Aperitivos y entrantes

Patatas fritas con salsa de carne, la receta de la comida callejera más famosa de Canadá

Se llama poutine y es el mejor truco para disfrutar de unas patatas fritas que no se enfríen enseguida. Una receta fácil, económica y muy sabrosa.

18 agosto, 2022 18:49

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¿Qué harías si quisieras disfrutar de un plato de patatas fritas en un puesto de comida durante un frío día de invierno, pero no soportas las patatas frías? En Canadá han dado con la solución y el resultado es la comida callejera más popular de este país, el poutine, unas patatas fritas con queso y salsa de carne. Una receta fácil y barata que triunfará siempre que la hagas.

El queso que se emplea para elaborar este plato canadiense es un queso cheddar fresco, pero que aquí podríamos sustituir por queso feta o por algún queso muy tierno. La salsa de carne es la típica gravy, una velouté hecha a partir de un caldo oscuro de carne que es muy popular en toda la cocina anglosajona.

El «truco» para que las patatas fritas no se nos enfríen mientras estamos dando buena cuenta de ellas está en bañarlas con la salsa bien caliente y comérselas al momento. También es aconsejable utilizar una buena patata para freír, como las de la variedad agria, que quedan muy crujientes y mantendrán bastante bien su textura al añadir la salsa.

En realidad, la receta es tan rápida como lo que se tarda en freír unas patatas, pues la salsa puede hacerse con antelación. Lo ideal es hacerla con un caldo casero, aunque casi con toda seguridad en los puestos de comida callejera canadienses, la salsa es totalmente industrial, por lo que tampoco habría mucha diferencia si se hace la salsa con un caldo comprado.

Hacer la salsa es tan simple como poner mantequilla en un cazo o sartén hasta que se funda, añadir mantequilla, cocinarla hasta que pierda el sabor a crudo y añadir el caldo hasta obtener una deliciosa salsa. Las cantidades y la receta completa podéis verlas en este enlace.

Receta de poutine canadiense

Ingredientes

  • Patatas, 1 mediana por persona
  • Aceite para freír
  • Sal
  • Salsa de carne (gravy)
  • Queso feta, 30 g por persona
  • Queso curado rallado
  • Cebolleta fresca
  • Pimienta recién molida

Paso 1

Lo primero será freír unas patatas en bastones. Queremos que nos queden tiernas por dentro y muy crujientes por fuera. Cuando estén listas, las pasamos a una fuente y las salamos al gusto.

Paso 2

Echamos por encima el queso feta desmigado y regamos con la salsa gravy bien caliente.

Paso 3

Podemos darle un toque final personal espolvoreando con un poco de queso curado rallado, cebolleta picada y pimienta recién molida. Y a comer antes de que se enfríe.