Cazuela de pollo con salsa de champiñones y queso Reblochón
Carne

Cazuela de pollo con salsa de champiñones y queso Reblochón

Todo este tipo de cazuela o de bandejas son muy típicas en la cocina anglosajona. Es una forma fácil de cocinar con resultados excelentes.

5 enero, 2023 10:04

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Veo en muchísimas webs y recetarios americanos e ingleses este tipo de platos que se preparan en una cazuela y lucen muy apetitosos. Pensándolo, es la forma práctica de cocinar y servir al centro, en reuniones grandes de amigos o familia. Este pollo queda muy tierno y jugoso porque usamos contramuslos que además mantenemos con hueso y los cocinamos en la propia salsa de nata.

La salsa, por supuesto, queda riquísima hecha sin el pollo y nos valdría también para acompañar unas verduras, cualquier otro tipo de carne, una quiche o pastel o una pasta. Si quisiéramos cambiar el pollo, podríamos utilizar dados de pechuga de pavo o también piezas de cerdo salteadas como el lomo o el solomillo o incluso trozos de pescado. Lo mismo pasa con las setas, ahora que en España hay tantas, podríamos emplear boletus, níscalos o rebozuelos y quedar todavía mejor.

El puntazo se lo dan las hierbas secas que agregamos y también esa picada de ajo y perejil. Por supuesto, el queso Reblochon nos aporta la potencia de sabor final que es una absoluta tentación. Más cosas buenas de este plato es que podemos dejarlo prácticamente terminado para meterlo en el horno en el último momento, cuando vayamos a sentarnos todos en la mesa. Estamos hablando de una de esas recetas fáciles de pollo que siempre quedan bien como también el pollo guisado con guisantes y menta o los muslos de pollo en salsa marroquí.

Cómo hacer una cazuela de pollo con champiñones

Pollo con champiñones y reblochón Clara Villalón

Ingredientes

  • Contramuslos de pollo con hueso, 6 ud
  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Cebolla, 2 ud
  • Mantequilla, 35 g
  • Champiñones, 250 g
  • Eneldo seco, 1 cucharadita
  • Tomillo seco, 1 cucharadita
  • Aceite de ajo y perejil, 1 cucharada
  • Vino blanco, 120 ml
  • Nata líquida, 200 ml
  • Queso Reblochón, 200 g

Paso 1

Quitar la piel del pollo y calentar el aceite en la olla donde vayamos a hacer nuestro plato. Cuando esté bien caliente añadir el pollo y empezar a dorar. Salpimentar y esperar un par de minutos o tres hasta que se dore bien. 

Paso 2

En ese momento, dar la vuelta al pollo y dorar por el otro lado. Volver a salpimentar por el lado que no habíamos aliñado previamente. Cuando el pollo esté dorado por ambos lados, tras otros dos o tres minutos, retirar a un plato y bajar el fuego. 

Paso 3

Agregar la cebolla pelada y picada finamente a la olla y también la mantequilla. Rehogar a fuego suave para que se poche ligeramente, mezclar para que la mantequilla se integre de manera homogénea. Incorporar un poco de sal para que el proceso sea más rápido. También podemos tapar para condensar el calor.

Paso 4

Tras unos 10-15 minutos la cebolla ya estará pochada, destapar y remover y añadir todos los champiñones picados o laminados y muy bien limpios de tierra. Esto es muy importante porque encontrarse tierra después en el guiso es tremendamente desagradable.

Paso 5

Subir el fuego al máximo y no dejar de remover. Queremos que los champiñones y la cebolla caramelicen ligeramente y que las setas pierdan su agua. 

Paso 6

Verter el vino blanco y dejar que evapore completamente, que no quede nada de líquido. Añadir también las especias secas, el tomillo y el eneldo, e incorporar también el aceite de ajo y perejil. Remover bien.

Paso 7

Por último, incorporar la nata y mezclar todo bien, será el momento de poner a punto de sal y de pimienta negra. Volveremos a poner el pollo dentro de la cazuela otra vez y ya apagaremos el fuego en este punto.

Paso 8

Cortar el queso reblochon en tiras que se puedan disponer bien por toda la olla y repartirlas metiéndolas ente los trozos de pollo. 

Paso 9

Precalentar el horno a 200 ºC y, cuando ya esté caliente, introducir la olla y dejar cocinar durante 10 minutos. Tras este tiempo, encender el grill y dejar que todo se dore de manera uniforme para que quede bonito. A mí me gusta terminar el plato con un poco de rúcula por encima para refrescar.