Las compras por internet se han convertido en algo habitual en nuestro día a día. Cada vez más tiramos de Google cuando estamos interesados en adquirir algún producto o servicio, pero muchos usuarios aún se muestran reticentes a utilizar determinados comercios electrónicos porque la mayoría de ellos requieren del uso de tarjetas bancarias para realizar la transacción.

Y es que la seguridad de las compras en internet es un asunto que preocupa a un número importante personas y que, en muchos casos, les impide disfrutar de las ventajas y comodidades que ofrecen los comercios electrónicos, como precios más competitivos, ofertas o envíos a domicilio sin coste. Las entidades financieras, conscientes de esta situación, crearon hace un tiempo un instrumento de pago que permite a estos usuarios aprovechar todas las virtudes de las transacciones en internet sin tener que preocuparse de la protección de su dinero: las tarjetas prepago, también conocidas como tarjetas monedero.

A continuación te explicamos qué son las tarjetas prepago, cómo te ayudarán a proteger tu dinero en cualquier tipo de compra, todas las ventajas que ofrecen y dónde encontrar las mejores del momento, entre otros aspectos.

Las mejores tarjetas prepago de mayo 2024

Tarjeta N26 Estándar

N26 estandar

Cuota mensual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

No

Retiradas en cajeros

Tres gratis al mes

Tarjeta Revolut Estándar

Revolut estandar

Cuota anual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

No

Retiradas en cajeros

Sin coste hasta 200€/mes

Tarjeta N26 Smart Ahorro

N26 smart

Cuota mensual

4,90 €

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Cinco gratis al mes

Tarjeta Revolut Plus

Revolut plus

Cuota anual

47,88 €

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Sin coste hasta 200 €/mes

Tarjeta N26 You International

N26 you

Cuota mensual

9,90 €

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Cinco gratis al mes

Tarjeta Revolut Premium

Revolut premium

Cuota anual

107,88 €

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Sin coste hasta 400 €/mes

Tarjeta N26 Metal

N26 metal

Cuota mensual

16,90 €

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Ocho gratis al mes

Tarjeta Revolut Metal

Revolut metal

Cuota anual

191,88 €

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Sin coste hasta 800 €/mes

Tarjeta Qonto Basic

Qonto basic

Cuota mensual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

No

Retiradas en cajeros

Sin coste

Tarjeta Pixpay

Pixpay

Cuota mensual

Desde 2,99€

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Sin coste

Tarjeta prepago Soldo Start

Tarjeta prepago Qonto

Cuota anual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

No

Retiradas en cajeros

Sin coste

  • Tarjeta para empresas emergentes: permite hasta 3 usuarios para centralizar, gestionar y controlar mejor los gastos
  • Se puede integrar en los sistemas de contabilidad de la empresa
  • Envío de fondos a cada usuario por separado
  • Acceso a capacitación y seminarios web
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¿Qué son las tarjetas de prepago o tarjetas monedero?

Las tarjetas prepago, también conocidas como tarjetas monedero, son instrumentos financieros con las mismas características físicas y funciones que las de débito o crédito, pero con un funcionamiento distinto. Con ellas se pueden realizar todo tipo de pagos electrónicos, pero antes hay que recargarlas con dinero, puesto que no dan acceso a los ahorros que su titular tenga en una cuenta bancaria ni a una línea de crédito.

De esta forma, cada vez que el usuario quiera utilizar una tarjeta prepago deberá cargar dinero en ella para completar la compra. Una vez se haya realizado la transacción, este instrumento se quedará sin fondos hasta que su titular decida recargarlo de nuevo.

En general las tarjetas monedero se gestionan desde una aplicación móvil en la que se pueden seguir todos los movimientos realizados y gestionar las recargas, que se pueden llevar a cabo de distintas formas, como transferencias bancarias, a través de tarjetas de débito o crédito, desde aplicaciones como Paypal o a través de cajeros automáticos.

En lo que se refiere a su aspecto físico, no se diferencian de las tarjetas de crédito o débito, pues también disponen de un número único, la fecha de vencimiento y el código de seguridad CVV, elementos que permiten a sus titulares utilizarlas en cualquier compra, ya sea física o digital.

