Las cremas y las sopas son las mejores recetas de aprovechamiento pero también las mejores recetas para el batch cooking semanal porque se quedan preparadas con antelación y luego simplemente hay que calentarlas bien. En esta ocasión la propuesta es con unos espárragos verdes, ahora en plena temporada en España, y con edamame como topping; esas vainas de soja verdes tan populares en los restaurantes asiáticos como aperitivo. La clave de esta crema de espárragos es que para hacerla utilizamos los tallos de los mismos y luego servimos las puntas salteadas. Podríamos no poner las puntas por encima y utilizarlas para cualquier otra receta de espárragos verdes como una pasta al limón con espárragos o un revuelto

Como en todas las recetas de cremas, para mi gusto lo más importante es que el sabor del ingrediente principal aparezca de manera nítida - y para eso es muy importante no sobre cocer la verdura sino triturarla cuando esté en su punto - y que quede muy, muy cremosa, sin grumo alguno, sedosa y suave con una densidad perfecta, ni muy líquida ni muy espesa. Las cremas son además una opción fantástica para esos ingredientes que empiezan a estropearse en nuestra nevera pero, ojo, no hagáis cremas de verduras sin ton ni son porque hay ciertas combinaciones que no funcionan. Las cremas de setas son siempre un acierto pero también las de garbanzos con diferentes añadidos vegetales por encima, la de brócoli con queso o en versión fría la de lechuga y pepino, ¡fresquísima ahora que empieza el calor! 

Si no tenéis edamame - esas habitas verdes que veis en los pokés ahora tan de moda -  que lo venden congelado en muchos supermercados, podéis emplear también el típico mix seco que lo contiene o cualquier otro agregado que os apetezca: unos dados de queso de cabra, unos croutons o incluso un poco de beicon crujiente. 

Cómo hacer crema de espárragos verdes y edamame

Ingredientes

  • Cebolla blanca, 1 ud
  • Chalota, 1 ud
  • Manojo de espárragos, 1 ud
  • Patata pequeña, 1 ud
  • Edamame congelado, 100 g
  • Aceite de oliva, 2 cucharadas
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, c/s
  • Creme fraiche (opcional), 1 cucharada
  • Aceite o mantequilla, 1 cucharada

Paso 1

Limpiar los espárragos y cortarlos, dejando las yemas separadas. Para la crema vamos a utilizar los tallos enteros, sin desperdiciar nada. Pelar la cebolla y picarla en trozos irregulares pero no muy grandes para que se pochen de manera uniforme. Hacer lo mismo con la chalota. 

Paso 2

Disponer en el cazo donde vayamos a hacer la crema la cebolla y la chalota con el aceite de oliva y sofreír a fuego suave, no queremos que se dore en ningún caso, simplemente que quede transparente y por eso tenemos que hacerlo lentamente y removiendo constantemente. Podemos tapar para que se poche con la ayuda de su vapor, siempre recomiendo agregar un poco de sal para facilitar el proceso. 

Paso 3

Cuando la cebolla y la chalota estén bien pochadas añadir los espárragos y también la patata troceada muy pequeña y mezclar ligeramente, cubrir con caldo de verduras o agua y dejar cocinar durante 10 minutos. 

Paso 4

Mientras tanto, cocer el edamame en abundante agua con sal durante 4 minutos, retirar y pelar bien sacando todas las habas de las vainas. Escaldar también ahí mismo las puntas de los espárragos un par de minutos, para que saque todo su verdor pero que no se pasen. Retirar todo a agua fría con sal para cortar la cocción rápidamente. 

Paso 5

Triturar la crema de espárragos con el caldo suficiente para conseguir la densidad deseada. Es mejor incorporar poco y luego ir añadiendo más. Poner a punto de sal y de pimienta negra, agregar al final del triturado un poco de aceite de oliva en crudo (o mantequilla) y emulsionar bien. El secreto es triturar en la batidora durante mucho tiempo, olvidarnos de ello, en una batidora de vaso, claro.

Paso 6

Servir la crema de espárragos con unas gotas de creme fraiche (opcional), el edamame y las puntas de espárrago encima.