
El exterior del Hotel Vermelho.
El primer hotel gastronómico de Christian Louboutin: un oasis de arte en Portugal que debes ver una vez en la vida
El proyecto surge de la necesidad del diseñador de contar con un restaurante en el pueblo de Melides que tuviera siempre una mesa disponible para él.
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Pero a su oasis portugués le faltaba algo crucial: Melides sólo cuenta con unos pocos restaurantes que suelen cerrar durante el invierno y en los que es casi imposible conseguir mesa sin reserva. Por esta razón, Christian decidió comprar el terreno de ese 'basurero' improvisado, en el que también había una casa de una familia que la había utilizado como fábrica para producir madera.
El objetivo era construir ese restaurante que Louboutin echaba de menos cuando visitaba el pueblo, así se aseguraba que siempre habría una mesa disponible para él. Sin embargo, cuando acudió al ayuntamiento a pedir las licencias de obra, el alcalde le sugirió que emprendiese un proyecto más ambicioso, ya que la parcela era lo suficientemente grande como para erigir algo mayúsculo.

La entrada principal al hotel.
El diseñador aceptó la propuesta y nació así el primer hotel de todo Melides con la ayuda de la arquitecta Madalena Caiado. En 2019 comenzaron las obras y terminaron en 2022; el 31 de marzo de 2023 abrieron oficialmente sus puertas. Acababa de nacer Hotel Vermelho (hotel rojo, en portugués), en honor a la icónica suela roja de los tacones de Louboutin que visten celebrities tan importantes como Kate Moss o Zendaya.
Las alusiones a sus característicos tacones las encontramos también en diversos puntos del hotel, como en una pequeña mesa que luce unos zapatos negros y rojos en la superficie, o en un fresco de una pared donde puede verse a un ángel transportando los célebres tacones mientras vuela.

Detalle de uno de los frescos donde se ve a un ángel sosteniendo los famosos zapatos del diseñador.
Hotel Vermelho, distinguido con 5 estrellas, es una suerte de museo-dormitorio en mitad de la tranquilidad de Melides. Christian lo diseñó completamente a su gusto para emplearlo como vivienda personal en un futuro si el negocio no tenía éxito. El edificio principal, donde se sitúan la recepción y el restaurante, tuvo que ser prácticamente demolido porque estaba muy deteriorado, pero han conservado detalles como las rejas originales de las ventanas y la disposición de la puerta de entrada. "Se mantuvo lo que se pudo", cuenta Christian Louboutin , directora del hotel.
Por sus fascinantes rincones brillan obras de artistas internacionales seleccionados personalmente por Louboutin. "No hemos comprado nada de mobiliario de hotel; no creo que tengamos ni una sola pieza de Ikea", bromea Gonçalves. Estas obras muchas veces van cambiando de lugar en el edificio, ya que, como explica Vera, "Christian es un artista y no le gustan las cosas estáticas". Así, un día puedes llegar y encontrarte una imagen de la fotógrafa Jill Greenberg en uno de los pasillos y, a la mañana siguiente, esta puede haberse mudado a alguna de las habitaciones.

Los famosos azulejos azules portugueses en Hotel Vermelho.
En general, la mayor parte del diseño de Vermelho rinde homenaje a la cultura portuguesa. Encontramos chimeneas típicas de la zona del sur; los míticos azulejos azules (algunos son piezas originales del siglo XVII compradas en subastas y otros han sido confeccionados a propósito, pieza a pieza, para el hotel); el tradicional mármol rosa (uno de los más caros del mundo); o los muebles de piedra blanca propios de la ciudad de Albufeira.
Estos muebles surgieron en la década de los 80 y 90 como consecuencia de un tipo de negocio llamado time sharing que se popularizó en aquellos años. Consistía en comprar una casa para toda la vida, pero sólo durante una franja concreta de tiempo (de enero a marzo o de junio a septiembre, por ejemplo). De esta forma, la misma vivienda tenía diferentes propietarios en distintos meses. Ya que la propiedad se compartía entre varios dueños, decidieron fabricar los muebles con esa piedra blanca para evitar que se rompiesen o ensuciasen. Así, teniendo la estructura de piedra de un sofá, bastaba únicamente con cambiar los cojines o el colchón para lograr mantener el espacio como nuevo.

La habitación Jardim Portugûese.
Hotel Vermelho tiene sólo 13 habitaciones de cinco categorías diferentes (Double Vista Verde, Double Vista Verde con Terraza, Junior Suite, Jardim Portugûese y Matinha Suite). Cada una de ellas es única, no se parece en nada a otra: tienen muebles, azulejos y colores distintos.
Conmociona especialmente Matinha Suite (la más grande, de 84 m2), vestida con un suelo que fue recuperado de un palacio del interior de Alentejo y con unos frescos pintados a mano por el artista griego Konstantin Kakanias. Este cuarto se ofrece por unos 750 € en temporada baja, mientras que en temporada alta ha llegado a alquilarse por 2000 € la noche. Las más baratas son las Double Vista Verde, que rondan los 300 o 350 en temporada baja y 400 en temporada alta.

Los pasillos del hotel.
Xtian, el restaurante portugués de Hotel Vermelho
Finalmente, el sueño de Christian Louboutin se cumplió: en Xtian, el restaurante del Hotel Vermelho, siempre habrá una mesa esperándole. Como también le esperan los múltiples pósters originales de películas de Bollywood que decoran las paredes de este colorido bistró.

El comedor del restaurante Xtian.
El restaurante está abierto para los huéspedes y para las personas que no están alojadas, aunque no suele acudir tanta gente del pueblo como les gustaría, tal y como reconoce la directora. Quienes no están hospedados pueden acudir a comer o cenar al salón de Xtian (abre de 11 de la mañana a 11 de la noche), o saborear unas copas y un picoteo en Vermelho Bar; pero no podrán disfrutar de su desayuno, pues es un servicio exclusivo para los clientes del hotel.
Xtian, con una propuesta gastronómica basada en el recetario portugués tradicional con toques internacionales, acaba de cambiar de chef hace poco, pero el nuevo menú conservará cuatro de sus platos más demandados. Por una parte, el pica-pau (una receta portuguesa que lleva carne de cerdo y encurtidos y se sirve normalmente como tapa en los bares); por otra parte, su versión del clásico arroz de pato; y, por último, dos postres: una cheescake de queso de cabra y una fondant de baba de camello (un dulce portugués).

El bar del hotel.
El vermelho se expande en Portugal
El rojo de Christian Louboutin se prepara para teñir otros paisajes de Portugal: el próximo año abrirá su segundo hotel a sólo 10 minutos del actual. Este contará con un spa mucho más grande (equipado con sauna y baño turco), y se está construyendo en un edificio que también estaba destinado a ser un hotel, pero que se canceló por falta de financiación.
Al final, lo que empezó como un hipotético lugar donde comer tranquilamente, ha terminado convirtiéndose en una auténtica obra artística digna de visitar una vez en la vida. Pero, no sufráis, que hay tiempo de sobra; parece que a Louboutin le ha terminado gustando esto de la hostelería... "Mientras esté vivo, Hotel Vermelho jamás será una casa privada", sentencia Vera Gonçalves.