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El Cultural

Infiel

Concurso de micropoemas conducido por Joaquín Pérez Azaústre

15 julio, 2019 10:18

¡Buenos días!

Estuvieron a punto de ganar los siguientes poemas:

Huracanblue

Caballos de oropel ardiente
Hormigas chispeantes serpientes luminosas
Comanda la voz de la tormenta

Imágenes poderosas que galopan en la lectura como esos “Caballos de oropel ardiente” son el pórtico de un poema que tiene un hallazgo en cada verso y tiene su tensión en la visión colectiva de la realidad, pero con el detallismo luminoso del segundo verso.

Rayo

Se detuvieron los cantos rodados
Desbocados los ríos, volvieron a su cauce
pero hay un pájaro atrapado en el fango

También el propio poema parece que se detiene con esa solidez del comienzo, antes de que se desboquen “los ríos” como caballos salvajes: pero en miedo de toda esa tensión, como contraste, “hay un pájaro atrapado en el fango”, con su delicadeza y su fragilidad.

Juanjo Maíllo

Efímeras fronteras marcan a fuego un cielo
que se rompe en cascadas
de piedra estremecida

Muy buenas esas “Efímeras fronteras” marcando el cielo en llamas, que después se deshace como la propia escritura del poema, “en cascadas”, para que hasta lo más rotundo y duro, sólido y pesado pueda participar del mismo temblor de la lectura.

Pero el ganador es

Aroma

El olor a tierra mojada
también
se irá

Máxima delicadeza en este fiel exponente de cómo lo mínimo, cuando es exacto y bello, puede contener un mundo dentro. No es sólo la belleza de la imagen, esa “tierra mojada” que “también se irá”, sino la dolorosa conciencia del paso del tiempo y de nuestra terminación, tan bien expuesta aquí, y también la escritura sensorial, como si pudiéramos tocar y oler este poema de tierra reblandecida, sino que posee además el extraño valor del ánimo encubierto, porque también lo malo se irá, también la tormenta, también los paisajes eléctricos, y entonces podremos comenzar a vivir o volver a nacer.

Tema de la semana: “Infiel”. El verano, el calor, con su sombra dispersa, con sus líneas de piel perfilando la vista. La turgencia, la carne. La fidelidad, ¿es lealtad? ¿Qué preferimos, la fidelidad o la lealtad? Escribamos de esto en 3 versos y no más de 140 caracteres: de cómo manejamos la fruición del deseo, el sabor de unos labios, o de la distancia entre pensamiento y acción, el valor y su pérdida, atreverse a vivir o ese resto de luz en la mirada que de pronto ilumina un presente abolido y le vuelve a dar forma.