El chef Martín Berasategui junto a una salsa de tomate casera.

El chef Martín Berasategui junto a una salsa de tomate casera. E.E.

Recetas

Martín Berasategui (65), chef con nueve estrellas Michelin: "La salsa de tomate se equilibra con vino blanco, el azúcar sobra"

El cocinero con más estrellas Michelin del país revela su secreto mejor guardado: el equilibrio perfecto no depende del azúcar.

Más información: Martín Berasategui (65), chef Michelin, rotundo: "Para dar más sabor a las lentejas, el truco es añadir un refrito de ajo"

Publicada

0 votos

Si hay un cocinero en España autorizado para hablar de cómo preparar la mejor salsa de tomate, ese es Martín Berasategui, chef vasco de 65 años que acumula un total de 10 estrellas Michelin y que nos ofrece sus consejos para conseguir el mejor sabor.

Las salsas son en muchas ocasiones las grandes protagonistas de los platos, a pesar de que puede parecer que son un simple acompañamiento, ya que aportan mucho sabor y textura a los ingredientes junto a los cuales se sirven.  Existen muchas de ellas populares en la cocina española, pero pocas tanto como la salsa de tomate.

Su sabor intenso y su textura característica la hacen convertirse en un acompañante ideal en numerosos platos, pero también por la gran versatilidad que ofrece, pues se puede usar en pastas, arroces, carnes, pescados o guisos.

El principal problema es que en muchas ocasiones se cometen errores que impiden poder encontrar el equilibrio perfecto, dado que lograr una salsa sabrosa, espesa y sin acidez solo será posible con los ingredientes adecuados y una buena preparación.

Para resolver cualquier duda al respecto, Martín Berasategui tiene la solución, y asegura que la clave para conseguir una buena salsa de tomate es fundamental la paciencia y la elección de un buen ingrediente base para su elaboración.

El reputado chef vasco recomienda utilizar tomates maduros de temporada y de variedades locales con un sabor intenso. Por otro lado, deja claro que "el azúcar sobra, la salsa de tomate en España se equilibra con vino blanco", además de indicar que es clave la técnica de cocinado.

Para Berasategui se debe realizar un sofrito lento de cebolla y pimiento en aceite de oliva para caramelizar los vegetales y así poder aportar un dulzor natural que sea capaz de equilibrar la acidez de la salsa de la mejor forma posible.

Cómo preparar la salsa de tomate perfecta

Para poder conseguir la salsa de tomate perfecta, esta debe ser espesa y con mucho sabor, de manera que pueda ser parte de un plato sin que pierda intensidad ni quede aguada, siendo fundamental para que el resultado final sea perfecto.

En el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser, el propio Martín Berasategui aseguraba que, para hacer la salsa de tomate ideal según su gusto, hay que preparar "un buen sofrito de cebolletas, ajo y pimiento verde, con aceite de oliva y una pizca de vino blanco".

En el momento en el que el sofrito queda reducido, es el momento en el que se deben agregar los tomates naturales pelados y triturados. Se guisa a fuego muy lento durante 45 minutos para que el agua del tomate se evapore y se concentre el azúcar y el sabor.

Con tiempo y paciencia se consigue una salsa espesa exquisita y se evita la acidez del tomate. Finalmente, hay que pasarla por un pasapurés, y luego se lleva de nuevo al fuego para que recupere el color, "hirviéndola unos minutos".

Con la salsa de tomate preparada según las indicaciones del chef vasco, podemos preparar diferentes recetas, entre las que se encuentran sus albóndigas, un plato clásico que admite muchas formas de cocción y que tiene en esa salsa la clave para conseguir el mejor resultado.

De esta manera, siguiendo las indicaciones de Martín Berasategui se puede transformar este plato tradicional en toda una experiencia gastronómica que logrará conquistar incluso a los paladares más exigentes.

Ingredientes de las albóndigas con salsa de tomate de Martín Berasategui

  • 500 gramos de carne picada de ternera
  • 250 gramos de carne picada de cerdo
  • Dos cucharadas de perejil fresco picado
  • Dos dientes de ajo picados finamente
  • Un huevo
  • Una cucharadita de sal
  • Una rebanada de pan duro
  • Media cucharadita de nuez moscada
  • Media cucharadita de pimienta negra
  • Media taza de harina
  • Un cuarto de una taza de leche
  • Un cuarto de taza de cebolla (picada finamente)
  • Aceite de oliva virgen extra

Paso 1

Pela y pica dos tomates maduros, corta en rodajas finas dos zanahorias, una cebolla grande en juliana y ten lista una hoja de laurel, media taza de vino blanco y media taza de caldo de pollo.

Paso 2

En un recipiente grande, añade la carne picada de ternera y cerdo, el huevo, la cebolla, el perejil y el ajo picado. Salpimenta al gusto y agrega una pizca de nuez moscada.

Paso 3

Sigue el consejo de Berasategui: empapa una rebanada de pan duro en leche, escúrrela bien y mézclala con la carne para lograr unas albóndigas más jugosas.

Paso 4

Haz bolitas del tamaño de una nuez, pásalas por harina y fríelas en una sartén con aceite de oliva caliente hasta que estén doradas. Luego, colócalas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.

Paso 5

En la misma sartén, sofríe la cebolla en juliana y las rodajas de zanahoria hasta que estén tiernas. Añade los tomates picados y la hoja de laurel.

Paso 6

Cuando el tomate esté blanco, vierte el vino blanco y deja cocinar hasta que se evapore el alcohol.

Paso 7

Devuelve las albóndigas a la sartén, añade el caldo de pollo caliente y cocina a fuego lento durante 30-40 minutos, removiendo de vez en cuando hasta obtener la textura deseada.

Paso 8

Corrige de sal y pimienta, retira la hoja de laurel y sirve las albóndigas calientes con su salsa.