
Una camarera en una terraza de Málaga.
Hosteleros forzados a 'regalar' alojamiento para conseguir camareros en verano: alquileres a 3000 euros y salarios de 1400
La subida de los precios de la vivienda y el aumento de los pisos turísticos deja vacantes sin cubrir y servicios cerrados.
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La crisis de la vivienda está vaciando las cocinas. Los hosteleros necesitan mano de obra, pero los empleados no encuentran alojamiento para trasladarse a trabajar a ciertas zonas de España.
El problema se agrava en la época estival, cuando hoteles, bares y restaurantes de áreas turísticas aumentan su volumen de trabajo y requieren mucho más personal para compensar la alta demanda.
"Es un drama. Yo contrataría más gente, pero es que no la encuentro", lamenta Alejandra Herrador, chef del restaurante Atalaya de Alcocéber (Castellón).
Conseguir casa a largo plazo en la pequeña localidad costera de Alcocéber no es fácil. "Todo se alquila de manera vacacional", señala Alejandra. "La gente tiene pisos que se pueden alquilar a 1000 euros la semana en agosto y entonces pasan de alquilarlo todo el año", explica.
En este momento, de los 45 alojamientos en alquiler de Alcóceber publicitados en Idealista, 32 se promocionan como alquiler de temporada. De los 13 restantes, aunque se anuncian como "residencial de larga estancia", algunos también ofrecen la opción de reservarse sólo durante los meses de verano por un precio mayor.

Deiner, uno de los seis trabajadores que componen el equipo de Atalaya, en la sala del restaurante.
Asimismo, la media del alquiler de larga duración en este pueblo ronda los 900 euros al mes por vivienda, un precio difícil de asumir teniendo en cuenta que el salario medio anual de un camarero en España no llega a los 17000 euros brutos anuales (unos 1400 euros al mes), según la Encuesta Anual de Estructura Social del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La situación empeora si nos vamos a las islas. En Ibiza, ahora mismo el alquiler de larga estancia más económico que encontramos en Idealista es de 1500 euros por un piso de 61 m² y 600 euros por una pequeña habitación bastante alejada de las zonas más habitadas.
Si se trata de alquiler de temporada, un piso al mes oscila fácilmente entre los 1400 y 4000 euros (los más pequeños), mientras que una habitación puede hallarse entre 600 y 1500 euros.
En el norte no están mejor. Según una información de Pelayo Ortiz para Informativos Telecinco, un apartamento en las Rías Baixas en el mes de agosto ronda los 3000 euros, una cifra totalmente incompatible con lo que se paga en hostelería.
"Van a pagar 1200 [euros] y una habitación puede costar 500 o 400, si la encuentras...", señala Jenny Araki, una hostelera de Vigo.

Una camarera en la entrada de un bar.
El turismo acapara los alquileres y los precios no dejan de subir. Como respuesta, algunos empresarios han empezado a arrendar viviendas o habitaciones para sus empleados.
"Nosotros siempre alquilamos un apartamento todo el año para trabajadores que quieran venir a hacer la temporada y no encuentren sitio, o para practicantes", cuenta Alejandra Herrador.
Pero esto solo suele estar al alcance de grandes cadenas o negocios con músculo financiero. Sin embargo, los pequeños bares y restaurantes, que representan la mayoría del sector, no pueden competir y se ven forzados a reducir horarios o servicios por falta de personal.
El Gobierno ha anunciado medidas para endurecer la regulación de los alquileres turísticos y priorizar el acceso a la vivienda para residentes (de hecho, hace unos días Booking tuvo que eliminar más de 4000 anuncios ilegales de pisos turísticos tras una petición de Consumo).
No obstante, por ahora el sector hostelero sigue asfixiado y acorralado en mitad de una temporada turística que se espera que sea más fértil que otros años.