
El chef Martín Berasategui se 'sube a bordo' del primer crucero boutique de España
El chef Martín Berasategui se 'sube a bordo' del primer crucero boutique de España
El Ocean Victory ofrecerá un crucero (gastronómico) desde las Islas Canarias hasta la costa marroquí, pasando por Ceuta y desembarcando finalmente en Málaga.
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El chef con más estrellas Michelin de España llevará su cocina de tierra firme hasta alta mar. El chef vasco Martín Berasategui, se embarca —literalmente— en una nueva aventura culinaria a bordo del Ocean Victory, el primer crucero boutique de España, impulsado por la visión gastronómica de Alma Cruceros.
Desde la bocana del Muelle Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria, este buque de diseño hidrodinámico y vocación sostenible zarpa en su viaje inaugural con una premisa clara: hacer de la gastronomía el epicentro de la experiencia. Y si alguien puede convertir esa promesa en un banquete de emociones, es Berasategui.
Gastronomía en movimiento
El proyecto, que ha sido cocinado a fuego lento desde 2018 por el empresario malagueño Elisardo Sánchez, apunta alto: combinar la elegancia de un hotel boutique con la exclusividad de un yate, todo mientras se navega por las aguas del Atlántico. En este contexto, contar con una figura como Berasategui no es solo una decisión estratégica, sino también una declaración de principios.

El restaurante principal de Ocean Victory.
“Este proyecto me ilusiona profundamente. Es único, hecho con cariño, con alma, con emoción… y eso es lo que intento transmitir en cada plato”, ha declarado el chef vasco, cuya trayectoria profesional —más de cinco décadas— se refleja en una propuesta gastronómica pensada para conmover al comensal.
A bordo del Ocean Victory, Berasategui firma una carta exclusiva distribuida entre los cinco restaurantes del barco. La propuesta navega entre la tradición vasca reinterpretada, productos del mar con tratamientos delicados y una filosofía que abraza la excelencia sin perder el alma. “Aquí no se trata solo de alimentar, sino de emocionar. Cada bocado debe contar una historia”, explica el chef.
Cocina con estrella… y con brújula

Martin Berasategui junto con Paolo Cassagrande, encargados de la gastronomía del Ocean Victory
A Berasategui lo acompaña Paolo Casagrande, chef italiano afincado en Barcelona, con tres Estrellas Michelin y una sensibilidad culinaria que complementa a la perfección la propuesta del vasco. Juntos, suman 15 estrellas a bordo, un récord flotante que pone al Ocean Victory en la órbita de los grandes destinos gastronómicos del mundo.
El crucero no es una ostentación vacía. La experiencia está pensada para ser íntima, personalizada y sin sorpresas: 94 cabinas, atención completamente en español, espectáculos nocturnos, música en vivo, spa, piscina infinity y hasta una plataforma desplegable de 150 metros para zambullirse directamente en el océano.
Pero es en el detalle donde se encuentra la magia. Desde la vajilla hasta la selección de ingredientes, todo está medido al milímetro. Y en un sector turístico que muchas veces sacrifica calidad por cantidad, Alma Cruceros apuesta por una filosofía honesta, donde el lujo no es lo que se ve, sino lo que se siente.
El mar como nuevo comensal
El itinerario del Ocean Victory conecta destinos que son, en sí mismos, un festín para los sentidos: desde las Islas Canarias hasta la costa marroquí, pasando por Ceuta y desembarcando finalmente en Málaga. Cada escala promete no solo paisajes inolvidables, sino también la oportunidad de reinterpretar sabores locales con mirada de alta cocina.
“La cultura hispana tiene mucho que ofrecer al mundo, y la gastronomía es una de sus lenguas más universales. Esta travesía es también una celebración de eso”, afirma Elisardo Sánchez, quien define su proyecto como una forma de “navegar con alma”.
Una estrella en el horizonte
Con el Ocean Victory, Berasategui abre una nueva etapa en su trayectoria: la de la cocina en movimiento. Porque si algo ha demostrado a lo largo de los años es que su talento no tiene fronteras, y ahora tampoco necesita puerto fijo.
El mar, eterno e imprevisible, ha encontrado en la cocina de Berasategui un nuevo faro. Y los afortunados que crucen a bordo de esta experiencia única sabrán que el verdadero viaje no está en los destinos, sino en los sabores.