
Una pizza.
Parece pizza, pero es una receta con muchas menos calorías: una cena saludable, barata y lista en 15 minutos
El plato fácil y delicioso que querrás cenar todas las semanas como sustituto de la joya gastronómica de Italia.
Más información: Cómo hacer una pizza casera sin encender el horno gastando mucha menos luz.
La pizza, ese plato italiano que conquistó el mundo, ha encontrado una nueva versión que promete mantener todo el sabor reduciendo significativamente las calorías.
Según datos nutricionales, una pizza mediana precocinada de jamón y queso puede alcanzar las 930 calorías por pieza completa, mientras que la masa de pizza tradicional aporta aproximadamente 307 calorías por cada 100 gramos.
En contraste, una pizza casera de tamaño mediano con masa tradicional e ingredientes vegetales ronda las 668 calorías.
Así pues, una forma de reducir significativamente el aporte calórico de las pizzas consiste en sustituir la masa tradicional por tortillas integrales, creando una alternativa saludable que puede transformar completamente nuestra percepción de este clásico de la gastronomía .
Una tortilla integral de 28-30 gramos aporta entre 10 y 15 gramos de carbohidratos complejos, que se digieren más lentamente y proporcionan una liberación gradual de energía.
Además, contienen entre 2 y 4 gramos de fibra por unidad, contribuyendo significativamente a la ingesta diaria recomendada.
La fibra presente en las tortillas integrales ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable al ser más saciante que los alimentos bajos en fibra, además de contribuir a reducir los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas .
También aportan vitamina B1, que ayuda al cuerpo a producir energía y regular el metabolismo.

Unas tortillas integrales.
Receta de pizza fitness con tortilla integral
Ingredientes
- Tortilla mexicana integral grande, 1
- Tomate natural triturado, 100 g
- Pechuga de pollo cocida y desmenuzada , 80 g
- Pimiento rojo en tiras, 50 g
- Champiñones laminados, 50 g
- Cebolla morada en juliana, 30 g
- Queso mozzarella light rallado, 25 g
- Aceite de oliva extra virgen, 1 cucharadita
- Orégano, al gusto
- Pimienta negra molida, al gusto
Paso 1
Para empezar, precalienta el horno a 200°C.
Paso 2
Mientras, en una bandeja con papel de horno, coloca la tortilla y extiende el tomate triturado sobre ella, dejando un pequeño borde de 1 cm.
Paso 3
Incorpora el pollo desmenuzado, los vegetales cortados en tiras y el queso rallado.
Paso 4
Hornea durante 8 o 10 minutos hasta que los bordes estén crujientes y el queso gratinado.
Paso 5
Finalmente, decora con orégano fresco y un chorrito de aceite de oliva.
Los expertos recomiendan buscar tortillas que tengan harina de trigo integral como primer ingrediente y verificar que el paquete indique "Hecho con grano 100% integral". Esto garantiza que se obtengan todos los beneficios nutricionales de los granos enteros.
Asimismo, es importante tener en cuenta que incluso las pizzas saludables proporcionan una cantidad considerable de sodio procedente de la salsa de tomate y el queso.
Por tanto, quienes estén reduciendo su consumo de sal deben comer pizza con precaución, independientemente del tipo de base utilizada.
El tamaño de la porción y el número de porciones consumidas también son factores determinantes; una pizza con tortilla integral sigue siendo un alimento que debe consumirse dentro de un plan alimentario equilibrado.
¿Vuelta al origen?
La pizza, tal como la conocemos hoy, tiene sus orígenes en Nápoles durante el siglo XVII, cuando los habitantes humildes de la ciudad comenzaron a añadir tomate a sus panes planos.
Curiosamente, esta innovación actual con tortillas integrales sigue el mismo espíritu de adaptación y mejora que caracterizó la evolución histórica de la pizza.
Los panes planos han sido parte de la cocina mediterránea desde tiempos antiguos, con variantes como la focaccia romana, la coca española y el pan de pita griego.
La propuesta de utilizar tortillas integrales como base representa una evolución natural de esta tradición milenaria, adaptándose a las necesidades nutricionales contemporáneas.