En España no es muy típico encontrar cremas de garbanzos, pero lo cierto es que son reconfortantes y muy suaves y que nos valen para poner por encima una infinidad de acompañamientos diferentes. Nos salimos así del clásico y archiconocido hummus como receta de aprovechamiento estrella de los garbanzos cocidos para adentrarnos en un mundo de cremas ideales para tener en la nevera esperándonos o llevar al trabajo.

Preparar esta crema de garbanzos con coles de Bruselas no puede ser más fácil ni más rápido ni más sorprendente para vuestros comensales y para vosotros mismos. La combinación de la sedosidad de la crema de garbanzos con la potencia de las coles de Bruselas así aliñada funciona a la perfección y hará que a muchos de vosotros, reacios de esta verdura, os empiecen a gustar estas pequeñas bolitas de sabor intenso. 

Las coles de Bruselas así trabajadas se pueden comer también tal cual como plato principal de verdura, añadir algunos condimentos como beicon o frutos secos o convertirlas en la base de una ensalada César de coles de Bruselas que es una auténtica delicia. 

Cómo hacer crema de garbanzos con coles de Bruselas

Ingredientes

  • Cebolla, 1 ud
  • Diente de ajo, 1 ud
  • Patata cocida, 1 ud
  • Garbanzos cocidos, 300 g
  • Agua o caldo de pollo o verduras, 500 ml
  • Lima, 1 ud
  • Sal, c/s
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas

Para la coles de Bruselas

  • Coles de Bruselas fresca, 300 g
  • Mostaza dulce, 1 cucharada
  • Salsa hoisin, 2 cucharadas
  • Salsa de ostras, 1 cucharada
  • Salsa picante tipo sriracha, 1 cucharadita
  • Salsa de soja, 2 cucharadas
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
  • Pimienta negra, c/s
  • Sal, c/s

Paso 1

Lo primero que haremos será pelar la cebolla y el ajo y picarlos muy finos. Podemos utilizar también puerro, cebolleta, ajetes o chalotas, lo que cada uno prefiera y tenga a mano, recordad que esto es una receta de aprovechamiento de lo que tengamos por casa o por la nevera. Colocaremos todo en una olla con aceite y sal y dejaremos pochar ligeramente hasta que esté tierno pero no coja color. 

Paso 2

En ese momento incorporaremos los garbanzos (si son los del cocido y van con un poco de carne, como en este caso, no pasa nada) y también la patata que podrá ir ya cocida o cruda. Si va cruda sólo tendremos que cerciorarnos de que la cocción posterior es lo suficientemente larga como para que la patata se ablande completamente. 

Paso 3

Cubrir con agua, caldo de verdura o caldo de pollo (en función de nuestros gustos y nuestra dieta) y dejar cocinar durante 15 minutos en el caso de utilizar patata cocida o 40 minutos si es cruda. A fuego suave para que tenga un hervor controlado. 

Paso 4

Triturar muy bien en un vaso batidor si tenemos, en nuestro robot de cocina o con un brazo batidor. No añadiremos todo el caldo de golpe sino que iremos incorporando en función de lo líquida que queramos que quede nuestra crema de garbanzos. 

Paso 5

Lo último será condimentar la crema con unas gotas de zumo de lima, sal y las especias al gusto que queramos. Como luego le añadimos las coles de Bruselas a mí no me gusta condimentar la crema en exceso, que sepa bien a garbanzos. 

Paso 6

Mientras se cuece la crema podremos hacer las coles de Bruselas. Para ello precalentaremos el horno a 210 ºC con el ventilador y las resistencias encendidos y limpiaremos muy bien las coles eliminando la base más gruesa y las hojas exteriores que no estén bien apretadas. 

Paso 7

Trocear las coles en mitades y luego en cuartos y disponerlas sobre una bandeja de horno. Por otro lado, mezclar todos los condimentos en un bol y añadírselo a las coles de Bruselas. Remover bien en la bandeja, añadir un poco de sal y meter en el horno. 

Paso 8

Las coles tendrán que tostarse, que quedar ligeramente crujientes por fuera, así que cuando veamos que empiezan a tornarse muy marrones les tendremos que dar un par de vueltas en el horno. En total las dejaremos unos 20-30 minutos hasta que estén tiernas y crujientes. 

Paso 9

Disponer sobre nuestra crema de garbanzos unas coles asadas y también un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo.