Un plato de pipirrana

Un plato de pipirrana iStock

Saludables

Sin pepino y con más proteínas que el gazpacho: esta receta de pipirrana de Jaén es con la que más triunfo en verano

Aunque el gazpacho y el salmorejo lleven la fama, Andalucía es una tierra que nos ha dado numerosas sopas frías que son lo mejor para los calores del verano. Si hablamos de Jaén, tenemos que hablar de pipirrana.

Más información: Sin pan y con más fibra y proteína: el falso salmorejo que preparo siempre en verano por lo rico y saciante que es

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Sin necesidad de fuego, con las mejores hortalizas de la temporada y con el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo, las sopas frías que se preparan en Andalucía, en todas sus variantes, contienen la esencia de la dieta mediterránea.

Ingredientes al alcance de todos, perfectas para hacer con antelación y tenerlas en la nevera para servirlas cuando aprieta el calor. Porque más allá del gazpacho y el salmorejo, existen opciones para todos los gustos.

Sin duda, mi favorita es la pipirrana de Jaén, a medio camino entre sopa y ensalada, que, aunque se come con cuchara, no se parece en nada a un gazpacho.

Para empezar, la pipirrana no lleva pepino, lo que la hace ideal para aquellos a los que por más trucos que usen, les acaba repitiendo.

Igual de ligera y refrescante, pero con más nutrientes

Esta receta típica de Jaén tiene algunas ventajas nutricionales si se compara con el gazpacho, pues es un plato más completo y equilibrado. Una de las razones es su contenido en proteínas, gracias al huevo cocido y al atún en conserva.

Estos ingredientes no solo aumentan el valor nutritivo del plato, sino que también lo convierten en una opción más saciante y adecuada como plato principal, perfecta, por ejemplo, para una cena de verano.

El huevo es una fuente excelente de proteínas de alta calidad, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales en proporciones óptimas para el organismo. Esta es la razón por la que la Organización Mundial de la Salud lo considera una proteína de referencia.

Además, es rico en vitaminas como la A, D, E y del grupo B, en especial la B12, fundamental para el funcionamiento del sistema nervioso.

La yema aporta también minerales importantes como el hierro, el fósforo y el selenio, además de colina, un nutriente esencial para la función cerebral y la salud hepática.

Por otro lado, el atún también aporta una dosis de ácidos grasos omega-3, especialmente EPA y DHA, conocidos por sus efectos antiinflamatorios y cardiovasculares. Estos ácidos grasos también contribuyen al buen funcionamiento del cerebro.

En cuanto a las vitaminas, el atún es particularmente rico en varias de ellas. Según datos de la Fundación Española de la Nutrición, es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, incluyendo la vitamina B6, niacina (B3) y, sobre todo, vitamina B.

El contenido de vitamina B12 en el atún es tan elevado que supera al que se encuentra en carnes, huevos y quesos. Además, es una destacada fuente de vitamina D; una ración de atún puede llegar a cubrir el 250 % de la ingesta diaria recomendada para un adulto.

Respecto a los minerales, el atún aporta cantidades importantes de fósforo y posee un alto contenido de selenio. El fósforo, en particular, contribuye al mantenimiento normal de huesos y dientes.

Receta de pipirrana de Jaén

Para la base de tomate

  • Tomates maduros, 600 g
  • Pimiento verde italiano, 75 g
  • Clara de huevo duro, 2 ud
  • Atún en aceite escurrido, 150 g (2 latas de las ovaladas)

Para el batido

  • Pimiento verde italiano, 75 g
  • Ajo, 1 diente (sin el germen)
  • Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
  • Vinagre, 15 ml
  • Yema de huevo cocido, 3 ud
  • Sal, al gusto

Paso 1

Lavamos los tomates y el pimiento verde italiano y los secamos bien.

Paso 2

Cortamos los tomates en trozos pequeños, procurando conservar los jugos que suelten, y los colocamos en un bol amplio.

Paso 3

Cortamos el pimiento verde en trozos muy pequeños. Añadimos la mitad al bol con el tomate y reservamos la otra mitad para el batido.

Paso 4

Picamos finamente las claras de huevo cocido y las incorporamos a la mezcla anterior. Añadimos también el atún desmenuzado.

Paso 5

Colocamos en un vaso batidor las yemas de huevo cocido, el diente de ajo sin germen, la mitad restante del pimiento verde, el vinagre, el aceite de oliva virgen extra y sal al gusto. Trituramos todo hasta obtener una emulsión homogénea y de consistencia cremosa.

Paso 6

Vertemos el batido sobre el contenido del bol con el tomate y mezclamos bien para que se integre con todos los jugos y sabores.

Paso 7

Dejamos reposar en la nevera durante al menos 30 minutos antes de servir, para potenciar el sabor y lograr una mejor textura.

Otras sopas andaluzas para combatir el calor

Para terminar un pequeño repaso a las más conocidas. Muchas de ellas tienen ingredientes en común, por lo que son perfectas para aprovechar bien la lista de la compra:

  • Salmorejo cordobés. Es una crema espesa elaborada con tomate maduro, pan del día anterior, aceite de oliva virgen extra, ajo y sal. Se sirve muy fría y se adorna con huevo duro picado y jamón serrano en dados. Es más denso que el gazpacho, lo que la convierte en un plato saciarte.
  • Ajoblanco malagueño. Se elabora con almendras crudas, ajo, pan, aceite de oliva virgen extra, vinagre y agua. Tiene una textura cremosa y un sabor suave con un fondo ligeramente ácido. Suele servirse con uvas blancas o trozos de melón, lo que aporta un contraste refrescante.
  • Porra antequerana. Parecida al salmorejo, esta receta malagueña se caracteriza por su textura muy espesa y su alto contenido en pan. Se prepara con tomate, pimiento rojo, ajo, pan, aceite de oliva y vinagre. Suele servirse con atún en conserva y huevo duro como guarnición.
  • Gazpacho tradicional. Es una sopa fría elaborada principalmente con tomate, pimiento verde, pepino, ajo, cebolla, pan, aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal. Su textura es más líquida que la del salmorejo, lo que la convierte en una bebida nutritiva e hidratante ideal para los días de calor.