Image: El primer asesinato de Franco. La muerte del general Balmes y el inicio de la sublevación

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Ensayo

El primer asesinato de Franco. La muerte del general Balmes y el inicio de la sublevación

Ángel Viñas, Miguel Ull Laita y Cecilio Yusta Viñas

16 marzo, 2018 01:00

Franco junto a Balmes (derecha) en una foto de mayo de 1936

Crítica. Barcelona, 2018. 660 páginas. 23,90 €. Ebook: 12,99 €

A estas alturas es innecesario hacer una presentación convencional de Ángel Viñas, embarcado en los últimos tiempos en una incansable actividad investigadora, que tiene su expresión inmediata en una producción bibliográfica impresionante. Tras la magna tetralogía sobre la República (2006-2009), Viñas ha publicado Al servicio de la República (M. Pons, 2010), Las armas y el oro (Pasado & Presente, 2013), La otra cara del Caudillo (Crítica, 2015) y Sobornos (Crítica, 2016). Me limito solo a mencionar la parte más sobresaliente de su labor analítica y divulgadora, sin aludir a sus múltiples artículos y su presencia constante en las redes.

Los títulos antedichos revelan las constantes que polarizan el interés de Viñas y caracterizan su obra escrita: etapa republicana, guerra civil y Estado franquista. Apasionado por la historia política, Viñas, que es también buen conocedor de aspectos económicos, sociales, diplomáticos y militares, utiliza estos conocimientos para apuntalar sus interpretaciones en aquel ámbito. Podría decirse incluso que los últimos títulos -incluyendo el que nos ocupa- muestran que esa preocupación política se ha concentrado de tal modo que el foco se pone de un tiempo a esta parte en la figura del Caudillo como epítome de todas las excrecencias del régimen que sojuzgó España durante cuatro décadas.

No se le escapará al lector advertido que el tono de la frase anterior quiere poner de relieve otro de los rasgos más significativos -si no el principal- del catálogo bibliográfico de nuestro autor: como sabe cualquiera que haya leído o simplemente hojeado alguno de sus libros. Viñas es un historiador directo y combativo, no solo por sus argumentaciones de fondo -reveladoras de una apabullante labor de documentación en los más diversos archivos- sino por su estilo incisivo y polémico. Sus páginas rezuman sarcasmo y epítetos hirientes contra los divulgadores -a los que desprecia-, pero también contra especialistas de otras tendencias, siendo Stanley Payne también aquí objeto privilegiado de sus iras. Desde sus simpatías republicanas e izquierdistas y su antifranquismo visceral, Viñas defiende una historia militante y arremete -siempre, es verdad, con un sólido bagaje empírico- contra los que en su opinión falsean la verdad histórica.

Su último libro es un compendio de los atributos que acaban de señalarse. No es difícil vislumbrar por dónde van a ir los tiros -en este caso, nunca mejor dicho- pues basta remitirse simplemente al impactante título que, junto con el subtítulo, endosa directamente a Franco (por persona interpuesta, claro) el asesinato del general Balmes. Ante las consecuencias de todo orden de esa hipótesis-acusación, Viñas se cura en salud y se rodea en esta ocasión de unos colaboradores excepcionales, un experto en Anatomía Patológica y un comandante de aviación. Las razones de esta cooperación entre tres especialistas tan disímiles las encontrará el lector en un relato prolijo y bien documentado que tiene también mucho de novela criminal. No en vano se trata nada más y nada menos que del esclarecimiento de una muerte que, según nuestros tres autores, tiene todos los visos de un crimen y no del "desgraciado accidente" que ha recogido la historia oficial.

En consonancia con sus obras anteriores, Viñas defiende que Franco, lejos de la actitud dubitativa que se le atribuye, tenía decidido desde bastante tiempo atrás rebelarse contra la República. Ya entonces lo tenía todo "atado y bien atado", calculador y metódico como era. El general Balmes, comandante militar de Las Palmas, podía constituir un más que incómodo obstáculo para los planes del Caudillo. Por otro lado, estaba el famoso avión, el Dragon Rapide, que era un elemento esencial en el traslado de Franco para encabezar la sublevación. Una autopsia con ribetes más que sospechosos determinará que a Balmes se le disparó el arma accidentalmente mientras la limpiaba. Ahora unan todos esos elementos. Eso es lo que hace este libro argumentando que no hay una evidencia absolutamente incuestionable -al cien por cien- pero que todos los indicios apuntan en el mismo sentido.