Antonio, profesor en Madrid.

Antonio, profesor en Madrid. laSexta

Sociedad

Antonio, profesor, vive en una caravana porque no puede pagar un piso: “Cobro 1.900€ y me piden 50.000€ de entrada”

El docente lleva más de cinco años viviendo en una autocaravana, porque a pesar de tener 37 años y un puesto de trabajo fijo no puede comprar un piso.

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Las claves

Antonio Doménech, profesor de Madrid, vive en una autocaravana desde 2019 debido a la imposibilidad de pagar la entrada y la hipoteca de un piso.

Con un salario de 1.900 euros, le exigen 50.000 euros de entrada para comprar una vivienda, lo que considera inviable.

Vivir en caravana le permite ahorrar más, estar cerca del trabajo y aceptar plazas en colegios alejados del centro.

Antonio planea ahorrar durante varios años con la esperanza de acceder en el futuro a una vivienda fija cerca de su colegio.

Antonio Doménech es profesor en Madrid y es el perfecto ejemplo de las consecuencias de la crisis de la vivienda. Ante la imposibilidad de pagar la entrada a un piso y una hipoteca, el joven de 37 años vive en una autocaravana.

El docente lleva desde 2019 viviendo de esta manera y aseguró que le permite ahorrar mucho más e incluso la movilidad de vivir en una caravana le ha facilitado aceptar plazas en ciertos colegios que muchos no querían aceptar, porque estaban lejos de la zona céntrica de la ciudad.

Doménech contó en El Intermedio cómo ha sido su experiencia con este método de vida tras explicar que para él "el hogar está donde aparcas".

"Estoy ahorrando para el futuro"

El joven funcionario explicó que "estaba compartiendo piso desde los 20 años y a los 31 años ya decidí que me quería independizar porque no aguantaba compartir con gente".

Además de esto, la decisión coincidió con que había aprobado la oposición y que "me podían mandar por toda la Comunidad de Madrid como interino y dije: pues aprovecho, me independizo, que me lo puedo permitir y aparco al lado del cole".

En el momento en el que consiguió su plaza fija se planteó la opción de comprar un piso en Madrid; sin embargo, señaló que "vi los precios y las condiciones" y decidió que esta opción no era viable para él.

"Yo cobro 1.800 o 1.900 euros y a lo mejor estoy mirando pisos de 220.000 euros y me han pedido 50.000 euros de entrada mínimo", explicó el funcionario.

Acotó que una de sus opciones podría ser pedir un préstamo por dichos 50.000 euros; ahora bien, el problema de esta opción es que "el préstamo más la hipoteca a 30 años me saldría a 1.400, 1.500 euros al mes por 30 años y el préstamo se pagaría en 10 años".

Alquilar también es una opción, pero como comentó anteriormente el funcionario considera que ya lleva muchos años de alquiler y que "ya perdí demasiado dinero en el alquiler estos años en Madrid", con lo cual es algo que no se plantea.

Frente a este panorama, no quedaban muchas opciones entre las que elegir. Así, explicó que una de las mayores ventajas de vivir en una autocaravana es que está cerca del trabajo.

"Yo conozco compañeros míos del colegio que actualmente tardan una hora y media en hacerse 10 kilómetros, yo salgo a mi hora, voy con el patinete, andando y llego puntual", recalcó.

Antonio Dómenech, profesor, y Andrea Ropero, presentadora, en su autocaravana.

Antonio Dómenech, profesor, y Andrea Ropero, presentadora, en su autocaravana. laSexta

Otro punto a favor de este estilo de vida es que económicamente le permite ahorrar: "También estoy ahorrando para en un futuro, a lo mejor, poder acceder a una vivienda".

El plan del docente consiste en ahorrar unos tres o cuatro años y en cuanto tenga una plaza en un colegio fijo poder comprar un piso cerca de dicho trabajo.

Como se mencionó con anterioridad, vivir en una caravana da una gran capacidad de movilidad, con lo cual, expresó Doménech que "yo al final he quedado en colegios que nadie quería, por ejemplo, ir a La Cabrera son 2 horas y media de autobús".

El funcionario confesó que en un principio la adaptación a este estilo de vida fue compleja por estar llena de miedos y preocupaciones, pero después de varios años viviendo de esta manera recalcó que siente que "el hogar está donde aparcas".

Se sinceró y explicó que en un principio su estilo de vida podía percibirse como particular: "Alguien podía pensar que 7 metros cuadrados menudo fracaso o qué mal o, me han dicho incluso, que menuda chabola", recordó.

"Yo lo he hecho todo a mi gusto y me lo tengo que tomar con optimismo porque al final es mi día a día y estoy contento porque de nada me vale arrepentirme todos los días o ser pesimista", contó el funcionario.

Sobre sus gastos fijos manifestó que no son muchos: "Tengo las bombonas de propano que suelo gastar una cada 20 días y cuesta unos 17 euros y poco más, a no ser que me mueva por Madrid y visite cosas, pues la gasolina".

"El agua es gratis y la electricidad tengo dos placas solares que alimentan dos baterías y me sobra con eso", especificó Doménech.

Así, el profesor madrileño ha hecho malabares para intentar sortear la crisis de la vivienda y ha dado con una solución cada vez más común, ya que resulta más económica, permite una mayor movilidad y abre una posibilidad de ahorro que con un alquiler no hubiese sido posible.