Las mejores tarjetas bancarias sin comisiones de 2024: tarjetas de crédito, débito y prepago

Las tarjetas bancarias son el método de pago más popular del mundo dada su comodidad, seguridad y versatilidad. Descubre los distintos tipos que existen y cuál es la más indicada para ti.

Autor: Redacción de Servicios de comparación financiera

Actualizado: 01/05/2024, 16:50

Las tarjetas bancarias se han convertido en un inquilino habitual de la cartera de cualquier persona. Cada vez pagamos menos en efectivo y son pocos son los usuarios que no utilizan estos instrumentos financieros al menos una vez a la semana para sus compras cotidianas, ya sean físicas o a través de internet.

En el mercado existen, básicamente, tres tipos de tarjetas bancarias: de crédito, de débito y de prepago. Cada una de ellas tiene sus características y ventajas propias, así como sus usos más adecuados, y los usuarios pueden tener sólo una de ellas, las tres a la vez o, incluso, varias de cada tipo al mismo tiempo.

A continuación te informamos sobre las mejores tarjetas bancarias del momento, te explicamos qué son, en qué se asemejan y diferencian cada una de ellas y cuáles son sus principales ventajas, entre otros aspectos.

Las mejores tarjetas de crédito sin comisiones de mayo 2024

Tarjeta de crédito Sabadell

Tarjeta credito Sabadell

Cuota anual

Gratis en la Cuenta Online Sabadell

TAE

19,56%

Modalidad de pago

Pago aplazado (en 3, 6, 9, 12, 18 o 24 meses) / Pago con cuota fija o porcentaje (revolving) / Pago a fin de mes

Tarjeta Plazo Credit

Image

Cuota anual

Gratis

TAE

23,99%

Modalidad de pago

Pago aplazado en cuotas / Pago único mensual

Tarjeta Tú Abanca

Image

Cuota anual

Gratis

TAE

desde 14,27%

Modalidad de pago

Pago pago aplazado (en 3, 6, 9, 10 o 12 meses) / Pago con cuota fija (revolving) / Pago a fin de mes

Tarjeta de crédito ING

Tarjeta Débito sabadell

Cuota anual

Gratis al domiciliar la nómina

TAE

18,95%

Modalidad de pago

Pago a final de mes / Pago en plazos / Pagos aplazados en algunas compras

Tarjeta de crédito AXI Card

Tarjeta Débito Axi Card

Cuota anual

Gratis

TAE

21,59%

Modalidad de pago

Pago aplazado / Pago flexible: en el momento que el titular decida (antes de 30 días)

Las mejores tarjetas de débito de mayo 2024

Tarjeta Sabadell

sabadell

Comisión de emisión

0

Comisión de mantenimiento

Gratis

Tarjeta ING nómina

tarjeta debito ing

Comisión de emisión

0

Comisión de mantenimiento

Gratis

Solicitar
Abre tu cuenta Sabadell para conseguirla

Tarjeta Aqua débito

bbva debito

Comisión de emisión

0

Comisión de mantenimiento

Gratis

Solicitar
Abre tu cuenta Sabadell para conseguirla

Tarjeta débito - EVO

EVO debito

Comisión de emisión

0

Comisión de mantenimiento

Gratis

Solicitar
Abre tu cuenta Sabadell para conseguirla

Las mejores tarjetas prepago de mayo 2024

Tarjeta Revolut Estándar

Revolut estandar

Cuota anual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

No

Retiradas en cajeros

Sin coste hasta 200€/mes

Tarjeta N26 Estándar

N26 estandar

Cuota anual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

No

Retiradas en cajeros

Tres gratis al mes

Tarjeta Revolut Estándar

Revolut plus

Cuota anual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Sin coste hasta 200€/mes

Tarjeta N26 Smart Ahorro

N26 smart

Cuota anual

Gratis

Coste por recargar

Gratis

Incluye seguros

Retiradas en cajeros

Cinco gratis al mes

¿Qué es una tarjeta bancaria?

Las tarjetas bancarias son instrumentos financieros que permiten a su titular realizar pagos sin tener que llevar encima dinero en metálico. En función de la modalidad que sea, esos desembolsos se cargarán directamente a la cuenta del usuario (débito), a un monedero digital (prepago) o se aplazarán (crédito).

