Este tipo de preparaciones, que llegaron a España desde el país vecino de al otro lado de los Pirineos, tienen muchísimas ventajas tanto a la hora de cocinar como a la hora de consumir. Lo cierto es que son muy fáciles de preparar - y más si la masa de la quiche ya está hecha - y que nos aguantan perfectamente para llevarlas a cualquier sitio o consumirlas más tarde.

En realidad, partiendo de un sofrito, hablamos de utilizar bien los ingredientes y mezclar con huevo y nata condimentando al gusto. Con esto, me refiero a que podéis utilizar con la quiche el truco del almendruco: tenemos sofrito de cebolla congelado (por eso de que si nos ponemos a hacer, hacemos a tropel), lo mezclamos con los ingredientes que queramos y al horno. Y sí, me ha encantado utilizar como base masa de empanada en lugar de masa quebrada, porque queda más fina y más crujiente, pero esto al gusto de cada uno. 

El objetivo de cualquier quiche, desde una quiche de jamón y brócoli a una quiche de espinacas y champiñones con chorizo o una quiche de calabaza y morcilla, es conseguir que quede jugosa y que tenga sabor, porque es fácil que cualquier sabor se difumine con el añadido de los huevos y de la nata. Para ello, recomiendo siempre condimentar con gusto y alegría, porque una vez horneada perderá la fuerza del sabor. En esta ocasión, unos guisantes serán el dulzor complementario perfecto de un chorizo criollo, dorado primero en la sartén a fuego fuerte para que se quede ligeramente crujiente.

No hace falta cocinarlo por completo porque luego el horno hace el resto de la función como es debido y nunca se quedará crudo. Salchichas, carne picada normal o cualquier tipo de taquitos de carne servirán de igual manera. Como consejo, buscad algún ingrediente potente de sabor para contrarrestar con el dulzor de los guisantes y de la cebolla pochada. ¡Os serviría también un poco de chistorra si tenéis restos de haber preparado, por ejemplo, unas croquetas de chistorra

Cómo hacer una quiche de salchichas y guisantes

Ingredientes

  • Masa de empanada, 1 ud
  • Cebolla, 2 ud
  • Puerro, 1 ud
  • Guisantes congelados, 150 g
  • Salchichas de carnicería o chorizos criollos 350 g
  • Nata, 300 ml
  • Huevos, 4 ud
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, c/s
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas

Paso 1

Precalentar el horno a 180 ºC y preparar un molde para hacer nuestra quiche. Si no tenéis un molde bajo podéis utilizar, como yo, uno alto de tarta y luego, si se quiere, recortar los picos de la masa o no.

Paso 2

Marcar a fuego fuerte las salchichas para que se doren por fuera muy bien, romperlas ligeramente en la propia sartén para que se desmiguen un poco. Reservar. 

Paso 3

Pelar la cebolla, picarla finamente y pocharla en una sartén con un poco de aceite de oliva y de sal, a fuego medio para que tome un poco de color pero no demasiado. Quitar la parte verde del puerro y la parte de la raíz, pelar la primera capa, picar y añadir también al sofrito de la cebolla. 

Paso 4

Cuando la cebolla ya esté muy tierna añadir los guisantes, simplemente descongelados, al sofrito, y remover bien. No necesitaremos cocinar los guisantes, con el propio calor del sofrito y luego del horno será más que suficiente. Os recomiendo comprar guisantes de los más tiernos para que así estén perfectos. 

Paso 5

En un bol, mezclar la nata con los huevos y remover bien, condimentar con sal y pimienta negra molida y añadir también el sofrito de cebolla y puerro con los guisantes. 

Paso 6

Disponer la masa de empanada en el molde, sellando bien los laterales y asegurándonos de que la masa sube bien por los bordes. Podremos recortar con cuidado los picos para que quede una tartaleta de unos 3 cm de grosor o dejarlos por fuera, que quedará más punky. Podemos aprovechar restos de masa para cubrir algunas zonas más bajas, pegando y aplastando bien con los dedos.

Paso 7

Añadir el relleno a la masa, con cuidado de que no se salga por ningún lado. Terminar poniendo los trozos de salchicha o chorizo criollo repartidos por toda la masa. Hornear durante 25 minutos o hasta que la masa esté dorada, la superficie de la quiche también y al meter un palillo de metal éste salga completamente limpio.