
Una mano sosteniendo una copa de vino.
Ni Rioja ni Ribera: esta es la Denominación de Origen más antigua de España y del mundo (y claves para conocerla)
Aprobada en 1510 por Fernando el Católico, actualmente cuenta con más de 40 bodegas y 10.000 hectáreas.
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España está para bebérsela. Nuestro sector vinícola cuenta con 103 Denominaciones de Origen y 43 Indicaciones Geográficas Protegidas, según los últimos datos, lo que nos convierte en el tercer país de la Unión Europea con más sellos de calidad de este tipo. En cada una de esas zonas se elaboran vinos únicos, con identidad propia y unos estándares de calidad garantizados por el correspondiente Consejo Regulador.
De esas más de 100 D.O., se encuentra una que recientemente se supo que es la más antigua de España (y del mundo). Hablamos de la Denominación de Origen de Vinos de Alicante, la cual, tal y como ha demostrado un pergamino que salió a la luz hace un par de años, fue creada en 1510 gracias a la aprobación de Fernando el Católico.
En ese año el monarca otorgó a la localidad un privilegio para la venta de su vino: se prohibió la entrada de caldos de fuera del término de la ciudad para su comercio o salida a través del puerto y comenzó a crearse la Junta d'Inhibició del Vi Foraster d'Alacant (JIVFA), "una organización que por su estructura sentó el precedente de lo que hoy es una denominación de origen", tal y como se explica en la web oficial de la D.O. de Vinos de Alicante.

Una botella de Vinos de Alicante.
Así lo corrobora también José Juan Reus, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos de Alicante desde 2021, que estuvo presente en el acto Costa Blanca Wine Experience celebrado en Madrid el pasado 22 de enero en el marco de Fitur: "Tras dos años de este hallazgo no ha salido documentación de otra denominación con una fecha previa".
Además de la antiguedad de su D.O., Alicante destaca por ser uno de los últimos reductos de la plaga de la filoxera que asoló nuestra península a finales del XIX. "Llegaron a decir que no entrase nada de vino de fuera y que todo el que saliese fuera exclusivamente de Alicante", cuenta Reus. "En Ribera y Rioja se fulminó todo, así que muchos bajaron a Alicante para hacer bodegas, por eso había nombres de bodegas y apellidos que no eran propiamente de la zona".
Aun así, desgraciadamente, la Comunitat Valenciana terminó contaminándose por completo entre los años 1902 y 1912. "Al ser una de las últimas zonas donde entró la filoxera, los demás tuvieron tiempo para reponerse mientras tanto, cuando nosotros empezábamos a quedarnos ya sin uvas", explica el presidente.

José Juan Reus durante el acto 'Costa Blanca Wine Experience', el pasado 22 de enero.
Presente (y futuro) de los Vinos de Alicante
Actualmente, la DOP Vinos de Alicante está compuesta por 46 bodegas y más de 10.000 hectáreas dedicadas a la producción vitícola gracias al trabajo de unos 2000 agricultores. Unas cifras que podrían aumentar en los próximos meses, según asegura José Juan Reus: "Están surgiendo muchas bodegas nuevas que están haciendo las cosas muy bien y tenemos previsto que en breves se unan dos más".
Entre las incorporaciones más recientes se encuentran nombres como Masos Guadalest, de Castell de Guadalest, en la Marina Baixa; o Casa Agrícola de Pepe Mendoza en Llíber, en el interior de la Marina Alta. "Si seguimos así, esperamos alcanzar las 50 bodegas en 2026", calcula.
Pero, ¿qué define, a grandes rasgos, a los vinos de Alicante? "Son muy frescos al estar al lado del mar Mediterráneo, esta es su principal diferencia con otros vinos", afirma Reus. Asimismo, se dividen en dos variedades principales muy importantes: los vinos de la comarca de la Marina Alta (con la uva Moscatel de Alejandría) y los del Vinalopó (con la uva Monastel y la uva 'madre' de esta, que es el Fondillón).

La bodega Masos Guadalest.
Por desgracia, la sequía está causando estragos en el territorio (como en tantas otras partes). "La campaña del año 2024 ha sido una de las que menos uva se ha hecho", asegura. "Donde más se ha padecido ha sido en la zona de la Marina Alta; en Vinalopó y Villena también ha habido algo de sequía, pero, como en estos sitios hay algo de regadío, han podido salvar algo".
Por suerte, el enoturismo "está creciendo", una actividad "con mucho futuro" a ojos del presidente: "Cada vez son más los restaurantes que tienen vinos de Alicante, esto es una lucha diaria que tenemos los comerciales; cada vez los turistas piden más vinos de la zona, antes era todo Ribera o Rioja". Y esto no sucede sólo en la costa: "La gente visita cada vez más el interior, pero, si no estuvieran esas viñas, no irían tanto".
Unas viñas que corren el riesgo de desaparecer si la sequía permanece y no hay un relevo generacional. "No hay mucha gente joven, pero hay algo. Yo, que soy presidente de Bodegas Chaló, con unos 400 socios, sí veo jóvenes que ayudan a sus padres y quieren continuar con el oficio, o al menos mantener las hectáreas que tienen sus padres". Lo complicado es que las personas que no vienen de familias bodegueras se introduzcan en el sector: "La tierra te tiene que gustar, tienes que vivir con ella".
Una tierra que, a veces, se vuelve contra quien la trabaja: "Además de la sequía, este año ha habido muchos conejos, pues, al no llover, buscaban lo verde", recuerda Juan José Reus.
—¡Llegaban a subirse encima de las viñas para comer!
—Eso para la paella está muy bien...
—Sí, y los caracoles. Sobre todo si lo acompañamos todo con un buen vino de Alicante.