Funcionamiento de las tarjetas prepago

Las tarjetas prepago, a diferencia de las de débito o las de crédito, no dan acceso directo al dinero, ya sea a los propios ahorros que el titular tenga en una cuenta corriente (débito) o a préstamo (crédito). Con estos instrumentos financieros, en cambio, el usuario debe ingresar de forma previa a la transacción un importe igual o superior al coste de la misma para poder utilizarla.

Este funcionamiento hace que usarlas sea algo más lento e incómodo, pero mucho más seguro, porque tras cada operación la tarjeta monedero se queda sin dinero, o con un importe muy reducido que, además, puede ser retirado por el usuario, de tal manera que la mayor parte del tiempo no tiene fondos y es mucho más difícil que sean objeto de robos.

Por lo tanto, para poder utilizar una tarjeta prepago en cualquier transacción lo primero que se debe hacer es recargarla con, como mínimo, el importe de la compra que queramos realizar. Eso sí, en determinadas operaciones, como retiradas de efectivo en cajeros en el extranjero, hay que tener en cuenta las posibles comisiones e incluirlas en la carga, puesto que si el saldo es menor a la cantidad total costes operativos incluidos, no se podrá completar la acción.

La mayoría de las tarjetas monedero se gestionan mediante una aplicación móvil desde la que se pueden realizar las recargas a través de distintos métodos, desde transferencias bancarias a pagos desde otras tarjetas de débito o crédito, pasando por apps como Paypal. En este punto es importante tener en cuenta que, en función del método elegido, el dinero puede tardar más o menos en estar disponible.

¿Para qué sirven las tarjetas prepago?

Como ya hemos comentado, las tarjetas prepago se pueden utilizar para cualquier tipo de pago, ya sea físico o electrónico, de compras, servicios o suscripciones, así como para retiradas de efectivo en cajeros. Es decir, podemos usarla como cualquier tarjeta bancaria. Sin embargo, dadas sus características y su funcionamiento, se suelen emplear con mayor frecuencia en las siguientes operaciones:

> Compras por internet: uno de los principales usos de las tarjetas monedero es el pago de transacciones online en comercios electrónicos cuando el usuario no acaba de fiarse de sus sistemas de seguridad. Estos instrumentos financieros son una gran solución ante la falta de confianza en compras por internet, puesto que si algún delincuente se hace con sus datos y pretende usarlos para sustraer dinero, no podrá hacerlo dado que no habrá fondos disponibles. A eso hay que sumar que la entidad avisará al cliente de los intentos de utilizar el plástico de forma ilícita, de tal manera que si ocurre algo sospechoso el titular podrá anularlo y solicitar uno nuevo sin que haya sido víctima de robo alguno.

> Pagos en el extranjero: los desembolsos fuera de nuestras fronteras también pueden generar cierta inseguridad entre los usuarios al desconocer los comercios en los que se va a pagar, motivo por el que el uso de las tarjetas prepago también suele ser frecuente en viajes al extranjero. A esto hay que añadir que algunas de las empresas que comercializan estos instrumentos ofrecen interesantes ventajas para pagos en el exterior, como cambios de divisas sin comisiones o a un tipo de cambio muy favorable para el cliente, lo que suma interesantes atractivos a su utilización en otros países.

> Primera tarjeta bancaria: las características de las tarjetas prepago las hacen idóneas para que padres o tutores legales faciliten a los menores a su cargo su primer instrumento de pago electrónico, pues así podrán ingresarles el dinero que necesiten para cada compra y controlar sus gastos.

> Compras físicas: como hemos comentado un poco más arriba, estos instrumentos se pueden utilizar como cualquier tarjeta bancaria, de débito o crédito, en compras de cualquier tipo, también en comercios físicos. En este caso, algunos usuarios la utilizan para llevar un mejor control de sus finanzas, ya que al tener que ir recargándola antes de cada transacción son una buena vara para medir el gasto.

