Algunos platos del restaurante.
El restaurante de un pueblo de Madrid que parece los Alpes suizos perfecto para esta Navidad: una raclette por 14€
La especialidad de la casa es la raclette, servida con patatas asadas, jamón serrano y york, salchichón, pepinillos y cebollitas.
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No hace falta irse a Zúrich para vivir una Navidad al más puro estilo suizo. Al norte de Madrid, en el centro de Navacerrada, se encuentra un restaurante famoso por su cocina de inspiración helvética y su ambiente de refugio de montaña en plena sierra de la capital.
El establecimiento, llamado La Raclette o La Petit Raclette, se ha convertido en una parada casi obligatoria tras un día de nieve o de senderismo, especialmente ahora en los meses más fríos.
El edificio llama la atención desde fuera por su aspecto de chalet alpino, con una coqueta fachada de casita suiza, balcones y abundante madera, integrándose muy bien en el paisaje montañés.
El entorno natural, con bosques y rutas de senderismo, refuerza la sensación de escapada a un pueblo de montaña centroeuropeo, pero a menos de una hora de Madrid.
Como decíamos, en La Raclette están especializados en cocina suiza y centroeuropea, con un protagonismo absoluto de la raclette, un plato tradicional en el que se sirve queso suizo fundido sobre patatas cocidas, embutidos, pepinillos, cebollitas encurtidas, pan, y, según la versión, también verduras o carne a la plancha.
Se ha convertido en una comida muy social, pensada para compartir alrededor de una mesa con una fuente de calor en el centro.
La fachada del restaurante.
Otro de los platos estrella de la casa es La Fondue Bourguignonne con carne de ternera en tacos, patatas fritas y cuatro salsas, así como La Brasserie de Wagyu, con pequeños escalopes de cadera de wagyu para brasear a la piedra, también con patatas fritas y cuatro salsas.
La carta se completa con otras carnes de vaca, buey, ibérico o incluso caza, pensadas para cocinarse al gusto del comensal en la plancha o piedra caliente que se coloca en la propia mesa.
Los postres suelen ser caseros, con tartas de queso, brownies y otros dulces como profiteroles, creps y gofres de diferentes tipos.
Además, puedes pedir diferentes tipos de café: el irlandés (con whisky y nata montada), el vienés (con nata montada), el bombón (con leche condensada) y el royal (con leche condensada y coñac).
En general, las opiniones de los clientes suelen ser muy positivas, con un ticket medio de 20 euros por persona y menciones especiales a la raclette, la carne a la piedra y el trato cercano del personal. Muchos visitantes subrayan que se trata de un lugar al que se vuelve con frecuencia y que forma parte de la 'esencia' de Navacerrada cuando se piensa en un restaurante de montaña.