Aunque ya hace tiempo nuestro compañero Juanma nos explicó cómo hacer un auténtico pisto manchego, bien es verdad que el pisto es una de esas recetas que cada cocinero hace a su manera, pues es de esas recetas agradecidas siempre que queremos cocinar algo con las verduras que van quedando por la nevera y amenazan con pasar a mejor vida si no hacemos algo con ellas pronto.

Esta versión que os traemos hoy es la que triunfa en casa de la familia de mi chico y, curiosamente, se parece muy poco al pisto que se preparaba en mi casa y del que prometo contaros la receta en otra ocasión.

Se trata de un plato muy resultón porque está bueno recién hecho, está bien para tupper si no le ponemos huevo y las sobras están buenísimas en una pizza (véase la última foto de la galería).

Preparación del Pisto con huevos gratinados

  1.  Lo primero será limpiar y trocear las hortalizas en cubitos de 1 cm de lado aproximadamente. Empezaremos por las berenjenas, que las dejaremos en un bol de agua con sal hasta el momento de incorporarlas a la receta.
  2. En una sartén o cacerola amplia ponemos a calentar el aceite a fuego 8/12, cuando esté caliente añadimos la calabaza y la zanahoria y las salteamos durante 3-4 minutos.
  3. Añadimos la berenjena escurrida, salteamos un minuto, bajamos el fuego al 5/12 y dejamos pochar 5 minutos.
  4. Subimos el fuego al 8/12 y añadimos los pimientos y las cebollas, salteamos un par de minutos y bajamos de nuevo el fuego al 5/12 durante otros 5 minutos.
  5. Finalmente añadimos el calabacín, salpimentamos al gusto, añadimos orégano y dejamos pochar a fuego medio hasta que todas las verduras estén tiernas. Serán unos 15-20 minutos
  6. Añadimos la salsa de tomate, mezclamos bien y lo dejamos a fuego medio-bajo (3/12) durante otros 5 minutos. Mientras tanto vamos precalentando el horno a 250ºC.
  7. Pasamos las verduras pochadas con el tomate a una fuente apta para horno (o si lo preferís a unas cazuelitas individuales), colocamos el queso rallado formando una especie de nidos dentro de los que cascaremos los huevos y horneamos durante unos minutos hasta que veamos que el queso está fundido y las claras de huevo cuajadas.
  8. Sacamos del horno, salpimentamos los huevos y servimos.

Resultado

Se trata de un plato muy fácil de preparar cuyo único secreto está en utilizar unas verduras frescas de calidad y respetar los tiempos a la hora de ir añadiéndolas al sofrito, pues así conseguiremos que todas estén en su punto.

Si no le ponéis los huevos, es también una guarnición perfecta para un plato de carne, o un delicioso relleno para una empanada, una lasaña o una pizza o incluso como salsa consistente para un plato de pasta o como acompañamiento para un arroz blanco.

Además es una forma de comer hortalizas muy muy sabrosa que no os deberíais perder.