Ventajas y desventajas de las tarjetas prepago

Las tarjetas prepago se han convertido en una opción cada vez más popular para quienes buscan una alternativa flexible y segura a las tarjetas de débito y crédito tradicionales. Sin embargo, como cualquier producto financiero también tienen sus desventajas. De forma que si estás considerando solicitar una tarjeta prepago online es importante que conozcas tanto sus beneficios como sus limitaciones. Las nombramos a continuación:

Ventajas de las tarjetas prepago

  • Control del gasto: una de las mayores ventajas de las tarjetas prepago es que solo puedes gastar el importe que has recargado previamente. Esto te permite tener un control estricto de tus gastos evitando endeudamientos.

  • Accesibilidad: no necesitas tener una cuenta bancaria para obtener una tarjeta prepago. Simplemente puedes solicitarla online en las entidades de nuestro listado, recargarla con el importe deseado y empezar a usarla.

  • Seguridad: al no estar vinculadas a una cuenta bancaria estas tarjetas son más seguras que otros productos. Si se te pierde o te la roban el riesgo financiero está limitado al saldo de la tarjeta.

  • Versatilidad: las tarjetas prepago son aceptadas en una amplia variedad de comercios online y físicos lo que las hace muy versátiles para todo tipo de compras y pagos.

Desventajas de las tarjetas prepago

  • Costes asociados: aunque son una opción económica algunas tarjetas prepago pueden tener costes y comisiones de gestión u operación.

  • Límites de importe: estas tarjetas suelen tener límites de carga y de gasto lo que puede ser un inconveniente si necesitas hacer compras con un importe alto.

  • Restricciones de uso: algunos servicios como el alquiler de coche o las reservas online pueden no aceptar tarjetas prepago como forma de pago o garantía.

¿Puedo tener una tarjeta prepago sin cuenta bancaria?

Uno de los aspectos más destacados de las tarjeta prepago, además de la necesidad de recargarlas de forma previa a su utilización, es que en la mayoría de los casos no requieren que su titular tenga una cuenta bancaria en la entidad que las comercializa ni ninguna vinculación de otro tipo.

Por lo tanto, sí es posible obtener una tarjeta prepago sin cuenta bancaria, aunque hay que ser conscientes de que esto dependerá de la entidad en la que se solicite, puesto que algunas sí exigirán al usuario algún tipo de vinculación. Por eso es importante prestar mucha atención a los detalles del contrato de estos instrumentos antes de firmarlo.

Elementos a los que prestar atención al elegir una tarjeta prepago

En el mercado existe una buena oferta de tarjetas prepago, cada una con sus características y ventajas propias que la diferencian del resto. Esto hace que el usuario tenga varias opciones entre las que elegir la que más le convenga en función de los usos que vaya a darle y su estilo de vida.

A la hora de determinar qué tarjeta monedero es la más adecuada para nosotros, existen una serie de elementos a los que debemos prestar atención. A continuación te señalamos los más relevantes.

Comisiones

Uno de los elementos a los que primero se debe atender al buscar la contratación de cualquier producto financiero es al de las comisiones y gastos de diverso tipo asociados a su emisión y uso. En este sentido, las más comunes en las tarjetas prepago suelen ser las comisiones de emisión, mantenimiento, recarga de saldo, retirada de efectivo en cajeros automáticos y pagos en el extranjero, aunque también puede haber otras menos habituales.

Este es un aspecto capital que tener en cuenta a la hora de contratar una tarjeta prepago por razones obvias: cuanto más comisiones tenga, o más elevadas sean éstas, mayor coste supondrá utilizarla para el usuario. El mercado ofrece distintas alternativas de entidades que eliminan algunas de estas tarifas, en algunos casos incluso la mayoría de ellas, por lo que se pueden encontrar instrumentos de pago de este tipo realmente ventajosos para el bolsillo de su titular si se busca bien.

Límites de carga y saldo

Muchas tarjetas prepago establecen cantidades máximas tanto para sus cargas de dinero como para el saldo disponible. Este aspecto es también muy importante en función de las operaciones que el usuario quiera hacer con este instrumento, puesto que es posible que encuentre dificultades para realizar las compras que desea hacer si éstas son por importes elevados.

