dietas que se asignan durante las maniobras. De este modo, "cuanto más dinero tengamos para cocinar, menos dinero recibiremos a final de semana".
Por esa razón, explica que conviene ajustarse al presupuesto disponible para minimizar el gasto y que compense el dinero recibido al final.
En su intervención, el Cabo Font afirma que el presupuesto "es suficiente", siempre que se destine íntegramente a la alimentación. "El 100% del dinero vaya dedicado a los compañeros para que ellos disfruten. Y el 100% sea para alimentación".
Añade que la clave está en "estudiar un poquito el mercado, hacer escandallos, estudiar la inflación y entender mucho de economía de medios en la cocina". Con ello, sostiene, se garantiza que la gestión del servicio funcione adecuadamente.
Las raciones de combate
Durante las maniobras militares que requieren estar varios días fuera de las instalaciones, la alimentación de los soldados del Ejército de Tierra español se basa en las "raciones de campaña", denominadas oficialmente RIC (Ración Individual de Combate).
Se trata de sistemas de aprovisionamiento que garantizan el sustento de las tropas en operaciones sobre el terreno.
Cada unidad de ración está envasada al vacío en embalajes resistentes y proporciona aproximadamente 3.500 calorías repartidas en tres comidas diarias. El contenido incluye platos principales como cocido madrileño, fabada asturiana, paella o lentejas con chorizo.
Todos estos alimentos pueden consumirse directamente o calentarse mediante los dispositivos químicos autónomos que se incorporan en el paquete.
La composición nutricional de la dieta que reciben los soldados responde a criterios científicos rigurosos.
Además del plato principal, cada ración contiene pan de larga conservación, paté, queso, frutos secos, barritas energéticas, chocolate y bebidas solubles. Alimentos con los que se busca mantener el rendimiento físico incluso en condiciones operativas adversas.
Los métodos de conservación empleados permiten, además, una vida útil superior a tres años sin necesidad de refrigeración. Eso, unido al uso de envases ligeros, compactos e impermeables, facilita su transporte en equipamiento personal durante desplazamientos prolongados.
En la actualidad, las Raciones Individuales del Ejército Español tienen fama de ser unas de las más completas y así lo atestiguan las evaluaciones de los soldados que reflejan una mejora sustancial en la calidad de estas durante los últimos años, especialmente por la inclusión de recetas tradicionales españolas.