Tradicionalmente las tarjetas bancarias han consistido en un plástico pequeño y rectangular que cabe en cualquier cartera y bolsillo, que bastaba pasar por distintos dispositivos de cobro como los datáfonos para completar la operación. Sin embargo, el avance de la tecnología móvil permite que cada vez más usuarios puedan pagar con sus teléfonos inteligentes gracias a la inclusión en estos aparatos de un chip NFC. De esta forma, se puede realizar cualquier compra sin necesidad de llevar la tarjeta física encima.

¿Qué tipos de tarjetas bancarias existen?

Como hemos comentado un poco más arriba, existen principalmente tres tipos de tarjetas bancarias que, a pesar de tener algunos elementos comunes, se diferencian bastante entre sí. Entre los aspectos que todas ellas comparten se encuentran su utilización como método de pago válido en la inmensa mayoría de negocios, tanto físicos como electrónicos, sin necesidad de llevar dinero metálico encima, sus características físicas similares, métodos de seguridad e información parecidos, la inclusión de seguros que protegen a sus titulares ante el fraude y que obligatoriamente deben ser emitidas por entidades financieras legalmente constituidas de acuerdo a las leyes españolas o europeas.

Más allá de estas semejanzas, a continuación te explicamos las principales características de cada una de ellas que las diferencian entre sí.

Tarjetas de crédito

Son una de las tarjetas bancarias más populares y su principal característica es que permiten aplazar los pagos, de tal forma que el usuario puede adquirir productos y servicios a crédito y devolver la cantidad total que haya gastado en el plazo que le permita este instrumento financiero, que puede ser a final de mes, varios meses después o a plazos fijos o variables a lo largo de los meses sucesivos.

Las tarjetas de crédito, por lo tanto, prestan dinero a sus titulares y, a cambio, le cobran por ello unos intereses. Por eso, es importante que los usuarios que deseen hacerse con un instrumento de este tipo revisen bien tanto el porcentaje que la entidad emisora cobrará como las condiciones de los pagos para saber cuánto les costará el servicio. Asimismo, también pueden descubrir ventajas atractivas, puesto que hay bancos que ofrecen intereses al 0% si el cliente liquida su deuda a final de mes.

Al ser un producto de crédito, las entidades que las emiten serán más exigentes a la hora de conceder estas tarjetas que con otras como las de débito o prepago y analizarán el riesgo del perfil financiero del interesado. En función del mayor o menor peligro que el banco estime, así como de factores como la edad, el sueldo o tener deudas impagadas, la empresa aceptará o no la petición y, en caso positivo, asignará un mayor o menor importe mensual.

Tarjetas de débito

Las tarjetas de débito dan acceso directo al dinero almacenado en la cuenta corriente asociada a ellas, por lo que sus titulares no contraen deuda alguna con el banco, sino que utilizan sus propios ahorros para realizar las compras. Por lo tanto, su uso no conlleva el pago de ningún tipo de intereses.

No obstante, conviene tener en cuenta que estos productos pueden tener algún tipo de comisión, como de apertura o de mantenimiento, por lo que si el usuario desea disfrutar de una tarjeta de débito gratis debe prestar mucha atención a las condiciones del contrato. En este sentido, no debe resultarle particularmente difícil encontrar un instrumento de este tipo sin costes, puesto que multitud de entidades financieras los ofrecen

Tarjeta de prepago

Las tarjetas de prepago no están asociadas a una cuenta bancaria, al menos no directamente, ni ofrecen dinero a crédito a sus titulares. Funcionan como un monedero digital en el que es necesario cargar fondos para realizar compras y pagos, de tal forma que si no se ingresa nada no se podrán usar.

Estas tarjetas son particularmente útiles para realizar compras y evitar posibles fraudes por duplicado del instrumento, ya que su titular puede cargar dinero sólo cuando vaya a realizar el pago y dejarla sin fondos el resto del tiempo.

Eso sí, hay que tener en cuenta que las tarjetas de prepago suelen tener importes de recarga mínimos y máximos, de tal manera que es posible que el usuario deba dejar una cantidad ingresada en ellas si la compra es pequeña, o no pueda acometer el pago si el valor de lo que desea adquirir es demasiado alto. También hay que revisar si la entidad que las emite cobra comisiones por las recargas.