Asimismo, muchas tarjetas monedero también establecen límites en las retiradas de efectivo en cajeros. En algunos casos, estos umbrales se pueden superar siempre y cuando el titular pague una comisión por ello.

Vinculaciones

Muchas de las entidades que comercializan tarjetas prepago no exigen a los usuarios, para poder contratarlas, abrir o tener ya algún otro producto del banco, como una cuenta corriente asociada, pero otras sí lo requieren. Es importante tener esto en cuenta especialmente porque algunas de esas vinculaciones pueden suponer gastos adicionales para el interesado tales como comisiones de apertura o de mantenimiento.

Gestión

La mayoría de las tarjetas prepago que existen en el mercado en la actualidad se gestionan a través de una aplicación móvil. A la hora de elegir la que más nos interesa es importante conocer cómo funciona esta app, las operaciones que vamos a poder realizar a través de ella y aspectos tan relevantes hoy día como si permite disponer de la tarjeta en formato digital, de tal forma que podamos pagar directamente con el móvil sin necesidad de llevar el plástico encima.

Tarjeta física

Varias de las tarjetas prepago que existen actualmente en el mercado no son físicas, sólo se puede obtener su versión digital a través de la aplicación móvil asociada a este instrumento financiero, donde aparecen toda la información del plástico. En algunos casos las entidades ofrecen la posibilidad de obtener una versión física del producto, pero con un coste adicional.

Este punto es importante si, además de la versión digital de tu tarjeta prepago, deseas disponer de la física por cualquier motivo.

Beneficios adicionales

Además de las ventajas comunes que ofrecen todas las tarjetas prepago, entre las que la mayor seguridad es la más destacada, muchas entidades incluyen beneficios adicionales para diferenciarse de sus competidores y atraer a más clientes. Estos pueden consistir en descuentos en comercios seleccionados al utilizar el plástico para comprar sus productos, cashbank o eliminación de comisiones para determinadas comisiones, como el pago electrónico o la retirada de efectivo en el extranjero.

Seguros incluidos

Otro aspecto interesante que ofrecen algunas tarjetas prepago a sus titulares es el de la inclusión de determinados seguros sin coste adicional. Los más comunes suelen ser los que cubren problemas con las compras online, robo, fraude, asistencia en el extranjero o pérdida de equipaje, entre otros.

¿Dónde puedo contratar una tarjeta prepago?

Si deseas solicitar una tarjeta prepago tienes varias alternativas para hacerlo. Una de las más comunes es acudir a tu banco habitual. Muchos bancos ofrecen este tipo de tarjetas con productos como las cuentas bancarias. Generalmente puedes solicitarlas a través de su plataforma online en pocos minutos y te permiten recibir la tarjeta directamente en tu domicilio en los siguientes días.

Por otro lado, las entidades financieras online también ofrecen tarjetas prepago con diversas ventajas. Estas plataformas online suelen tener procesos de solicitud más sencillos y con menos requisitos. Además, puesto que son entidades digitales suelen tener una gestión más ágil y eficiente lo que puede ser un punto a favor si valoras la comodidad y la rapidez.

Ambas opciones tanto los bancos tradicionales como las entidades financieras online ofrecen distintos tipos de tarjetas prepago, cada una con sus propias características, beneficios y requisitos. Por ello, es importante comparar las diferentes opciones disponibles para encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas.

Diferencias entre una tarjeta prepago y una tarjeta de crédito

Las tarjetas prepago y las tarjetas de crédito permiten realizar pagos tanto a través de dispositivos como datáfonos como mediante la utilización de su información única (número de la tarjeta, fecha de vencimiento y código de seguridad CVV), pero ésta es una de sus pocas similitudes, ya que se trata de productos bastante diferenciados entre sí.

Como hemos visto un poco más arriba, las tarjetas prepago no dan acceso directo al dinero, sino que, para usarlas, es necesario hacer una recarga previa por un importe igual o superior al valor de la operación que se vaya a realizar. Las tarjetas de crédito, en cambio, permiten a su titular acceder sin preámbulos a fondos que, en este caso, la entidad presta al usuario para que éste pueda financiar sus compras y devolver el préstamo cuando el elija: a final del mes corriente, varios meses después o en distintos plazos.

