Una coca, tradicionalmente, es una masa de pan aceitada extendida muy fina y horneada con diferentes ingredientes por encima para darle un sabor u otro. Es una receta muy popular en Cataluña, Valencia o las islas Baleares y nos permite hacer un entrante delicioso perfecto para compartir. La de hoy es, sin duda alguna, una coca tramposa porque nos va a permitir conseguir un resultado maravilloso con la única tarea de picar los calçots o puerros y de organizar los ingredientes bien para meterlos en el horno.

La masa de la coca la vamos a sustituir una plancha de hojaldre, bien estirada y completamente agujereada por todas partes para que no se hinche al ser horneada, sino que se quede una masa fina y crujiente de base. Por encima, buen tomate frito en cantidad generosa con orégano y, a posteriori, unas sardinas picantes de lata, unas alcaparras y también algo de orégano. Nada más para un resultado delicioso que parecerá que esconde mucho más trabajo del que tiene. 

Esta coca es simplemente una idea base de todo lo que se puede realizar siguiendo este mismo método. Podríamos reversionar de forma fácil la clásica coca de recapte, pero también cambiar las bases y los toppings al gusto de cada uno. En lugar de tomate frito podríamos preparar un sofrito de curry, un pisto de verduras o una salsa de setas o de azafrán.

Y por encima, prácticamente todo sería admitido: mejillones, berberechos, embutidos, un rosbif, quesos... ¡Imaginación al poder! Sólo hay que entender bien que algunos ingredientes necesitan más o menos horno. Por ejemplo, unas anchoas nunca habrá que meterlas al calor sino ponerlas por encima únicamente al final, igual que el jamón y la mayor parte de los embutidos. Para que no se resequen y se vuelvan excesivamente salados. 

Para darle forma de la coca, cada uno puede recortar el hojaldre como prefiera para conseguir la que más le guste. un rombo, un corazón, un círculo, un rectángulo... Esto, además, permite la posibilidad de hacer estas cocas con formas o incluso con diferentes letras para sorprender a cualquiera.

Receta de coca de sardinas

Paso 1

Precalentar el horno a 200 ºC. Sacar el hojaldre de la nevera unos minutos antes de tener que manejarlo para que así esté tierno y no se desquebraje. Limpiar el calçot o el puerro quitando la parte verde, la zona de la base y también las capas más externas. Picar en aros muy finitos.

Paso 2

Recortar el hojaldre del tamaño o forma deseados y disponerlo siempre encima de un papel de horno. Se puede usar perfectamente el propio papel en el que suele venir envuelto. Pinchar el hojaldre con un tenedor o con la punta de un cuchillo por todas partes, para que se quede llena de pequeños agujeros por completo y así luego en el horno no se hinche.

Paso 3

Cubrir toda la superficie del hojaldre con el tomate frito, que llegue hasta los bordes, sin miedo. Añadir también el calçot cortado y disponerlo por toda la coca y terminar con un poco de orégano seco. Introducir en el horno durante 10 minutos aproximadamente, dependerá del horno de cada uno.

Paso 4

Tras ese tiempo, sacar del horno y disponer por encima las sardinas o sardinillas con un poco de su propio aceite picante con el que vienen en la lata. Terminar también con las alcaparras. Introducir de nuevo en el horno y rematar con 3 o 4 minutos más a la misma temperatura.

Paso 5

Al salir del horno, regar con un poco de aceite de oliva virgen extra y consumir tanto caliente como más fría. Aguanta muy bien durante unas horas.