La pareja de vinos, blanco y tinto, que han hecho historia

La pareja de vinos, blanco y tinto, que han hecho historia

Vinos

La pareja de vinos, blanco y tinto, que han hecho historia

Son dos grandes clásicos, el Viña Ardanza, marca que salió al mercado en 1943, y Diamante que nació con su bodega en 1890. Perfectamente actualizados siguen estando en su mejor forma.

Más información: Consejos para comprar vinos blancos (y trucos para acertar siempre)

Enrique Calduch
Publicada

Hace unos días llegó a mi despacho un paquete con una botella de Viña Ardanza del 2019 de la bodega La Rioja Alta S.A. de Haro. Unas horas después llegó otra botella, en este caso era Diamante un blanco semidulce de bodegas Franco Españolas, de Logroño. Ambas bodegas centenarias de Rioja. Al verlas juntas de repente me asaltaron los recuerdos, porque esta pareja de vinos: el tinto para los hombres, el blanco para mujeres, eran los que en los setenta arrollaban en muchas familias españolas en cumpleaños, festejos y navidades, incluida la mía.

En esos años, a mediados de los setenta, por ejemplo, el vino era un producto alimenticio más, se consumía normalmente durante las comidas y cenas, unas veces solo y otras con gaseosa. A los niños nos manchaban el agua con unas gotitas de vino, y en los pueblos vinícolas era muy habitual que lo tomaran para merendar empapando el pan y con azúcar.

Superada ya la época en que se bajaba a la bodeguilla de la esquina a compra el cuartillo, lo que se consumía eran esas botellas de un litro que tenían grabadas seis estrellas, que eran de vidrio retornable y tenían un taponcito de plástico que parecían un sombrero al revés.

Triunfaban marcas como Vinos Casa, Perlado de Cebreros y sobre todo Savin, el embrión de lo que sería el poderoso grupo Bodegas y Bebidas con sede en San Sebastián, donde aparecerían las marcas como Campo Viejo, Azpilicueta, Viña Alcorta…, que precisamente junto con Paternina Banda Azul, Bordón, Berberana fueron sustituyendo a las botellas de seis estrellas.

Los vinos embotellados, con marcas serias, todos riojanos, se consumían en el País Vasco, en los buenos restaurantes de todo el país y en las casas pudientes; y sólo en los momentos festivos en otras casas era donde aparecían la estupenda pareja de la que hablamos.

El consumo de vino en España

En aquella época en España se consumían unos 70 litros por persona y año; y la provincia de Ourense, donde están las denominaciones de origen de Ribeiro, Monterrei, Valdeorras y Ribeira Sacra, ostentaba el título mundial de mayor consumo “per cápita”. Ahora, en el año 2023, según los datos de la Organización Internacional para la Viña y el Vino (OIV) en España se consume unos 24 litros de vino por persona y año, lo que nos sitúa en el noveno puesto de ranking mundial.

El campeón absoluto en consumo per cápita es Portugal, con 61´7 litros por persona y año, seguido de Francia con 45´8 litros; y el tercero es Italia, con 42 litros. A continuación, van, por este orden: Suiza, Austria, Alemania, Australia, República Checa; y por fin España.

Es cierto que el vino ha dejado de considerarse un producto alimenticio en nuestro país para convertirse en un tema cultural, de buen gusto y de disfrute gastronómico, y que jamás en nuestra historia hemos tenido vinos tan buenos como ahora; pero ese poco consumo en comparación con los demás países productores es excesivo. También es verdad que somos el segundo productor de cerveza de la Unión Europea, solo por detrás de Alemania.

Cartel de propaganda de Diamante.

Cartel de propaganda de Diamante.

Una pareja sin igual

Pero volvamos a la pareja ideal con lo que arrancábamos. Ambas bodegas, La Rioja Alta S.A. y Franco Españolas son centenarias y prestigiosas. Los vinos, tanto Viña Ardanza como Diamante, son vinos de éxito y que sus elaboradores han ido adaptando a los gustos más modernos a lo largo de los años, concretamente Diamante ahora es Talla de Diamante.

La marca Viña Ardanza, nace en 1943. Es un reserva que tiene un 80% de tempranillo que pasa 36 meses en barrica y un 20% de garnacha con una crianza de 30 meses. Para Julio Sáenz, el enólogo de la firma, esta añada 2019, junto con las del 2001 y 2015 son las mejores del siglo XXI. El vino está soberbio. Tiene una nariz de fruta madura, intensa y agradable. Elegante con cacaos, vainillas de la madera y mucha especia, como pimienta negra y nuez moscada. En boca es sabroso con un fino tanino dulce, equilibrado y un final largo y persistente. P.V.P. 28 euros.

Viña Ardanza 2019.

Viña Ardanza 2019.

Talla de Diamante 2024 es un símbolo de Franco Españolas, el primer vino blanco de la bodega que apareció en 1890. Elaborado con las variedades tempranillo blanco y viura presenta una nariz muy expresiva con recuerdos de fruta blanca madura y tonos cítricos. En boca tiene ese suave paso con una agradable dulzura, que se produce al cortar la fermentación con frío, para mantener los azúcares naturales, también presenta una fresca acidez. Su precio es de 10 euros.

Talla de Diamante 2024.

Talla de Diamante 2024.

Afortunadamente los tiempos en que se hacían blancos dulcecitos para mujeres, han pasado. Tendrían que ver la cara de sorpresa que ponemos en general, y la de mala uva, nunca mejor dicho, que ponen las compañeras periodistas vinícolas, cuando algún productor poco avispado se le ocurre definir su vino como muy “femenino”. ¿Una tarta de queso, o un “coulant” de chocolate es femenino o masculino? Pues tómenlo con un Talla de Diamante y verán qué bien.