Debido a este funcionamiento, las tarjetas de crédito cobran intereses a sus titulares por el dinero que le han prestado, aunque hay contadas excepciones: algunas entidades dejan fondos a sus usuarios de forma gratuita siempre que éstos paguen la deuda a final de ese mismo mes. Con las tarjetas prepago, en cambio, no se paga ningún tipo de interés porque el capital ingresado pertenece al usuario. Sí pueden tener, no obstante, algunas comisiones por distintos conceptos que encarezcan la compra.

Diferencias entre una tarjeta prepago y una tarjeta de débito

Al igual que ocurre con las de crédito, las tarjetas de prepago y las de débito se parecen en que ambas permiten a sus titulares realizar pagos electrónicos, ya sean físicos u online, y su gran diferencia es que las segundas dan acceso directo a dinero y las primeras no.

En el caso de las tarjetas de débito, ese acceso directo se da a los ahorros que el usuario tenga en la cuenta bancaria asociada a este instrumento financiero, mientras que con las tarjetas monedero el titular debe recargar el saldo para poder realizar cualquier transacción. Esto hace que con las primeras el límite de gasto sea mucho más amplio, en principio todos los fondos que se hayan ahorrado (aunque determinadas entidades no permiten realizar un gasto diario superior a determinado importe), con las segundas, en cambio, está limitado a la cantidad de carga y, además, por muchos fondos que se ingresen también suelen tener un tope de gasto más bajo que las tarjetas de crédito o débito.

En lo que se refiere a las retiradas de efectivo en cajeros, es habitual que las tarjetas de débito ofrezcan este servicio de forma gratuita, sobre todo en terminales de la propia entidad, mientras que algunas tarjetas prepago cobran comisiones por este tipo de operaciones.

Una última diferencia de importancia es que muchas tarjetas prepago no exigen ningún tipo de vinculación con la entidad, de tal manera que el usuario puede contratarlas sin necesidad de abrir, por ejemplo, una cuenta corriente. Con las tarjetas de débito la cosa es muy diferente, puesto que por su funcionamiento y características todas deben estar asociadas a una cuenta bancaria.

¿Cómo se recargan las tarjetas prepago o monedero?

Existen varios métodos para recargar las tarjetas prepago, tanto de manera física como virtual. Lo más habitual hoy día es hacerlo a través de la aplicación móvil de la entidad o, en su defecto, en su web. Es la forma más rápida y cómoda, y el usuario puede llevar a cabo el ingreso mediante tarjetas de débito o crédito, transferencias bancarias o aplicaciones de pago como Paypal.

Para hacer una recarga virtual de tu tarjeta monedero tan sólo tendrás que entrar en la app o la web del banco, ir al apartado de transacciones y buscar la pestaña habilitada para tal fin, que en función de la entidad puede denominarse “ingresar fondos”, “recargar la tarjeta” o similares. Una vez llegados aquí, la plataforma pedirá que se introduzca un método de pago válido y llevará a cabo la operación como si de una compra se tratase.

Si la carga se realiza desde una tarjeta bancaria, la operación se ejecutará automáticamente tras introducir los datos del plástico. Lo único que tendrá que hacer el usuario es validar la acción en su app de banca digital. En el caso de las transferencias bancarias y algunas aplicaciones de pago, el interesado tendrá que enviar el dinero manualmente desde la app o la web de la entidad desde la que envíe los fondos.

Por otra parte, si hemos contratado la tarjeta prepago en una entidad que cuenta con oficinas físicas, es muy probable que el banco permita que sus clientes realicen sus recargas en las propias sucursales, en ventanilla o mediante sus cajeros automáticos. Algunas empresas de banca digital que no tienen sede física también habilitan la opción de que sus clientes recarguen sus tarjetas monedero mediante cajeros automáticos de compañías con las que han llegado a un acuerdo para tal fin.

