Leticia Martin. Foto: Alejandra López

Leticia Martin. Foto: Alejandra López

Letras

'Vladimir', una vuelta de tuerca a la 'Lolita' de Nabokov merecedora del Premio Lumen

La escritora Leticia Martin pone el punto de mira en la voz de una mujer madura cuyo transgresor objeto de deseo es un adolescente.

19 septiembre, 2023 02:37

Reconforta que haya premios que resalten a autoras en las que no hemos podido detenernos, a pesar de contar con una interesante trayectoria poética y narrativa. Es el caso de la argentina Leticia Martín (1975), de quien en España solo se han publicado Estrógenos (2016) y Un ruido nuevo (2020), y a quien ha señalado el Premio Lumen de Novela en su primera edición (retomando el Premio Femenino Lumen).

Vladimir

Leticia Martin

Premio Lumen de Novela. Lumen, 2023. 184 páginas. 18,90 €

Con este título, Vladimir, destacó el jurado la valentía de una propuesta que, al amparo de los recursos del “thriller emocional”, se aproxima a dar una vuelta de tuerca a la novela de Nabokov, Lolita, poniendo el punto de mira en la voz de una mujer madura cuyo transgresor objeto de deseo es un adolescente llamado Vladimir, evocador del nombre del escritor ruso.

Sirva esta acotación para poner contexto a un relato que asombra por su capacidad para evocar otras historias y otros temas, con un estilo sobre el que impera la sencillez formal y la expresión fluida. Así, la autora huye del lenguaje artificioso sin prescindir de artificios (como el manejo del tiempo y la poética del espacio) que soportan la riquísima carga simbólica del conjunto, y ayudan a imaginar la angustiosa situación contenida en una ficción distópica. La idea es dar protagonismo a la supervivencia a través del proceso que viven unos personajes encerrados en “una noche analógica y oscura”.

['Lolita' al revés: Leticia Martín gana el Premio Lumen con "una novela polémica" sobre el deseo]

No es original la idea de un apagón generalizado que fuerza una nueva realidad en la que adaptarse a un mundo sin electricidad, en el que enfrentarse a necesidades y miedos básicos. Sí lo es cuando la carga simbólica logra un relato construido por la protagonista, anclada en dos tiempos (pasado inmediato y presente actual) y dos espacios (la “casa” parece refugio, el “exterior” encarna el caos), de modo cautivador.

'Vladimir' asombra por su capacidad para evocar otras historias con un estilo en el que impera la sencillez formal

Guinea es una argentina que abandonó el país de niña, con su familia; durante años fue profesora de una universidad americana, y ahora ha tenido que regresar a Buenos Aires. A su llegada, un repentino apagón interrumpe todo contacto con el mundo de fuera. Su única opción es aceptar la propuesta de servicio de un taxista (inquietantemente amable) para llegar hasta un destino imposible que deberá cambiar por la casa donde él vive con un único hijo adolescente, Vladimir, y dos perros.

Si “afuera” todo es sobrecogedor, “dentro” no lo es menos. Todo es perturbador en esta parábola cuyo tejido sugiere ricas lecturas, verdad e intensidad. Merece la pena perderse en ellas.