
Tortilla parece, de patatas no es IStock
Parece tortilla de patata, pero es una receta proteica baja en carbohidratos: se hace en 10 minutos casi sin grasa
Una alternativa a la tortilla de patatas con menos calorías y bajo índice glucémico.
Más información: Los trucos de Dani García para hacer una tortilla de patatas cremosa como la de Tragabuches
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Estar a dieta ha sido mi estado natural la mayor parte de mi vida. El mayor aprendizaje que he sacado es que, basta que te prohíbas comer cosas, para que las eches más de menos y pienses más en ellas. Es como si intentas no pensar en osos blancos, que solo piensas en que no puedes pensar en osos blancos.
Para soportar esa presión, durante muchos años he hecho experimentos para encontrar recetas que me quitaran el antojo de lo que más echaba de menos. Recetas más equilibradas y nutritivas que me permitían disfrutar de la comida y no sufrir por lo que "no podía comer", lo pongo entre comillas porque el tema de las dietas restrictivas y sus efectos sobre la salud da para unos cuantos artículos y este artículo no tiene como fin debatir sobre el tema.
En esas épocas vieron la luz por primera vez algunas recetas que siguen teniendo un puesto de honor en mi recetario personal, como las natillas de chocolate ligeras, el helado de chocolate proteico y bajo en grasas y carbohidratos o la falsa tortilla de patatas que veremos hoy.
La tortilla que todos piensan que es de patata sin serlo
Alternativas a la tortilla de patatas que tengan menos calorías hay muchas, podemos hacer tortillas de calabacín, de berenjena o de cualquier verdura que se nos ocurra y tendremos un plato riquísimo, pero con una textura diferente que, seguramente, nos siga dejando con antojo de tortilla. Pero hay una alternativa en concreto que da el pego de una forma tan increíble que, cuando la hago para alguna visita, a todo el mundo le sorprende que no sea una auténtica tortilla de patata. La razón es que, para hacerla, se utiliza una hortaliza que, al cocinarla, tiene una textura bastante similar a la de las patatas y un sabor bastante neutro que, a la mayoría de la gente, si no le dices que no es patata, no piensan que es otra cosa.
Quizá algunos ya han adivinado qué son esas "patatas de mentira" que podemos usar para hacer una tortilla baja en carbohidratos. Se trata de los nabos y son la mejor alternativa para no renunciar a la textura y al sabor de este clásico de la cocina española.
¿Por qué resulta tan interesante el cambio? Las cifras hablan por sí solas, los nabos contienen apenas 3,3 g de carbohidratos por cada 100 g, mientras que las patatas aportan aproximadamente 20 g en la misma cantidad. Esto hace que la versión con nabos sea una opción más adecuada para dietas bajas en carbohidratos, como la cetogénica o cualquier dieta baja en índice glucémico, enfocadas a mantener niveles de azúcar en sangre más estables como la dieta que deben seguir personas con diabetes.
Además de su menor contenido en carbohidratos, los nabos son ricos en fibra, lo que contribuye a una mejor digestión y mayor saciedad. Aportan también vitamina C y antioxidantes que refuerzan el sistema inmunológico. En comparación, la patata es más energética, pero tiene un índice glucémico más alto, lo que puede provocar picos de azúcar en sangre. Por otro lado, la tortilla de nabos mantiene un buen equilibrio nutricional al conservar la fuente de proteínas de los huevos, esenciales para la reparación y el mantenimiento de los músculos.
Otro aspecto a destacar es la menor cantidad de calorías de la tortilla de nabos en comparación con la de patatas. Los nabos contienen alrededor de 28 kcal por cada 100 g, mientras que las patatas aportan unas 77 kcal en la misma cantidad. Esto significa que, al sustituir la patata por el nabo, reducimos significativamente la densidad calórica del plato, convirtiéndolo en una opción más ligera sin comprometer su sabor ni su aspecto ni su capacidad para saciar el apetito.
El método de cocción utilizado en esta receta también da como resultado una tortilla más saludable. En lugar de freír las patatas en abundante aceite, como haríamos en una tortilla tradicional, los nabos se cocinan al vapor en el microondas con una mínima cantidad de aceite. Esto disminuye el contenido total de grasas y ayuda a que la receta sea aún menos calórica.
Ingredientes para hacer una tortilla de "patatas" baja en grasas y carbohidratos
- Nabos, 350 g
- Huevos, 3 ud
- Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
- Sal, al gusto
- Pimienta, al gusto
Paso 1
Pelamos los nabos y los cortamos en láminas muy finas, preferiblemente con una mandolina ajustada a 1 o 2 mm de grosor para conseguir un corte homogéneo. Esto hará que se cocinen de manera más uniforme.
Paso 2
Colocamos las láminas de nabo en un recipiente apto para microondas con tapa. Puede ser un estuche de silicona, un bol de “pyrex” o un plato hondo que taparemos con otro plato llano o con papel film.
Paso 3
Salpimentamos los nabos al gusto y añadimos media cucharada de aceite de oliva virgen extra. Mezclamos bien para que las láminas de nabo se impregnen con el aceite y tapamos el recipiente.
Paso 4
Cocinamos en el microondas a 800 W de potencia durante 2 minutos. Retiramos, removemos y repetimos el proceso hasta que los nabos estén tiernos, pero no deshechos. Normalmente, con tres ciclos de 2 minutos es suficiente, aunque puede ser necesario ajustar el tiempo según la variedad del nabo y el grosor del corte.
Paso 5
Mientras se están cocinando los nabos, batimos los huevos en un bol y añadimos sal al gusto.
Paso 6
Una vez tiernos, mezclamos los nabos con el huevo batido hasta que estén bien integrados y dejamos reposar un par de minutos.
Paso 7
Engrasamos una sartén antiadherente con el resto del aceite y la calentamos a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, vertemos la mezcla y cuajamos la tortilla según le guste a cada uno, dándole la vuelta cuando sea necesario para cocinarla por el otro lado.
Paso 8
Retiramos nuestra tortilla de nabos del fuego y la servimos caliente.