Requisitos de las tarjetas prepago

Contratar una tarjeta prepago es bastante sencillo, rápido, sin muchos papeleos y los requisitos que se suelen solicitar son de fácil cumplimiento para casi cualquier persona. En general, estos son los más comunes:

  • Ser mayor de edad: al menos el titular principal, ya que muchas permiten que las utilicen menores autorizados
  • Disponer de un documento de identidad válido y en vigor
  • Residir legalmente en España

Adicionalmente a lo anterior, algunas entidades pueden solicitar que el usuario abra una cuenta bancaria en el mismo banco, o ya disponga de una, aunque en muchas otras esto no es necesario.

Como vemos, las condiciones para contratar una tarjeta prepago son tan laxas que pueden conseguirlas incluso personas con deudas impagadas que aparezcan en listados públicos de morosos como el de la ASNEF.

Si el proceso de contratación se realiza a través de internet, es habitual que para completarlo la entidad concrete una videollamada con el solicitante para comprobar su identidad o le pida que se haga varios selfies desde distintos ángulos con el mismo objetivo.

Posibles comisiones de las tarjetas prepago

A pesar de que las tarjetas prepago son conocidas por su flexibilidad y facilidad de uso, no están exentas de costes y comisiones de gestión y operativa. No obstante, como cada entidad financiera establece las características de sus tarjetas es posible que estos cambien según la oferta elegida. Aquí podrás encontrar las comisiones más comunes:

  • Comisión de emisión: algunas entidades cobran una tarifa inicial por emitir la tarjeta. Este coste puede variar dependiendo de la entidad y del tipo de tarjeta que elijas. En las tarjetas prepago sin comisiones este coste es 0.
  • Comisión por mantenimiento: algunas tarjetas prepago tienen una comisión de mantenimiento con cobro mensual, semestral o anual. Esta comisión también es gratuita en las tarjetas prepago sin comisiones y te puede ahorrar varios euros al año.
  • Comisión de recarga: cada vez que recargues saldo en tu tarjeta podrías enfrentar una pequeña comisión, aunque en la mayoría de las entidades esta transacción no tiene coste.
  • Comisión por retiro en cajeros: sacar dinero de un cajero automático que no pertenezca a tu entidad podría incurrir en una comisión. Este coste varía según la entidad y se indica en la pantalla del cajero antes de hacer la retirada de efectivo.
  • Comisión por transacciones internacionales: si planeas usar tu tarjeta en el extranjero podrías enfrentar comisiones por cambio de divisa, retiradas de efectivo o por realizar compras internacionales.
  • Comisión por inactividad: si no usas tu tarjeta durante un período prolongado algunas entidades te cobrarán una comisión por inactividad.
  • Comisión por consulta de saldo: aunque es la menos común, algunas tarjetas cobran por consultar el saldo en cajeros automáticos que no pertenecen a la entidad emisora.

En resumen:

  • Las tarjetas prepago son más seguras al comprar en comercios electrónicos porque no dan acceso directo al dinero de su titular y permanecen buena parte del tiempo sin fondos.
  • También conocidas como tarjetas monedero, son un instrumento especialmente útil como primera tarjeta bancaria para adolescentes, pues permite a sus padres tener un mayor control sobre los gastos de sus hijos.
  • Las tarjetas prepago son bastante flexibles, pues muchas no exigen vinculaciones adicionales con la entidad financiera que las comercializa, y suelen tener pocas comisiones o estar exentas de ellas.

Metodología: ¿cómo clasificamos las mejores tarjetas prepago?

Durante el mes de mayo 2024 hemos estado estudiando las mejores tarjetas prepago que ofrecen diversas entidades financieras y recogiendo sus datos para poder analizarlos y hacer un listado con las que consideramos que destacan entre sus competidores. Esta clasificación la creamos teniendo en mente los aspectos que pueden ser más relevantes para los lectores a la hora de escoger una tarjeta.

Los productos mostrados pertenecen a varias entidades que ofrecen un servicio de calidad y se clasifican según sus características en base a nuestro criterios, aunque son los lectores los que tienen que analizar y decidir si el producto se adapta a sus necesidades antes de contratarlo.

