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Letras

'El año de España en el mundo': 1992, la gloria con pies de barro

¿Cómo pudo alcanzar el país uno de sus puntos álgidos? Julio Sanz López responde con argumentos sólidos en este libro ameno y esclarecedor

18 abril, 2023 01:46

1992 es una fecha clave para entender la España reciente. Conocemos los acontecimientos que tuvieron lugar ese año, como la Exposición Universal de Sevilla, los fastos del quinto centenario del así llamado Descubrimiento de América, y, sobre todo, los Juegos Olímpicos de Barcelona. En 1992 también se recordó la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos, la conquista de Granada y, por tanto, el fin del dominio musulmán de la península, o la publicación de la primera gramática de la lengua castellana por Antonio de Nebrija.

1992. El año de España en el mundo

Julio Sanz López

Silex, 2023. 348 páginas. 24 €

En la memoria reciente de nuestro país, aquellos hechos permanecen como un momento de alegría y autoestima colectivas. En cambio, es menos conocido cómo sucedió todo aquello, qué llevo al país a ese año tan especial, y qué ecos tuvo en el futuro.

Rebasado el 30 aniversario, Julio Sanz López (Guadalajara, 1991) ha tenido la buena idea de repasar en este ensayo ese Aleph borgiano que es para España 1992, cuando la revista Newsweek hablaba en su portada de “El año de España”. Todo parece converger ahí: la unión histórica con el continente americano, el imaginario imperial de la identidad nacional, la vuelta a la comunidad internacional tras el franquismo y la Transición, la conversión de España en una democracia europea bienestarista… Una fecha mítica que ha brillado tanto que ha dejado a su sombra hechos que Sanz López nos recuerda en un libro ameno, muy bien documentado y esclarecedor.

En realidad, el éxito de España 92 nace de un esfuerzo previo que requirió de energías de distinta procedencia, como fueron los casos de Juan Antonio Samaranch para los reñidos Juegos a los que aspiraba, entre otros, Estados Unidos. En nuestra memoria pervive la salida de Felipe VI como abanderado de la delegación española. Además, en 1992 se celebraría la II Cumbre Iberoamericana y se pusieron en marcha el Instituto Cervantes, el tren de alta velocidad y un sinfín de proyectos que se entrelazaron, con especial atención hacia América Latina.

Y es que el escenario internacional también fue protagonista. También se firmó ese año el Tratado de Maastricht, que supuso la fundación de la Unión Europea. “En definitiva, un escenario internacional marcado por el cambio y en el que, además, la regenerada España buscaba encontrar su lugar”, escribe Sanz López.

Un libro muy oportuno en un país tan poco dado a la autoestima colectiva como a la celebración acrítica

Si bien en el frente externo España vivía un momento dulce, no sucedía lo mismo fronteras adentro. El terrorismo de ETA golpeaba sin piedad, las reconversiones industriales hacían mella en muchas ciudades españolas, la heroína se cebaba con una generación, las huelgas se sucedían, la corrupción escandalizaba a la sociedad y la inflación crecía. ¿Cómo pudo alcanzar España uno de sus puntos álgidos contemporáneos en ese momento? Este ensayo nos responde con argumentos sólidos.

Como bien señala el autor a lo largo del libro, no hay un solo 92: “Existe un 92 sevillano, barcelonés, catalán, andaluz o incluso madrileño. De forma paralela, el 92 español posee dos vertientes principales, una interna y otra de carácter internacional, siempre vinculadas. Por si fuera poco […] hubo también un 92 americano que dejó a las claras los nexos, pero también las diferencias de América Latina con España”.

Y, conectando con el presente más inmediato, también en 1991 se puso en marcha el mecanismo de las Cumbres Iberoamericanas. Un libro muy oportuno en un país tan poco dado a la autoestima colectiva como a la celebración acrítica de determinados acontecimientos.