Guía para disfrutar del vino más popular de la Feria de Abril

Guía para disfrutar del vino más popular de la Feria de Abril

Actualidad gastronómica

Guía para disfrutar del vino más popular de la Feria de Abril

Este año se espera un consumo récord de más de 1,5 millones de medias botellas de Fino y Manzanilla solo durante la primavera.

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natalia martinez
Publicada

La Feria de Abril no solo es un estallido de lunares, volantes, caballos y sevillanas. También es un templo efímero de la gastronomía andaluza donde el vino brilla con luz propia. Y este 2025, como cada primavera, la Manzanilla de Sanlúcar se corona, una vez más, como la reina indiscutible del Real.

Pero, ¿cómo se disfruta verdaderamente esta joya líquida del sur? Aquí va una guía imprescindible para saborearla como un auténtico entendido —ya sea en la feria, en una terraza con amigos o desde la tranquilidad de casa.

1. El arte de servirla: fría, elegante y en copa adecuada

Servir la Manzanilla no es un acto menor. La temperatura ideal ronda entre los 5 y 7 grados, lo que la convierte en una bebida irresistiblemente refrescante para los días calurosos del abril sevillano. Lo más recomendable es tener una cubitera a mano y optar por medias botellas, formato estrella de la Feria. ¿Por qué? Porque 375 ml ofrecen seis copitas justas antes de que el vino pierda su frescura.
Y sí, la copa importa. Nada de vasos gruesos o improvisados: la Manzanilla pide cristal fino, de talle esbelto, que permita apreciar sus aromas salinos y su color pajizo brillante. Siempre, por supuesto, cogida por la base, como dicta el protocolo de los buenos bebedores.

2. Maridaje andaluz: una sinfonía de sabores

La Manzanilla no camina sola. Su carácter seco, su acidez equilibrada y esa salinidad tan particular que le da el microclima de Sanlúcar la convierten en una compañera perfecta para un buen aperitivo. ¿Qué pedir con una copa? El trío ganador lo forman: atún en manteca ibérica, con una potencia marina y grasa noble equilibradas con la frescura del vino; queso curado de cabra, cuya intensidad encuentra armonía con los toques de frutos secos del vino; aceitunas manzanilla aliñadas al estilo sevillano: tradición pura en cada bocado y trago.

3. El Rey de los combinados: el Rebujito

Ninguna feria estaría completa sin su bebida más icónica: el Rebujito. Mezcla sencilla pero explosiva, se prepara con un tercio de Manzanilla y dos tercios de refresco de lima-limón. El truco está en el hielo —mucho hielo— y un par de hojas de hierbabuena que aportan un frescor inconfundible. Ligero, aromático y muy fácil de beber, el Rebujito es el pasaporte directo a la alegría ferial, aunque, como siempre, el disfrute con moderación es parte del encanto.

4. La tradición que no pasa de moda

La Manzanilla de Sanlúcar es más que un vino: es una tradición embotellada. Producida exclusivamente en 24 bodegas de Sanlúcar de Barrameda, junto a la desembocadura del Guadalquivir, esta “perla del sur” es una herencia viva del carácter gaditano.
Su singularidad radica en el famoso velo de flor, una capa de levadura que la protege del oxígeno y le confiere ese perfil único, a medio camino entre lo sutil y lo complejo. Ligera en boca, salina en nariz y persistente en el recuerdo, este vino generoso es, sin duda, el alma de la primavera andaluza.

5. Primavera, el mejor momento para brindar

Este año se espera un consumo récord: más de 1,5 millones de medias botellas de Fino y Manzanilla durante la primavera. Y es que con el buen tiempo, los encuentros al aire libre y la vuelta a las casetas, pocas cosas acompañan mejor la fiesta que una copa bien servida de este vino blanco seco.
Ya sea brindando en la Feria de Abril, tapeando en Triana o soñando con Andalucía desde cualquier punto del mundo, la Manzanilla de Sanlúcar sigue demostrando que es más que un vino: es un estilo de vida.