Escondido en el sur de Pontevedra, sin el atractivo que el mar confiere a sus vecinas Rías Baixas, encontramos Tomiño, un municipio de la Comarca del Baixo Miño donde este río se convierte en protagonista, dotando de encanto al lugar y sirviendo de frontera natural con el país vecino, Portugal.
Las ciudades de “a raia”, que antes eran territorio divisorio entre países, forman hoy un tándem perfecto que suma oportunidades turísticas y añade el atractivo de vivir entre dos culturas
Situada en el extremo suroeste de la provincia de Pontevedra, la Comarca del Baixo Miño contenta a todo tipo de viajeros, ofreciendo por igual mar y monte
El singular conjunto rocoso se encuentra enmarcado entre bosques de pinos y carballos en plena Serra do Argallo y forma parte un itinerario conocido como "banda esquistosa Monteferro-O Rosal"
Una ruta guiada a finales de septiembre por Tui, Valença, Vila Nova de Cerveira y Tomiño descubrirá la historia y el encanto de estas emblemáticas construcciones situadas en el tramo final del río Miño
Tras permanecer durante muchos siglos cerrada, esta fortificación, que atesora una larga historia y que se encuentra rodeada de elementos característicos de la cultura gallega, reabrió sus puertas como establecimiento turístico rural de Grupo A
El taller dirigido por Aitor Martínez se centra en el diseño de productos con vistas a la decoración y la creación de ambientes, con piezas que resaltan la faceta más contemporánea de esta artesanía tradicional
En 2012, el concello acondicionó el "Espazo Fortaleza" y sus alrededores para que los visitantes pudieran disfrutar cada verano de la playa fluvial, actividades de ocio y recorrer el antiguo fuerte ligado a la historia fronteriza entre Galicia y Portugal