Una ventaja más de estos instrumentos es que el usuario puede conseguir tarjetas prepago sin cuenta bancaria en la entidad emisora, aunque no todos los bancos dan esta posibilidad. En los casos en los que sí, el titular sólo deberá asociar un método de pago como otra tarjeta de débito o crédito o una cuenta de Paypal, entre otros.

¿Para qué se usan las tarjetas bancarias?

Como hemos visto, el principal uso de las tarjetas bancarias es el de realizar pagos tanto en establecimientos físicos como a través de internet de forma inmediata y sin tener que utilizar dinero en metálico. Sin embargo, por sus características, los diversos tipos de instrumentos de este tipo que hemos visto se suelen emplear para fines distintos. A continuación te contamos cuáles suelen ser los más habituales de cada uno de ellos.

Usos de las tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito proporcionan liquidez a sus titulares de forma anticipada, por lo que se utilizan principalmente para adelantar pagos cuando el usuario no dispone de ahorros suficientes, un dinero que éste devuelve cuando consigue fondos de nuevo añadiéndole los intereses.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que muchas tarjetas de crédito ofrecen interesantes ventajas adicionales a sus clientes, como descuentos en compras de determinados establecimientos, devolución de un pequeño porcentaje del importe de algunos desembolsos, condiciones ventajosas para pagos en el extranjero o seguros extra de asistencia en viaje o protección de transacciones, entre otros. Por ello, es interesante consultar todo lo que ofrecen estos instrumentos antes de contratarlos para elegir la mejor opción y sacar el mayor partido posible de ellos.

Algunas tarjetas de crédito también permiten a sus titulares retirar efectivo en cajeros automáticos, aunque hay que tener cuidado con esta acción, puesto que en determinados casos la operación puede incluir comisiones incluso si se trata de terminales del propio banco emisor del plástico.

Usos de las tarjetas de débito

Las tarjetas de débito se suelen utilizar para los pagos comunes del día a día, dado que utilizan los propios ahorros del titular y no le suponen gasto adicional alguno en concepto de intereses. En este sentido, llevarlas en el bolsillo es, a efectos prácticos, como tener nuestro dinero en metálico a mano.

Con las tarjetas de débito también se pueden establecer pagos recurrentes, como el de determinados servicios por suscripción, para que todos los meses se cargue en ellas la cantidad correspondiente.

Uso de las tarjetas prepago

Las tarjetas prepago también se utilizan para pagar la compra de cualquier bien o servicio, pero, a diferencia de las otras dos comentadas anteriormente, en este caso el titular no tiene acceso directo a fondos, sino que debe recargarla de forma previa a cualquier desembolso para poder pagar con ella. Esto las hace mucho más seguras que las de crédito o débito, motivo por el que muchos usuarios las utilizan para hacer compras por internet en páginas de las que no se acaban de fiar, puesto que, aunque la web en cuestión tenga todos los datos, no podrá hacer uso de ella al no disponer de fondos más que en los momentos en que su propietario vaya a emplearla.

Por otra parte, al tener que recargar la tarjeta prepago cada vez que se vaya a hacer una compra, este instrumento permite al usuario ser mucho más consciente de lo que gasta y de los fondos de que dispone, de tal forma que hace que tenga un mejor control de sus finanzas.

TarjetaCompras físicas / onlineFinanciar comprasAcceder a una cuenta corrienteVentajas adicionales en comprasSacar dinero en cajeros
Tarjeta de créditoX
Tarjeta de débitoX
Tarjeta prepagoXXX

¿Cómo puedo solicitar una tarjeta bancaria?

Gracias al desarrollo tecnológico en la actualidad es posible solicitar una tarjeta bancaria en unos pocos clics desde la comodidad de tu casa. Además el proceso online te ofrece la ventaja de comparar diferentes ofertas en internet para que tomes una decisión más informada y acorde a tus necesidades.

A continuación, te mostramos paso a paso cómo puedes hacer la solicitud online:

1. Elige un tipo de tarjeta bancaria

Analiza tus necesidades financieras para decidir qué tipo de tarjeta bancaria es la más adecuada para ti. Puedes elegir entre: tarjetas de débito, tarjetas de crédito y tarjetas prepago. Si necesitas una tarjeta para gastos comunes puedes elegir una tarjeta de débito o prepago, mientras que si necesitas financiar tus compras, una tarjeta de crédito sería más útil.

