Confieso que de pequeña no me entusiasmaban nada las lentejas y siempre les ponía mala cara. Lo cierto es que me sentaban fatal y les tenía bastante manía. Afortunadamente, siendo algo más mayor, descubrí que la culpa de mi malestar no era de las pobres lentejas que, como legumbres, son las menos indigestas de todas y además están bien buenas, sino de todos los acompañamientos con los que las guisaba mi madre, que si el jamoncito, que si la panceta, que si la morcilla, que si el chorizo, que si un huevo duro no vaya a ser que te quedes con hambre… y claro, luego hacían falta tres días para digerir semejante festín.

Así que hoy os traemos mi receta favorita de lentejas, apta para los estómagos más delicados y para los metabolismos lentos, porque estas de hoy son unas lentejas a la jardinera, vegetarianas (o no, eso ya lo decidís vosotros, porque os vamos a dar las dos opciones) y sin riesgo de que se queden pegadas a las cartucheras, que todo hay que tenerlo en cuenta.

Como en casi todas las recetas del recetario clásico, la calidad de la materia prima es fundamental y el resultado será mucho mejor si usamos unas buenas lentejas castellanas en vez de unas que vete tú a saber de dónde vienen y que ya a simple vista parece como si estuviesen rotas o medio despellejadas.

Tratándose de legumbres, otra cosa muy importante a tener en cuenta es el agua que vamos a utilizar para cocinarlas, pues los tiempos de remojo y de cocción pueden variar bastante dependiendo de la dureza del agua de nuestra localidad. Para que no haya contratiempos debemos echar un vistazo a los tiempos de cocción que se indican en el paquete y así tendremos una idea del tiempo necesario en nuestra localidad. Para saber si el agua de tu zona es dura o blanda no dejes de leer este post.

Así que venga, vamos a preparar los ingredientes y a ponernos manos a la obra 🙂

Preparación de Lentejas a la jardinera

Resultado

Vale, lleva tiempo hacerlas, pero lo que es trabajo no dan ninguno, que mientras están cociéndose se puede estar a otras cosas. Además, como casi todos los platos de cuchara, al día siguiente están aún más ricas, por lo que es receta perfecta para un lunes si las dejamos que se hagan el domingo por la tarde.

Se les puede añadir una patata cortada en dados o un puñado de arroz, y el caldo quedará más espeso, pero yo no suelo hacerlo a no ser que esté segura de que se van a consumir en el día ya que estos ingredientes no llevan bien lo de los recalentamientos y mucho menos la congelación.

Si queréis darles un toque especial podéis jugar con vuestras especias favoritas, aunque os digo desde ya que las que mejor le van son el comino y las mezclas de curry, así que si os gustan estos sabores no dudéis en usarlo para vuestras lentejas.

Tiempo: 1 hora 10 minutos pero depende del tipo de agua de cocción

Dificultad: 1/5

Digestión: 2/5

Coste: 3 € para 4-5 raciones

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