Entre las características que tenemos en cuenta para hacer la clasificación se encuentran:

Comisión de emisión

Es un coste que cobra la entidad por emitir y enviar la tarjeta al domicilio del cliente. (Hasta 30% del total)

Comisión de mantenimiento

Es un coste que en ocasiones cobran las entidades por mantener la tarjeta en el tiempo. (Hasta 30% del total)

Otros

Son los servicios que ofrece la entidad por usar la tarjeta como seguros, descuentos, reembolsos, protección antifraude, servicio de atención al cliente, etc (Hasta 40% del total)

Preguntas frecuentes sobre las tarjetas prepago

¿Puedo tener más de una tarjeta prepago?

Sí, los usuarios pueden tener cuantas tarjetas prepago deseen, aunque muchas entidades no permitirán que el mismo titular tenga dos veces el mismo producto. En el caso de que te interese disponer de más de uno de estos instrumentos, puedes comprobar si tu banco dispone de otros diferentes al que ya tienes o contratarlo en otra empresa que te ofrezca buenas condiciones.

¿Es necesario tener alguna vinculación para conseguir una tarjeta prepago?

Depende de la entidad, puesto que en muchos casos es posible conseguir una tarjeta prepago sin cuenta bancaria u otros productos financieros contratados en la institución que las comercializa.

La oferta de este tipo de instrumentos es amplia, y existe un buen número de entidades que ofrecen tarjetas monedero sin ninguna exigencia, por lo que si el usuario está interesado en conseguir un instrumento de este tipo sin tener que abrir una cuenta corriente o contratar otro tipo de producto financiero, a buen seguro podrá encontrar lo que necesita.

¿Cómo consultar el saldo de una tarjeta prepago?

Una de las formas más cómodas del consultar el saldo es a través de la aplicación móvil de la entidad financiera que emitió tu tarjeta. Solo necesitas descargar la app, iniciar sesión con tus credenciales y acceder a la sección de tus productos bancarios para ver el importe disponible en tiempo real.

También puedes consultar el saldo en los cajeros automáticos de la entidad financiera insertando tu tarjeta, introduciendo tu PIN y siguiendo las instrucciones en pantalla, aunque esta consulta puede tener coste adicional. Por último, puedes llamar al servicio de atención al cliente de la entidad. Este servicio suele estar disponible las 24 horas del día y te proporcionará el saldo tras verificar tu identidad.

¿Se pueden usar las tarjetas prepago en el extranjero?

Sí, si eres un viajero frecuente que viaja por vacaciones o por trabajo puedes usar tu tarjeta prepago como método de pago en el extranjero, aunque hay algunos aspectos que tienes que tener en cuenta como: las comisiones que podrían aplicarse por transacciones en moneda extranjera o por el uso de cajeros automáticos de otra entidad financiera.

Aunque las tarjetas prepago son ampliamente aceptadas en el mundo es posible que algunos comercios en el destino no la acepten. Por lo tanto, es recomendable llevar algo de efectivo y consultar con la entidad antes del viaje si la tarjeta es aceptada en ese destino. Para operaciones online como la compra de billetes de avión o reservas sí es más probable que se acepte.

¿Tienen las tarjetas prepago un límite de gasto?

Depende de la tarjeta prepago. Algunas de ellas sí tienen limite de gasto, aunque la mayoría no. De estas segundas, no obstante, hay que tener en cuenta otro tipo de restricciones que, indirectamente, pueden impedirte hacer grandes desembolsos de una vez.

Para empezar, la inmensa mayoría de las tarjetas prepago tienen un límite de recarga que varía según la entidad que las comercializa. De esta forma, si el usuario desea realizar una compra por un importe elevado tendrá que ingresar varias veces dinero en ella. Y es aquí donde surge una segunda restricción importante, puesto que muchos de estos plásticos tienen límites máximos de recargas diarias, semanales o mensuales, dependiendo del banco al que pertenezcan, que restringen la posibilidad de ir cargando dinero hasta alcanzar el monto que necesitas.

¿Puedo obtener una tarjeta prepago con mal historial financiero?

