Las vistas desde Casa Marisa.
El restaurante en un pueblo de Asturias con impresionantes vistas y una hamburguesa de tortos y queso Cabrales exitosa
Con vistas a la Sierra del Cuera y al Cantábrico, Casa Marisa, en Colombres, es un templo de la cocina tradicional asturiana.
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En la pequeña aldea La Mata Vieja, dentro del concejo de Colombres (Asturias), se ubica Casa Marisa, un restaurante que ha sabido unir la cocina tradicional y con un paisaje que corta la respiración.
Desde su terraza, las vistas se despliegan entre el verde de la Sierra del Cuera y el azul profundo del Mar Cantábrico, un escenario natural que convierte cada comida en una experiencia sensorial completa.
Pero si algo ha logrado situar a Casa Marisa en el mapa gastronómico asturiano, más allá de su hospitalidad y entorno privilegiado, es su hamburguesa de tortos con queso Cabrales, una fusión de lo más auténtico del recetario regional con el espíritu innovador de la casa.
Una reinterpretación del sabor asturiano
El plato, que ya se ha convertido en una de las estrellas del menú, parte de una idea tan sencilla como brillante. Sustituyen el pan tradicional por tortos de maíz, esos pequeños discos crujientes y dorados tan típicos de la cocina asturiana.
Entre ellos, una jugosa carne de vacuno de la región y una generosa capa de queso Cabrales, que aporta su inconfundible fuerza y carácter. El resultado es una explosión de sabores que rinde homenaje a la tradición sin renunciar a la creatividad.
La hamburguesa de tortos de maíz de Casa Marisa, Noriega, Asturias. Irrepetible pic.twitter.com/AlCQwFA2Cd
— Juan Ramón Lucas 🐴 (@JuanraLucas) March 22, 2015
Aunque la hamburguesa esté en boca de todos, como en la del periodista Juan Ramón Lucas, tal y como compartía en sus redes, su éxito no eclipsa el resto de la propuesta gastronómica de Casa Marisa, donde la cocina casera y los productos de temporada marcan el ritmo.
En su carta conviven clásicos como los callos, el cachopo relleno de cecina o el arroz con pitu, elaboraciones que rescatan el sabor de las cocinas de antaño con una ejecución impecable.
El restaurante ofrece también un menú del día que varía según el mercado, siempre fiel a la filosofía de aprovechar lo mejor del entorno. Y todo ello acompañado, cómo no, por una buena sidra natural o un vino cuidadosamente seleccionado.
La fabada asturiana de Casa Marisa.
Un rincón para saborear la calma
Más allá del plato, Casa Marisa conquista por su ambiente familiar y acogedor. Su espacio combina el encanto rústico de una casa de aldea con la comodidad moderna. Cuenta con calefacción, aire acondicionado, Wi-Fi, aparcamiento y hasta un jardín donde las mascotas son bienvenidas.
Es el lugar ideal para quienes buscan detener el tiempo, respirar aire puro y disfrutar de la auténtica esencia asturiana, entre montañas y mar.
La terraza de Casa Marisa.
Con un Solete Repsol, es una invitación a reconectar con los sabores de la tierra y a descubrir un rincón de Asturias donde la gastronomía se vive con el alma.