Un plato con mejillones (Imagen de archivo)

Un plato con mejillones (Imagen de archivo) Al Gonzalez iStock

Saludables

Ni ajo ni limón: el ingrediente que añado a los mejillones para hacer una cena proteica deliciosa en solo 10 minutos

Es una cena ligera que sienta fenomenal en las noches de primavera.

Más información: Cómo cocer mejillones paso a paso

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Hay días en los que, aparte de cenar rico, apetece cenar bonito, aunque sea preparando algo rápido en 10 minutos con las dos o tres cosas que haya por la nevera. Algunos pensarán que no es posible, que con un par de ingredientes y unos pocos condimentos se puede solucionar una cena con una tortilla o poco más. Sin duda es una buena opción, yo recurro a ella cientos de veces, pero no olvidemos que hay restaurantes que viven de hacer alta cocina con platos en los que se usa un único ingrediente y son un éxito.

La receta de hoy, a pesar de ser una receta con muchas proteínas y pocas calorías, es una receta para disfrutar, pues combina tres ingredientes que no estamos muy acostumbrados a ver juntos, pero cuando se combinan en un plato, tenemos una fiesta. 

El ingrediente para hacer unos mejillones deliciosos

Los mejillones son una fuente de proteínas magras que, además, tiene un precio excepcional. Estamos acostumbrados a comerlos al vapor con un chorrito de limón y, solo con eso, ya tenemos un plato delicioso que es imposible que sea más saludable. También quedan maravillosos con una salsa de tomate o con cualquier salsa picante.

Pero hay un ingrediente que les queda de lujo, el apio. Sí, esa verdura que todo el mundo ha comprado alguna vez para hacer un batido saludable o una salsa boloñesa y luego no sabe qué hacer con el resto de los tallos. Pues a los mejillones les sienta de escándalo y, lo mejor de esta receta, es que el apio no lo vamos a notar, pero si no estuviera, sentiríamos que nos faltaría algo. 

El apio le va genial a casi todos los mariscos, les aporta un toque fresco y ligeramente anisado, similar al del hinojo, que es más frecuente verlo en platos de pescado, pero es más complicado de conseguir en la frutería y también más caro. En este caso, acompañaremos los mejillones con un tartar de apio y manzana verde, en el que la fruta va a aportar el toque acido y un punto crujiente. Al final, en unos 10 minutos, se puede hacer un plato que podría ser de restaurante.

Una cena proteica con más hierro que la ternera

Esta receta de mejillones al vapor con tartar de apio es una opción excelente para una cena ligera y cargada de nutrientes. Un plato fácil de digerir, que aporta fibra y proteínas que sacian sin dejar sensación de pesadez.

Según datos de la Fundación Española de la Nutrición, los mejillones destacan por el aporte de proteínas de buena calidad. Poseen un bajo contenido en grasa por lo que la cantidad de calorías es pequeña (100 g de porción comestible de mejillones aportan solo 60 kcal). Aun con esto, el mejillón es fuente de ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular y el sistema nervioso.

En el apartado de minerales destaca el selenio, siendo los aportes de una ración de este marisco casi suficientes como para cubrir el total de las ingestas recomendadas diarias. En segundo lugar, destacan los aportes de hierro, fósforo, yodo y cinc. El hierro que contienen —4,5 g por 100 g de carne de mejillón— es superior incluso al de muchas carnes como la de cerdo o ternera, si bien hay que tener en cuenta que los mejillones se consumen en cantidades inferiores a las carnes, y con menos frecuencia.

El tartar de apio y manzana añade fibra, vitaminas y antioxidantes que se suman a los nutrientes de los mejillones. El apio destaca por su alto contenido en agua y su ligero efecto diurético -por eso nos lo encontramos siempre en todos los batidos "detox", que ayuda a mantener una buena hidratación. Por su parte, la manzana verde aporta pectina, una fibra soluble que mejora la digestión y ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre. Además, su acidez natural realza el sabor del plato sin necesidad de añadir ingredientes pesados o calóricos.

Desde el punto de vista de las grasas, esta receta apenas tiene. La presencia de aceite de oliva virgen extra en el aliño del tartar proporciona grasas monoinsaturadas beneficiosas para el corazón, mientras que la mínima cantidad de mantequilla utilizada en la cocción de los mejillones -de la que se podría prescindir- aporta un toque de sabor sin comprometer el equilibrio nutricional del plato.

Ingredientes para hacer unos mejillones con tartar de apio

Para los mejillones

  • Mejillones frescos, 1 kg
  • Vino blanco seco, 100 ml (opcional, puede usarse agua)
  • Cebolleta o chalota, 1 ud
  • Ajo, 1 diente
  • Mantequilla, 1 cucharadita (opcional)
  • Perejil fresco, 2 ramitas (opcional)
  • Pimienta negra molida, al gusto

Para el tartar de apio y manzana verde

  • Apio fresco, 200 g
  • Manzana verde tipo Granny Smith, 1 ud
  • Zumo de limón, 1/2 cucharada
  • Yogur griego, 1 cucharada sopera
  • Mostaza, 1 cucharadita
  • Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
  • Sal, al gusto
  • Pimienta molida, al gusto

Para el toque final

  • Ralladura de limón, opcional
  • Reducción del caldo de cocción
  • Cayena molida, opcional

Paso 1

Lavamos bien los tallos de apio y la manzana verde. Retiramos las hebras del apio con un pelador de verduras y lo cortamos en brunoise (dados muy pequeños). Hacemos lo mismo con la manzana, sin pelarla y la rociamos con el zumo de limón para que no se oxide.

Paso 2

En un bol, mezclamos el yogur griego, el aceite de oliva, la mostaza Dijon y la miel, batiendo bien para emulsionar la vinagreta.

Paso 3

Incorporamos el apio y la manzana picados, salpimentamos al gusto y mezclamos bien. Reservamos en la nevera.

Paso 4

Lavamos bien los mejillones, eliminando los restos de la cuerda y cualquier impureza adherida a las conchas. Picamos finamente la cebolleta y el ajo.

Paso 5

En una olla que sea lo suficientemente grande como para que quepan todos los mejillones, derretimos la mantequilla a fuego medio y añadimos la cebolleta y el ajo, sofriéndolos hasta que estén translúcidos.

Paso 6

Agregamos el vino blanco -o agua si no queremos utilizar alcohol- y subimos el fuego hasta que comience a hervir.

Paso 7

Incorporamos los mejillones, tapamos la olla y los cocinamos a fuego medio-alto durante aproximadamente 3-4 minutos, o hasta que todos los mejillones se hayan abierto.

Paso 8

Retiramos los mejillones del fuego y los sacamos de sus conchas con cuidado, reservando todos los jugos de la cocción.

Paso 9

Filtramos el caldo con un colador fino y lo reducimos a fuego medio hasta obtener una textura más concentrada.

Paso 10

Si queremos presentarlo bonito, podemos disponer una base de tartar de apio y manzana en el centro de cada plato formando un círculo y, sobre él, los mejillones sin la cáscara.

Paso 11

Para el toque final, rociamos con un poco de la reducción del caldo de cocción y, opcionalmente, espolvoreamos con un poco de ralladura de limón y cayena molida.

Otra opción, algo más rápida, para ahorrar tiempo en el emplatado, sería sirviendo los mejillones en su concha repartiendo el tartar de apio y manzana sobre ellos y regando todo con los jugos reducido.