Carne

Alitas de pollo crujientes con salsa agridulce para chuparse los dedos

Las alitas de pollo pueden quedar súper crujientes en el horno si sabes los trucos que aquí se desvelan. Ya no necesitarás freír para lograr un crujido sorprendente.

2 junio, 2022 14:27

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Hay muchas formas de cocinar alitas de pollo, pero no tantas para que queden verdaderamente crujientes por fuera y tiernas por dentro. Siempre se puede optar por hacerlas fritas al estilo Kentucky Fried Chicken, pero ahí se tiene una capa gruesa de rebozado y la fritura está bien presente pesando después en el estómago. Luego, también hay más opciones de hacerlas fritas pero más ligeras, como las alitas marinadas con salsa de soja, miel y limón, o más picantonas como las Buffalo Wings.

Pero las alitas de pollo también se pueden cocinar al chup chup de cualquier salsa y ejemplo de ello son las alitas con salsa de pimientos. Luego ya se pasaría a investigar el tema de las freidoras de aire, que funcionan de maravilla para este tipo de preparaciones, y como recurso final el horno.

El horno va a ser para esta receta un gran aliado y va a permitir cocinar las alitas a temperatura suave para que queden tiernas por dentro y subir la temperatura al final para que terminen dorándose por fuera y ganando un crujiente verdaderamente sorprendente gracias a la acción de la levadura de bizcocho. Una técnica parecida a la de las alitas de pollo a la parmesana.

Sólo hay que contar con un horno y una rejilla para el horno, nada más. Esta será la base de todas las futuras recetas de alitas de pollo que queráis hacer. Porque luego, la salsa va a gusto de cada uno o se adapta a cada ocasión. En esta es una deliciosa salsa agridulce hecha en casa, con ingredientes comunes y sólo el chup chup del cazo.

Pero también se podrían bañar con una salsa teriyaki, una salsa de limón, o poner cerca una salsera con una salsa cremosa para ir mojando en ella. Como una salsa ranchera o una salsa andaluza. Eso sí, estas alitas de pollo se tienen que consumir al momento. Si queremos ahorrar tiempo siempre existirá la opción de darles la primera parte del cocinado a temperatura suave, sacar del horno y dejar la segunda parte del cocinado para más adelante cuando ya se quieran disfrutar.

Alitas crujientes sin aceite

Ingredientes

  • Alitas de pollo enteras, 8 ud
  • Levadura química de bizcocho, 1 cucharada
  • Sal, 2 cucharaditas

Para la salsa agridulce

  • Zumo de piña, 200 ml
  • Miel, 2 cucharadas
  • Azúcar moreno, 1 cucharada
  • Vinagre de arroz, 85 ml
  • Ketchup, 3 cucharadas
  • Salsa de soja, 2 cucharadas
  • Fécula de maíz, 1 cucharada
  • Agua, 2 cucharadas

Paso 1

Cortar las alitas por la mitad, justo por donde está la articulación y quitar los pelos que veamos más gruesos si quedan algunos. Disponerlas en un bol y espolvorear por encima la sal y la levadura para bizcochos. Con la ayuda de las manos remover muy bien para que todas las alitas queden impregnadas por la levadura. No hará falta incorporar más, sólo hay que tener un poco de paciencia mezclándolas.

Paso 2

Precalentar el horno a 140 ºC. Retirar una rejilla e ir disponiendo sobre la misma todas las alitas, bien separadas, para que pase el aire entre ellas. Introducir en el horno y cocinar durante 30 minutos. 

Paso 3

Mientras tanto, ir preparando la salsa agridulce. Para ello, mezclar en un vaso el agua con la fécula de maíz. En un cacillo, en cambio, disponer el zumo de piña, el kétchup, la miel, el azúcar y la salsa de soja con el vinagre y llevar a ebullición a fuego suave, removiendo para que todo se integre bien. Cuando ya no haya restos de azúcar, incorporar también la mezcla de la fécula de maíz con el agua y remover hasta que la salsa coja cuerpo y consistencia. Lo ideal es remover con unas varillas. Dejar enfriar.

Paso 4

Subir la temperatura del horno a 220 ºC tras los primeros 30 minutos y dejar cocinar dentro las alitas hasta que estén bien doradas. Con cuidado, retirar del horno y glasearlas con la salsa agridulce preparada previamente. Si vemos que las alitas se han pegado a la rejilla habrá que rascar un poco. Para que esto no pase, podremos untar previamente la rejilla con un poco de aceite de oliva.