Un plato de huevos 'tontos'

Un plato de huevos 'tontos'

Aperitivos y entrantes

Adiós a las croquetas: los huevos 'tontos' aragoneses se hacen en solo 15 minutos y tienen más proteínas

Se parecen a una croqueta sin serlo y son mucho más fáciles y rápidos de hacer.

Más información: Huevos rotos estilo Lucio, receta para hacerlos en casa

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El recetario clásico español atesora un buen número de sencillas recetas de aprovechamiento, platos que preparaban las abuelas en tiempos de necesidad para aprovechar hasta la última miga de cualquier ingrediente.

En España son muchas las recetas en las que el ingrediente principal son los trozos de pan que se ha quedado duro, un alimento que, en el pasado, era muy frecuente en las casas. Muchas familias horneaban su propio pan y esto no se hacía a diario, por lo que, a medida que iban pasando los días entre hornada y hornada, el pan estaba cada vez más duro y reseco y había que ingeniárselas para poder comerlo y que estuviese rico.

De esa necesidad han salido algunos platos que son icónicos en algunas regiones de nuestro país y se siguen preparando incluso en la actualidad. Resultan tan deliciosos que cuesta pensar que sean platos tan humildes. Los gazpachos y salmorejos andaluces, las migas aragonesas, la sopa castellana, la zurrukutuna vasca, las torrijas o las tortillas dulces de pan son solo algunos ejemplos de cómo se usa el pan duro para crear nuevas recetas.

A medio camino entre una croqueta y un buñuelo

La receta de hoy, que se conoce como huevos tontos, es una receta tradicional especialmente popular en la comunidad autónoma de Aragón. Se asocian a la cocina rural y humilde de las localidades zaragozanas, donde eran preparados como un plato de aprovechamiento para utilizar pan duro y otros ingredientes básicos. Los huevos tontos se conocen de épocas de escasez y son también una preparación frecuente en periodos de vigilia, cuando el consumo de carne era limitado o inexistente.

Gracias a su sencillez y versatilidad, los huevos tontos se siguen preparando y sirviéndose como aperitivo o como acompañamiento para caldos, sopas o guisos. Por su forma, recuerdan a las croquetas, aunque su ejecución es mucho más rápida y menos laboriosa. Se pueden hacer y freír en el momento, pues la masa se prepara en frío y el boleado resulta más fácil, pues no hay que rebozarlos. 

Comparándolos con las croquetas, los huevos tontos son algo menos calóricos ya que no llevan bechamel y, por lo tanto, no llevan mantequilla y, en consecuencia, tienen menos grasas. Al llevar más huevo, los huevos tontos tienen más proteína que las croquetas. Aun así, no podemos obviar que se trata de un alimento frito que sigue siendo bastante calórico.

Se podría hacer una versión algo más ligera si, en vez de darles forma de croqueta, se les da forma de minihamburguesa y se cocinan por ambos lados hasta que se doren en una plancha engrasada con un poco de aceite como si fueran tortitas.

Ingredientes para hacer huevos tontos

  • Miga de pan, 150 g
  • Huevos, 4 ud
  • Leche, 100 ml
  • Ajo, 1 o 2 dientes
  • Perejil fresco picado, 3 cucharadas
  • Sal, al gusto
  • Aceite para freír o para engrasar la plancha

Paso 1

Desmenuzamos el pan en un recipiente grande y añadimos la leche. Dejamos reposar durante unos 10 minutos para que la miga absorba el líquido y se ablande por completo.

Paso 2

Batimos los huevos en un bol aparte con una pizca de sal hasta que estén bien espumosos. Haciéndolo así conseguiremos que la mezcla quede más aireada y los huevos tontos quedarán más esponjosos.

Paso 3

Escurrimos ligeramente la miga de pan ablandada y la incorporamos a los huevos batidos. Añadimos el ajo y el perejil picados. Mezclamos bien todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea pero no demasiado compacta.

Paso 4

Calentamos abundante aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, cogemos porciones de la masa con una cuchara y las freímos, formando pequeños buñuelos. Podemos ayudarnos con una segunda cuchara para darles una forma regular antes de dejar caer la masa sobre el aceite. También podríamos dejar caer montoncitos de la masa sobre una plancha engrasada y aplastarlos con la espátula para hacer unas tortitas si queremos evitar la fritura.

Paso 5

Cocinamos los huevos tontos por ambos lados hasta que estén dorados y crujientes. Los retiramos y los dejamos reposar sobre una rejilla para eliminar el exceso de aceite sin que se humedezcan por debajo. En el caso de freírlos, como en cualquier fritura, es aconsejable no freír muchas unidades de cada vez para que la temperatura no baje en exceso (si eso pasa, nuestros huevos tontos quedarán más aceitosos y menos crujientes).

Paso 6

Servimos los huevos tontos calientes o a temperatura ambiente. Pueden servirse como aperitivo solos o acompañados de una salsa de tomate casera, o como como acompañamiento de algún guiso con legumbres o verduras.