La receta de hoy es más falsa que una moneda de 3 euros, porque de lasaña sólo tiene el montaje ya que en realidad no lleva nada de pasta. Sin embargo por la manera en la que lo presentamos y gracias al queso y la bechamel que lleva, hasta los peques más reticentes con las verduras se la comerán encantados.

Una receta sana y deliciosa. ¡La verduras no tienen por qué ser aburridas!

Preparación

Lo primero que haremos será preparar nuestras “placas” de lasaña. Como no usaremos pasta, utilizaremos una verdura que pueda hacerse en lonchas. En este caso he elegido unos calabacines pero también sale muy bien con berenjenas.

Para hacer las lonchas hay que hacer los cortes longitudinales y para ello vas a necesitar una mandolina de cocina. Para mi es un elemento básico en la cocina, así que si no tienes, no es mala idea pensar en hacerte con una, las hay muy baratas y cada cierto tiempo sacan unas en los supermercados Lidl que están geniales, con unas cuchillas muy buenas, muchas posibilidades de regulación del grosor de la loncha y además un montón de accesorios de corte. Si la ves, que no se te escape!

Hacemos unas lonchas finitas de la verdura que hayamos elegido, la sazonamos y le damos “vuelta y vuelta” en una sartén con una cucharadita de aceite caliente. No hay que hacerlas mucho porque en realidad se van a terminar de cocinar en el horno. Cuando tengamos nuestras lonchitas hechas las reservamos y empezamos a preparar el relleno.

Para el relleno, lo primero que haremos será picar la cebolla y los pimientos (así como cualquier otra verdura o condimento que nos apetezca ponerle). Pondremos una cucharada de aceite a calentar en una sartén grande y pondremos a pochar la cebolla y el resto de verduritas. A mi para este plato me gusta que las verduras se queden blanditas así que cubro la sartén con una tapa de aluminio para que con la condensación de vapor se cocinen antes y se ablanden. Cuando la verdura ya está hecha, añado la carne picada (previamente salpimentada) y la rehogo un poco, nada, vuelta y vuelta también que luego se terminará de hacer. Finalmente añadimos el tomate triturado, la cucharadita de sal, la cucharadita de azúcar (para quitarle la acidez al tomate) y la media pastilla de caldo y dejamos que el tomate se haga junto con todos los ingredientes, a fuego flojito durante unos 15 minutos removiendo de vez en cuando. El relleno ya está listo.

Preparamos ahora la bechamel como la hagamos habitualmente. Yo normalmente preparo un roux en un cazo; es decir pongo la mantequilla a fuego medio para que se deshaga, le añado la harina y la tuesto con la mantequilla derretida (eso es un roux, una base de mantequilla y harina). Una vez tostada, voy añadiendo poco a poco la leche y remuevo sin parar hasta que la salsa espese y no queden grumos. Finalmente, añado sal y un poquito de nuez moscada.

A mi me gusta añadir un poquito de bechamel al relleno de la lasaña, le da un toque de suavidad muy muy bueno. Probadlo.

Así que en resumen, tenemos nuestras lonchas de verdura (que harán las veces de placas de lasaña) por un lado, el relleno por otro y la bechamel por otro. Ahora sólo nos queda montarlo.

Extendemos una fina capa de bechamel en el fondo de la bandeja en donde vayamos a hornear nuestra lasaña. Seguidamente disponemos unas lonchas de calabacin de tal forma que cubramos toda la base. Añadimos parte del relleno (normalmente la mitad, pero eso según tú veas, a veces salen 2 capas y otras veces salen 3), cubrimos con bechamel y repetimos el proceso; lonchas, relleno, bechamel. Repite tantas veces como veas necesario. Con los ingredientes que indico y dependiendo del recipiente que utilices pueden salir entre 2 y 3 capas, eso no importa. Lo que sí importa es que la capa final tiene que de ser de bechamel.

Para finalizar espolvoreamos un poco de queso rallado y horneamos unos 20 minutos a 180º. Los últimos 3 minutos le damos un toque de grill para que el queso se gratine.

Y ¡¡voilà!! ¡Falsa lasaña de verduras para toda la familia!

Resultado

Comer verduras nunca fue tan delicioso.