Preparación: 15 – 20 min   Dificultad: 1/5   Raciones: 2   Coste: < 3 €

Aunque la organización y la planificación es algo muy necesario cuando nos toca cocinar para nosotros solos, es cierto que en muchas ocasiones no nos queda más remedio que recurrir a la improvisación, a hacer inspección por la nevera e idear algo rápido que nos permita preparar algo rico usando lo que en breve se estropeará si no le damos salida ya.

Y ahí, en ese momento, es cuando mola dejar que vuele la imaginación e inventar tus propias recetas de cocina fusión ese día que te apetece algo de comida china, pero a la vez un trozo de jamón serrano te está poniendo ojitos y dices por qué no un salteado de verduras oriental con toque ibérico que al final te sabe a gloria.

Preparación del Salteado de verduras oriental

Es fácil y se tarda un momento, ya que lo vamos a cocinar en un wok o sartén a fuego vivo y dejando que las verduras queden al dente conservando ese punto crujiente que a mí personalmente me encanta en este tipo de recetas.

Empezamos poniendo a calentar el aceite y añadiendo la cebolla cortada en medios aros y los pimientos en aros finos. No añadimos sal porque el jamón y la salsa de ostras ya aportarán suficiente.

Añadimos también las setas en tiras, el jamón en taquitos, damos unas vueltas y añadimos la col cortada en tiras finísimas. Damos unas vueltas y cuando veamos que la col empieza a perder volumen y cambiar de color añadimos los ramitos de coliflor.

Seguimos salteando a fuego alto sin dejar de remover durante un par de minutos, añadimos la salsa de ostras, mezclamos bien, salteamos durante uno o dos minutos más y servimos. Si preferís las verduras más tiernas, se puede añadir un poco de agua o caldo de pollo o verduras y dejar cocer unos minutos a fuego medio bajo hasta que estén tiernas a gusto del consumidor.

Resultado

Es un salteado de verduras oriental, y más que con la receta debéis quedaros con el concepto, estará también rico si en vez de cebolla ponéis puerro, o el pimiento es rojo o amarillo en lugar de verde, o no tenéis setas pero sí unos champiñones -por favor, que no sean de bote- o en vez del toque ibérico se lo dais marinero y le ponéis unas gambas en vez de jamón.

Además, lo mejor de improvisar, es que se le acaba cogiendo el gusto.