Los huevos turcos de Beik Beik.

Los huevos turcos de Beik Beik.

Actualidad gastronómica

Los huevos turcos de la cafetería con repostería artesanal a la que peregrina la hostelería de Madrid

Beik Beik es la cafetería con repostería artesana que triunfa a pocos pasos del madrileño Mercado de Chamberí, refugio de muchos chefs de la capital.

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Cuando visitas un establecimiento y el resto de clientes pertenecen al mundillo de la hostelería, es una prueba irrefutable de que la cosa irá bien. Es lo que ocurre a escasos pasos del mercado de Chamberí, desde donde Beik Beik endulza el barrio y más allá.

Esta cafetería con obrador se ha convertido, en menos de un año, en un imán para los amantes del brunch y referencia obligada. Fundada por Agustina Sánchez Tresguerres y Aldana Dibilio Barbacovi (Lali), dos argentinas que cambiaron el Excel y el AutoCAD por la manga pastelera, Beik Beik es su proyecto hecho a mano y con el corazón.

Aunque su vitrina rebosa de dulces artesanales —croissalunas doradas, scones al grill, cookies de avena y tartas sin gluten y así hasta 20 elaboraciones propias que rozan el cielo—, si hay un plato que ha conquistado las mañanas son sus huevos turcos.

Agus y Lali tras el mostrador de Beik Beik.

Agus y Lali tras el mostrador de Beik Beik.

Esta preparación, aunque inspirada en el clásico çılbır otomano, tiene en Beik Beik una identidad propia que nace del trabajo artesanal, la cocina sin atajos y una filosofía de cocina consciente. ¡Y qué buenos están!

Un plato sencillo que conquista a cualquiera

Todo comienza con un labneh hecho desde cero. Usan yogur griego, lo filtran toda la noche y lo trabajan al día siguiente con la humedad justa, sin prisas, para obtener una crema densa, suave y profundamente sabrosa.

El ajo, en lugar de rallarse o prensarse, se asa lentamente junto a tomates cherry, romero, aceite de oliva, sal y pimienta. Después se convierte en un puré caramelizado que, más que acompañar, perfuma el plato.

“El ajo rallado era demasiado invasivo”, cuentan Agus y Lali. “Queríamos que fuera parte de la mezcla, que diera sabor, pero sin taparlo todo”. Esa búsqueda del equilibrio es uno de los pilares de su cocina.

El otro gran protagonista del plato es el chilli oil casero, preparado con harissa ahumada y ají argentino, el mismo que se usa para el chimichurri.

Calientan aceite de girasol a 160°C para infusionarlo con las especias y luego lo mezclan con la harissa cuando la temperatura baja, obteniendo un aceite picante pero aterciopelado, sin agresividad.

Los huevos, cocidos durante cinco minutos justos, se enfrían en agua helada y se pelan a mano, uno a uno. “No sé si será algo argentino, pero lo hacemos todo a pulmón”, dicen con una sonrisa.

Acompañados de una ensalada de rúcula aliñada con limón y aceite de oliva, y servidos con pan de masa madre de Panic, los huevos turcos se han ganado el título de “estrella del fin de semana”.

Cocina dulce con propósito

Detrás de cada elaboración de Beik Beik hay una idea clara: evitar el desperdicio, cuidar el producto y ofrecer alternativas inclusivas.

La ralladura de limón que aromatiza las tostadas encuentra su eco en el almíbar de limón de su más que recomendable Funky Lemon Matcha; la hierbabuena que adorna los bowls de granola se convierte también en parte del pesto casero. Nada se tira, todo se transforma.

Las tostadas, scones y cookies que elaboran en Beik Beik.

Las tostadas, scones y cookies que elaboran en Beik Beik.

El menú de Beik Beik no responde a tendencias pasajeras, procuran cocinar con propósito, sin atajos industriales, con el cariño y la atención que les caracteriza. Trabajan con productos sin gluten pero no se obsesionan con ello.

El obrador, que se repone diariamente, está siempre a la vista. “Queríamos un sitio donde todo fuera real, donde se hiciera a mano y desde cero”, explican. Y lo han conseguido.

Su 'catálogo' de elaboraciones.

Su 'catálogo' de elaboraciones.

También con ese scone que se presenta a modo de tostada y se corona con ricotta, sus tomates confitados y pesto. O con sus bizcochos, esponjosos, jugosos, y deliciosos.

Grilled cheese scone con ricotta, tomates cherry y pesto.

Grilled cheese scone con ricotta, tomates cherry y pesto.

Un refugio para la hostelería y más allá

Beik Beik no solo ha capturado el corazón de los vecinos de Chamberí. Cocineros, baristas, reposteros y profesionales del sector acuden allí en busca de inspiración y verdad. En esta ocasión, estos huevos turcos coincidieron con la visita del fundador de las Luna & Wanda.

La cafetería Beik Beik.

La cafetería Beik Beik.

Tal vez sea por la técnica, por la estética discreta y acogedora, o por esa energía contagiosa de dos mujeres que dejaron atrás sus carreras en Argentina para construir, literalmente con sus manos, un rincón donde la pastelería y el brunch no para de reunir adeptos.

Los huevos turcos de Beik Beik son mucho más que un plato instagrameable que tardó poco en adueñarse de mi feed. Son una muestra de que la cocina sencilla también llega, más cuando se hace desde el respeto y el amor por el oficio.