El vino naranja de Condado de Huelva.

El vino naranja de Condado de Huelva.

Vinos

La historia del vino naranja que conquistó a un Premio Nobel: se elabora de manera tradicional desde 1870

El moguereño Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura, lo inmortalizó en Platero y yo.

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Adentrarse en el Condado de Huelva es como abrir un libro escrito con sol, arena y viñas. Entre suaves ondulaciones y la brisa atlántica que templa los veranos, la vid ha encontrado aquí un hogar fértil desde hace siglos.

La Zalema, variedad autóctona que cubre casi el 90% de los viñedos, da identidad a un territorio que ha sabido convertir sus frutos en vinos blancos frescos, tintos de carácter y generosos de renombre.

Pero más allá de los blancos, existe otro tesoro que forma parte de su orgullo y patrimonio. El Vino Naranja, una rareza enológica que se elabora desde 1870 siguiendo un ritual casi alquímico y que llegó a inspirar la pluma de un Premio Nobel.

Vendimia en Condado de Huelva.

Vendimia en Condado de Huelva.

El vino que bebió Juan Ramón Jiménez

El origen del Vino Naranja se remonta al siglo XIX, cuando las bodegas del Condado comenzaron a experimentar con maceraciones de cortezas de naranja en alcohol vínico.

Durante al menos seis meses, en pequeños recipientes, se extraían los aceites esenciales y aromas que le confieren su sello inconfundible. Después, el vino resultante reposa como mínimo dos años en barricas de roble bajo el sistema de criaderas y soleras, el mismo que se utiliza para los generosos.

El resultado es un vino de aromas cítricos naturales, con notas de fruta confitada, miel y recuerdos amaderados, cuya intensidad contrasta con la suavidad en boca.

Un equilibrio tan sorprendente como delicado, que desde su lanzamiento por Bodegas del Diezmo Nuevo de Moguer en 1870 conquistó mercados y paladares.

El moguereño Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura, lo inmortalizó en Platero y yo, donde evoca esa copa “colmada hasta el borde de vino naranja” como metáfora de generosidad y celebración.

Este vino se ha convertido en un símbolo del alma onubense, una bebida capaz de capturar en su ámbar líquido la memoria de un pueblo y su relación con la naturaleza.

Vinos de Condado de Huelva.

Vinos de Condado de Huelva.

La Denominación de Origen Protegida Condado de Huelva, que acoge el Vino Naranja, es un mosaico de paisajes que va del Condado Litoral al Condado Campiña. Allí, junto a viñedos, conviven olivares y cultivos de secano, en un equilibrio entre tradición agrícola y conservación natural.

Los vinos que nacen de estas tierras son un abanico que va desde blancos jóvenes y frescos, hasta generosos como el Condado Pálido o el Oloroso, pasando por tintos de Syrah, Tempranillo o Cabernet Sauvignon. Pero ninguno posee la singularidad y la carga simbólica del Vino Naranja.

Hoy, más de 150 años después de aquellas primeras botellas, el Vino Naranja sigue siendo un estandarte del Condado de Huelva. Ha resistido modas, ha atravesado generaciones y continúa siendo un producto único en el panorama enológico mundial.