2. Revisa los requisitos de la tarjeta

Después de elegir un tipo de tarjeta revisa los requisitos de las diferentes ofertas de ese tipo. Los requisitos de cada tarjeta bancaria son muy distintos, así como sus beneficios y condiciones. Mientras las tarjetas prepago pueden tener pocos requisitos, las de débito te pueden solicitar domiciliar tu nómina o tener un importe mínimo, y las de crédito contratar productos adicionales.

En nuestro listado de las mejores tarjetas bancarias podrás encontrar ofertas con requisitos básicos y otras con requisitos mayores con mejores beneficios.

3. Rellena el formulario online de la entidad

Haz clic en el botón “Ir a la oferta” para dirigirte al sitio web de la entidad financiera. En pocos minutos verás un formulario online que tienes que completar con tus datos personales, información laboral y financiera. Luego adjunta la documentación adicional como una copia de tu DNI, justificantes de ingresos o extractos bancarios. Esta documentación varía según la tarjeta bancaria que elijas.

4. Verifica tu identidad

La entidad financiera podría requerir una verificación de identidad para confirmar que eres tú, esta podrá realizarse mediante una videollamada o enviando una fotografía de tu DNI junto a un selfie. Cuando termines envía la solicitud a la entidad y espera la aprobación.

5. Recibe tu tarjeta bancaria

Generalmente las tarjetas bancarias son enviadas a tu domicilio en un plazo de 7 a 10 días laborables según la entidad financiera.

6. Activa la tarjeta bancaria

Por último tendrás que activar la tarjeta siguiendo las instrucciones que te proporcionará la entidad financiera. Estas las encuentras en el documento enviado junto a la tarjeta o por internet. Este paso es esencial para empezar a disfrutar de todas las ventajas de tu nueva tarjeta.

Beneficios de las tarjetas bancarias

No es necesario llevar efectivo: esta es la principal ventaja de las tarjetas bancarias, y permite a los usuarios, por una parte, ir más cómodos, puesto que estos instrumentos abultan menos que los billetes y las monedas, y por otra, disponer de su dinero de una forma más segura, puesto que es necesario conocer el código de seguridad para hacer compras de grandes importes con ellas.

Mayor control de los gastos: con las tarjetas bancarias todas las transacciones quedan registradas en un historial en el que, por lo general, aparece el nombre del negocio en el que se ha pagado, de tal forma que permite al usuario saber en qué ha gastado cada euro de forma precisa.

Es un instrumento muy versátil: las tarjetas bancarias se pueden utilizar para pagos físicos, por internet, en el extranjero sin necesidad de cambiar divisas manualmente, a través del móvil, para retirar efectivo en cajeros, etc.

Ventajas adicionales: muchas tarjetas bancarias, en especial las de crédito, ofrecen ventajas adicionales a sus titulares tales como descuentos en determinados comercios seleccionados o la devolución de un pequeño porcentaje del importe de la transacción con empresas que tengan un acuerdo con la entidad emisora.

Seguros: las tarjetas suelen tener seguros asociados que protegen las compras de sus titulares por importes superiores a 50 euros. Además, algunas de ellas, en especial las de crédito, pueden disponer de algunos adicionales como de atraco, asistencia en viaje o accidente.

Riesgos de las tarjetas bancarias

Su extravío puede ocasionar cuantiosas pérdidas: el extravío de una tarjeta bancaria puede ser más dañino para su titular que perder dinero en metálico, puesto que con este instrumento bancario la persona que lo encuentre puede acceder a todos los fondos que haya en la cuenta o a todo el crédito disponible. Es cierto que existen mecanismos de seguridad para evitar este perjuicio, como la necesidad de introducir el PIN en compras por importes elevados, generalmente por encima de 30 o 50 euros, o la posibilidad de bloquear la tarjeta desde la aplicación móvil. Sin embargo, si el que la ha encontrado es rápido y hace compras pequeñas, es posible que pueda sustraer cantidades nada desdeñables al afectado.

Duplicado de la tarjeta: con estos instrumentos financieros existe la posibilidad de que algún delincuente, tras hacerse con los datos de la tarjeta, la duplique con el objetivo de sustraer el dinero de su titular de forma ilícita. En el caso de que el usuario detecte algún movimiento extraño, se recomienda que la bloquee de inmediato y se ponga en contacto con su banco.

