El interior del restaurante.

El interior del restaurante.

Restaurantes

El restaurante de Ávila favorito de Iker Casillas: "buena comida" en un estrella Michelin con vistas a la muralla

El establecimiento, ubicado en un antiguo almacén de harina, ofrece dos menús degustación que reinterpretan productos y recetas abulenses.

Más información: Este es el restaurante de Iker Casillas y su primo en un pequeño pueblo de Ávila: con platos tradicionales desde 7€.

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El exfutbolista Iker Casillas (44 años) ha pasado parte de este verano en su pueblo, Navalacruz, un municipio de sólo 204 habitantes en la provincia de Ávila.

Allí ha aprovechado para dar paseos, jugar al golf, cocinar paella y conocer uno de los restaurantes más importantes de la zona, ubicado en un antiguo almacén de harina rehabilitado, con unas privilegiadas vistas a la muralla desde la ribera opuesta del Adaja y una atmósfera moderna con toques rústicos.

Ese restaurante es Barro, del abulense Carlos Casillas Hernández, el chef más joven en recibir una Estrella Michelin y el primero en Ávila. También posee una Estrella Verde gracias a su compromiso con la sostenibilidad y el producto local.

El que fue portero del Real Madrid C. F. acudió al establecimiento y se tomó unas fotografías con el cocinero, a quien agradeció su amabilidad y animó "a seguir creciendo". Por supuesto, no dudó tampoco en elogiar la propuesta gastronómica de Carlos: "Buena comida".

Cocina de búsqueda

La Guía Michelin habla así del restaurante de Carlos Casillas: "Producto local con conciencia ecológica, una filosofía que apuesta por el desperdicio cero, vajilla artesanal, promoción de pequeños productores cercanos".

Sus platos los describen "en constante evolución", un reflejo de las historias del entorno próximo y sus cambios. Actualmente cuentan con dos menús degustación, el Menú Querer (150 €), "un acercamiento de minimalismo naturalista a la cocina de Barro", y el Menú Quererse (180 €), "la opción más larga", con el producto como protagonista.

Por lo que respecta a la carta líquida, elaboran su propio vino en base a una viña que han recuperado de 1907 e intentan reducir la huella de carbono mediante la reforestación, "apostando por la plantación de cultivos ancestrales", explica Carlos.

A modo de maridaje ofrecen una opción de bebidas elaboradas en el i+D de Barro sin apenas presencia alcohólica (65 €), otra opción de vinos de la zona (75 €), que reúne botellas de toda la geografía castellana con especial hincapié en la provincia de Ávila, y una última que incluye nueve de sus vinos favoritos que proceden de grandes añadas, botellas difíciles de encontrar o ediciones exclusivas (160 €).

Barro dispone también de su propia coctelería, llamada Fango y situada en el sótano del edificio, compartiendo planta con la bodega. Esther Merino es la encargada de dar vida a este proyecto líquido, con recetas tan originales como destilados de pluma de pichón o cáscara de pistacho de Valladolid.

Desconocemos si Iker Casillas se animó a probar su Girasol Coleman (un cóctel a base de girasoles pequeños) o el original postre de setas; pero lo que está claro es que probase lo que probase, la experiencia superó cualquier expectativa.