A diferencia de las tarjetas de crédito o incluso algunas cuentas bancarias, las tarjetas prepago raramente requieren una verificación del historial financiero del interesado para su emisión. Esto las convierte en una opción accesible para aquellos con puntuaciones bajas o con problemas financieros.

Sin embargo, hay algunas consideraciones que debes tener en cuenta. Primero, aunque obtener la tarjeta en sí puede ser sencillo, algunos de sus servicios podrían estar limitados dependiendo de la entidad emisora, por lo que es posible que no puedas realizar las mismas acciones con ellas que con una de débito o crédito.

Otro aspecto relevante es que, aunque una tarjeta prepago puede ofrecerte la comodidad de una tarjeta de débito o crédito, generalmente no te ayudará a mejorar tu historial financiero, ya que las transacciones con ellas no se informan a las agencias de crédito.

¿Qué hacer si pierdo mi tarjeta prepago?

Lo primero que debes hacer es bloquear la tarjeta para evitar operaciones no autorizadas. Esto se puede hacer habitualmente a través de la aplicación móvil de la entidad mediante la que recargas este instrumento financiero o llamando al servicio de atención al cliente. Si tienes sospechas de que la tarjeta ha sido sustraída, también es importante que pongas una denuncia en la comisaría más cercana. Este paso podría ser necesario para que el banco te devuelva cualquier cargo no autorizado.

A continuación, revisa el historial de operaciones para identificar cualquier actividad que no reconozcas. Si detectas operaciones sospechosas, comunícalo inmediatamente al banco. Una vez bloqueada la tarjeta y notificado a la entidad, el siguiente paso es solicitar un reemplazo del plástico. Algunos bancos ofrecen la opción de envío urgente, aunque podría tener un coste adicional.

Si estabas utilizando tu tarjeta prepago para desembolsos periódicos, como suscripciones o facturas, asegúrate de actualizar los datos de pago para evitar interrupciones en los servicios. Es importante que conozcas las políticas de tu banco en lo que respecta a la pérdida o sustracción de tarjetas, porque algunas entidades ofrecen protección contra operaciones no autorizadas si se informa dentro de un plazo específico.

Incluso después de recibir tu nueva tarjeta, es recomendable que sigas revisando regularmente el historial de operaciones para asegurarte de que no se produzcan cargos no autorizados. Perder una tarjeta prepago no es una catástrofe, pero requiere una actuación rápida y decidida de tu parte. Siguiendo estos pasos, podrás minimizar los riesgos y asegurarte de que tus fondos estén seguros.

¿Puedo hacer pagos recurrentes con una tarjeta prepago?

Sí, muchas tarjetas prepago permiten a sus titulares realizar desembolsos recurrentes con ellas, aunque no todas dan esta posibilidad. Por ello, si deseas pagar suscripciones con ellas lo primero que debes hacer es verificar sus condiciones y términos de uso para asegurarte de que puedes hacerlo.

Otro aspecto que debes tener en cuenta para realizar desembolsos recurrentes con tu tarjeta prepago es que siempre debe haber fondos suficientes para cubrir estos pagos, ya que, a diferencia de las tarjetas de crédito, no ofrecen la posibilidad de un descubierto. Por lo tanto, si no hay saldo bastante, el pago simplemente será rechazado, lo que podría resultar en la cancelación del servicio o en cargos adicionales por impago.

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que, aunque las tarjetas prepago suelen ser aceptadas por la mayoría de las empresas que admiten tarjetas de débito o crédito, algunas empresas pueden tener políticas específicas que prohíben el uso de tarjetas prepago para pagos recurrentes. Por lo tanto, es recomendable consultar con el proveedor del servicio o producto para asegurarse de que aceptan este método de pago.

Además, es importante ser consciente de las tarifas asociadas con tu tarjeta prepago. Algunas cobran una comisión por cada transacción, lo que podría hacer que los desembolosos recurrentes resulten más costosos a largo plazo. Por último, siempre es aconsejable revisar regularmente el saldo y el historial de transacciones para evitar sorpresas desagradables, como pagos rechazados o cargos inesperados.