Contraer deudas e impagos: este riesgo es exclusivo de las tarjetas de crédito, que son las únicas de las tres que prestan dinero a sus titulares. Aquí el riesgo es evidente, que el usuario la utilice para multitud de compras y después no pueda hacer frente a la deuda contraída con sus ingresos. Por eso es muy importante utilizarlas con moderación y prestar mucha atención tanto a los intereses como a otros gastos asociados.

Gastar sin control: uno de los puntos más negativos de la utilización de tarjetas bancarias como método de pago es que, a veces, los usuarios no son conscientes de todo lo que están gastando. Salvo que se trate de una de prepago, o tengamos pocos fondos en la cuenta asociada a la de débito, estos instrumentos permiten acceder a sumas de dinero mucho más elevadas de las que normalmente se llevarían en metálico en la cartera, por lo que pueden incentivar un mayor descontrol financiero por parte de su titular.

Llegar al límite de gasto: tanto las tarjetas de débito como las de crédito suelen tener un límite de gasto diario por encima del cual no permiten seguir pagando compras. Si esto ocurre, el usuario puede tener problemas para adquirir bienes o servicios que le sean necesarios en ese momento.

Tener demasiadas tarjetas: un usuario puede tener cuantas tarjetas de crédito, débito y prepago quiera, siempre que cumpla con las condiciones exigidas por las entidades emisoras. De hecho, no es nada raro que en nuestra cartera tengamos varias de ellas, puesto que es una buena forma de evitar problemas si una falla. Sin embargo, disponer de demasiadas puede hacer que caigamos en gastos excesivos, puesto que algunas tienen costes y comisiones. Por ello, es recomendable tener tan sólo aquellas que sean imprescindibles para nuestros gastos habituales

¿Qué significan los números de una tarjeta bancaria?

Aunque a primera vista estos números pueden parecer una serie aleatoria de dígitos, cada número tiene un propósito específico que va más allá de identificar tu cuenta. Entender estos números puede ayudarte a comprender cómo funciona tu tarjeta bancaria y cómo protegerla de robos o fraudes.

Los primeros seis dígitos de la tarjeta son el número de identificación del emisor, también conocido como BIN (Bank Identification Number). Este número identifica la entidad financiera que emitió la tarjeta. Los dígitos que siguen hasta el penúltimo son el número de cuenta del titular. Este es un identificador único que la entidad utiliza para reconocer tu cuenta específica entre todas las que maneja.

El último dígito es el dígito de control o dígito verificador. Este número se utiliza para validar los otros números de la tarjeta mediante un algoritmo matemático. Su función es añadir una capa extra de seguridad, asegurando que la tarjeta no ha sido falsificada.

Además, en el reverso de la tarjeta encontrarás el código CVV (Código de Verificación de la Tarjeta). Este es un número de tres o cuatro dígitos que proporciona un nivel adicional de seguridad en las compras online. Es un código que válida que la persona que hace la compra tiene la tarjeta en su posesión y no solo el número de la tarjeta.

¿Las tarjetas bancarias sin comisiones son totalmente gratuitas? Costes habituales de estos productos

En el mercado existen un gran número de tarjetas bancarias sin comisiones, por lo que al usuario no debe resultarle difícil encontrar la que mejor se adapte a sus necesidades. Sin embargo, hay que tener cuidado, porque sin comisiones no significa necesariamente que sea totalmente gratuita: el banco puede cobrar determinados conceptos si no se cumple con una serie de requisitos, cargar algunos servicios adicionales y, por supuesto, exigirá los intereses generados por el dinero concedido en las tarjetas de crédito.

Las comisiones más habituales de las tarjetas bancarias son las de emisión y mantenimiento. Unas y otras, por separado, pueden oscilar de los 10 a los 150 euros anuales. En muchos casos, los bancos las eliminan con la condición de que el usuario cumpla con uno o varios requisitos, como utilizar el plástico un número de veces mínimo al trimestre, domiciliar una nómina o tener contratados determinados productos adicionales con la entidad, como una cuenta de ahorro o una hipoteca.

Otra comisión bastante habitual es la que se carga por retirar dinero en efectivo en cajeros de entidades diferentes a la emisora de la tarjeta. Asimismo, si se utiliza para pagos en el extranjero en países con una moneda distinta al euro también se cobrará un porcentaje del total de la operación por cambio de divisa.

Algunas tarjetas de prepago también pueden incluir una comisión por recargar la tarjeta o retirar dinero de ella.

Por último, las tarjetas de crédito cobrarán en la mayoría de los casos intereses por el dinero adelantado a los titulares de estos instrumentos financieros. No obstante, algunos bancos eliminan estos porcentajes si el cliente devuelve el capital prestado al final del mismo mes, y sólo los cobran si el pago se prolonga por más tiempo o se divide en plazos. Algunas tarjetas de crédito también cobran una cuota mensual o anual de mantenimiento.

Así pues, aunque la entidad que comercialice la tarjeta bancaria en la que estemos interesados asegure que está libre de comisiones, es recomendable leer con atención el documento informativo sobre el instrumento financiero para conocer si esa ausencia de comisiones está vinculada a determinados requisitos, si el banco puede añadir algún otro coste y cuál será el interés exacto del dinero prestado en el caso de las tarjetas de crédito.

Requisitos para solicitar una tarjeta bancaria

En general, los bancos suelen exigir una serie de requisitos comunes para las distintas tarjetas bancarias y otros más específicos para cada una de ellas. Las condiciones compartidas son las siguientes:

  • Ser mayor de edad
  • Disponer de un documento de identidad válido y en vigor
  • Residir legalmente en España
  • Tener teléfono móvil y correo electrónico de contacto

Aparte de estos requisitos comunes, las tarjetas de débito y la mayoría de crédito, aunque no todas, exigen que el titular posea una cuenta corriente en la entidad a la que asociar esos instrumentos de pago.

Las tarjetas de crédito, además, tienen algunos requisitos más, como aportar un justificante de ingresos recurrentes y estables o tener un buen historial financiero, ya que, en el caso de que el solicitante tenga deudas impagadas o cualquier otro problema económico de índole parecida, el banco puede rechazar la concesión de este instrumento de pago.

En resumen:

  • Existen tres tipos de tarjetas bancarias: de crédito, de débito y de prepago. Aunque tienen elementos comunes, cada una de ellas posee ventajas propias que las hace más adecuada para un uso u otro.
  • Muchos bancos ofrecen sus tarjetas bancarias sin comisiones ni condiciones, mientras que otros solicitan algún tipo de vinculación para eliminar sus costes más habituales.
  • Muchas tarjetas bancarias ofrecen ventajas adicionales a sus titulares como descuentos en comercios seleccionados, cashback o seguros de diversa índole sin coste adicional, entre otros.

Metodología: ¿cómo clasificamos las mejores tarjetas bancarias?

Durante el mes de mayo 2024 hemos estado estudiando las mejores tarjetas bancarias que ofrecen diversas entidades financieras y recogiendo sus datos para poder analizarlos y hacer un listado con las que consideramos que destacan entre sus competidores. Esta clasificación la creamos teniendo en mente los aspectos que pueden ser más relevantes para los lectores a la hora de escoger una tarjeta.

Los productos mostrados pertenecen a varias entidades que ofrecen un servicio de calidad y se clasifican según sus características en base a nuestro criterios, aunque son los lectores los que tienen que analizar y decidir si el producto se adapta a sus necesidades antes de contratarlo. Es necesario aclarar que en esta página aparecen diferentes tipos de tarjetas (débito, crédito y prepago) por lo que las características mencionadas a continuación son generales y comunes en todas ellas, para ver una clasificación específica es necesario dirigirse a la página propia de cada producto.

Entre las características que tenemos en cuenta para hacer la clasificación se encuentran:

Comisiones

Algunas entidades cobran comisiones de emisión y de mantenimiento por las tarjetas que ofrecen. Se ha dado mayor puntuación a aquellas que no cuentan con estas comisiones.

Operativa gratuita

Las gestiones más comunes no deberían suponer un coste para los clientes: retirada de dinero en cajeros, compras, transferencias, etc.

Otros

Son los servicios que ofrece la entidad por usar la tarjeta como seguros, descuentos, reembolsos, protección antifraude, servicio de atención al cliente, etc.

Preguntas frecuentes sobre las tarjetas bancarias

¿Cuántas tarjetas bancarias puedo tener?

Una persona puede tener cuantas tarjetas bancarias desee. Es posible que el banco limite el número de estos instrumentos que puede solicitar un solo cliente, pero el usuario puede optar en este caso por contratar algunas más en otras entidades.

No obstante, hay que tener en cuenta que algunas tarjetas bancarias tienen comisiones, costes e intereses (en el caso de las de crédito), por lo que en ocasiones tener muchos de estos instrumentos en nuestra cartera puede suponer un gasto adiciona innecesario.

¿Con qué tipo de tarjeta bancaria me conviene pagar?

Depende de la compra. En términos generales, siempre es mejor utilizar una tarjeta de débito, porque el pago se realiza con los ahorros del usuario y, por lo tanto, no provocará gastos adicionales en forma de comisiones.

No obstante, si el usuario desea hacer una compra segura y no se fía del comercio en el que va a realizarla, utilizar una tarjeta de prepago le resultará de gran utilidad para reducir riesgos y estar más tranquilo.

Por último, si la persona necesita hacer un desembolso y no dispone de dinero suficiente en su cuenta, una tarjeta de crédito le resultará de gran utilidad.

¿Es posible conseguir una tarjeta de crédito gratis?

Sí, existen varias fórmulas para conseguir una tarjeta de crédito gratis, tanto en lo que se refiere a las comisiones como a los intereses. En primer lugar, hay bancos que ofrecen estos instrumentos financieros sin costes de emisión o mantenimiento siempre que el cliente se vincule de alguna forma a la entidad, por ejemplo, domiciliando una nómina en la cuenta asociada o realizando una serie de pagos mínimos al mes con ella.

Asimismo, otros bancos ofrecen tarjetas de crédito sin comisiones y sin necesidad de cambiar de entidad como propuesta de valor para atraer a nuevos clientes. En estos casos, no obstante, el interesado debe prestar atención a otros detalles del contrato como los intereses, pues estos últimos suelen ser más altos para compensar la ausencia de vinculaciones y costes.

Además de la ausencia de comisiones, los usuarios también pueden encontrar tarjetas de crédito sin intereses en el mercado, pero la eliminación de este coste sólo se suele ofrecer al cumplir algunos requisitos: en la mayoría de los casos, si el cliente paga todo lo que debe a final de mes, aunque determinadas entidades permiten que sus usuarios lo pospongan hasta siete semanas sin intereses.

¿Qué puedo hacer ante el robo de mi tarjeta bancaria?

Cuando un usuario pierde su tarjeta o le es sustraída mediante un robo, lo primero que debe hacer es tratar de bloquearla para que nadie pueda realizar pagos con ella. Para esto, la mayoría de los bancos dan la opción de que el usuario lo haga manualmente a través de su aplicación móvil o llamando a un número de atención al cliente 24 horas específicamente creado para este fin.

Una vez se haya bloqueado la tarjeta, si el usuario ha sido víctima de un robo debe acudir a una comisaría de policía a denunciar el hecho. Esto, además de permitir que las fuerzas de seguridad inicien una investigación, servirá al usuario como justificante frente a la entidad emisora en el caso de que tenga que hacer alguna reclamación.

Y es que, en el caso de que alguien compre algo con la tarjeta perdida o robada, su titular puede reclamar a la entidad emisora que le devuelva todo cargo que supere los 50 euros.

¿Puedo tener una tarjeta de prepago sin cuenta bancaria?

Sí, las tarjetas de prepago no tienen porqué estar vinculadas a una cuenta corriente, aunque algunos bancos exigen a los interesados ser clientes de la entidad para poder conseguir una. No obstante, existen muchas empresas que ofrecen este tipo de instrumentos de pago sin necesidad de vinculación alguna, que pueden ser recargados desde otras tarjetas de débito o crédito, mediante transferencias bancarias o aplicaciones como Paypal.

¿Puedo pagar sin llevar mi tarjeta bancaria encima?

Sí, la mayoría de los bancos permiten que sus clientes se descarguen una tarjeta digital en sus teléfonos móviles con las que pueden pagar con este dispositivo gracias al chip NFC que llevan instalados hoy día la mayoría de ellos. Gracia a esto, basta con acercar el aparato a cualquier datáfono para que se realice el cobro sin problemas.

Además, muchas entidades también permiten a sus clientes que hagan retiradas de efectivo en cajeros sin necesidad de tener la tarjeta bancaria encima, tan sólo utilizando la app móvil del banco. Para ello, el usuario debe solicitar una clave en la aplicación que introducirá en el cajero para habilitar la operación.